Las chilenas lo presentaron, algunos filmaron y se volvió viral en minutos. Pero la cosa no quedó ahí; colectivos feministas, grupos de mujeres, agrupaciones estudiantiles se pusieron a replicarlo en las calles del mundo entero.
Francia, Alemania, el Estado Español, EEUU, Argentina, México, Paraguay, Turquía y muchos países más bailaron al son de denunciar al estado opresor. Las redes sociales se llenaron de fotos, flyers y videos.
Es que queremos gritar ¡Basta! Que nos escuchen, que dejen de culparnos a nosotras. Queremos que los violadores, feminicidas y abusadores estén presos, que sean ellos los que tengan miedo y no nosotras.
Corre como pólvora en el mundo esta canción, porque estamos hartas de que la violencia que sufrimos las mujeres del mundo se oculte, se nos culpabilice a nosotras. Estamos cansadas del machismo y daremos pelea para combatirlo.
Estamos en las barricadas de las calles de Latinoamérica, de Hong Kong, de Irak. Peleamos por nuestros derechos, contra la violencia machista y también decimos, al ritmo de lo que compusieron Las Tesis, que el Estado es opresor, que los jueces, los gobiernos, los militares son violentos con nosotras. Que mantener nuestra opresión les permite explotarnos más, dividir al pueblo trabajador y seguir expoliando a los más pobres.
Que se siga escuchando la voz de las mujeres, que quede claro que “la culpa no era mía, ni dónde estaba, ni cómo vestía”. Que no vamos a seguir aguantando la violencia del hambre y la represión de los gobiernos, que nuestros derechos se pelean junto al pueblo en la calle.
¡Basta de violencia machista! ¡Basta de opresión y explotación!
¡Viva la lucha de las mujeres y el pueblo en las calles!
¡Abajo los gobiernos hambreadores y represivos!