Mientras enfrentamos el presupuesto de hambre y miseria, el nuevo intento de Reforma Laboral, y la visita de los grandes dueños (y verdugos) del mundo para la cumbre del G20, Macri recrudece las medidas represivas, porque no piensa dar el brazo a torcer.
Para esto es importante que Daniel Ruiz, Milagros Sala, Sebastián Romero, Facundo Jones Huala, Cesar Arakaki, Dimas Ponce y más, sigan presos, perseguidos, procesados, aislados. Con esto quiere dar el ejemplo: si me enfrentas, vas a terminar así. Busca intimidarnos.
Pero los trabajadores y el pueblo no podemos dejarnos atemorizar con la represión del macrismo. Tenemos que confiar en nuestra propia fuerza para derrotar este plan siniestro. Por eso cada vez que salimos a enfrentar una medida de ajuste del Gobierno, tenemos que pedir por la libertad, desprocesamiento y cese de la persecusión a todos nuestros compañeros.
Porque con ellos de nuevo, al lado nuestro, en las calles, no solamente vamos a ser más, sino que vamos a estar mucho más fortalecidos para derrotar el plan economico de Macri y sacarlo para que no vuelva a ajustar nunca más en su vida, como hicimos con De La Rúa. Tenemos que sacar también a estos jueces cómplices qwue benefician a genocidas y atacan a opositores.
El PSTU llama a todas las organizaciones sociales, políticas, sindicales, de derechos humanos y sobre todo, a todos los trabajadores, a redoblar la solidaridad y la lucha contra la criminalización de la protesta social. Hemos dado pasos muy importantes en ese sentido, pero creemos que todavía nos falta camino por recorrer.
Por eso queremos extender ese llamamiento: Este 30 de noviembre, ante la venida de Trump, Merkel y toda la cumbre del G20, seamos cientos de miles en la calle, diciendoles que nuestro país no está a la venta, y no vamos a dejar que lo remate sin oponer resistencia. Ese día tenemos que imponer un gran Paro Nacional.
Es necesario organizarnos para poder defendernos, porque el operativo policial para ese día no tendrá nada que envidiarle a los que ya hemos visto en las últimas movilizaciones. Pero no podemos dejar que la represión estatal nos frene en nuestro enfrentamiento al Gobierno, porque retroceder puede costarnos la victoria.
Pero también, ese mismo día, levantemos bien alto las banderas por la libertad de Daniel Ruiz y de todos los presos y perseguidos por plantarle cara a este plan de ajuste. Esta pelea es una contienda que se define en la calle. Y solamente así vamos a derrotar no solo la avanzada represiva, sino a este Gobierno ajustador, y así avanzar en la lucha por un mundo realmente más justo para los que menos tenemos.
Hay que empezar ya mismo a organizar esto desde cada lugar de trabajo, de estudio, desde cada barrio. Decidiendo en conjunto las medidas a tomar y apretando a los dirigentes tibios y vendidos para que se pongan a la cabezay si no lo hacen, entonces pasarán al frente nuevos dirigentes de nuestras filas que si se planten. ¡Manos a la obra!