Desde el pasado mes de mayo varias organizaciones políticas, sindicales y otros colectivos sociales, se han venido reuniendo con el objetivo de impulsar una movilización descentralizada para el 24 de octubre y una estatal para el 27 de octubre. Las convocatorias que bajo el lema “Si nos movemos, cambiamos todo”, lanzan un Manifiesto lleno de generalidades y palabras altisonantes pero absolutamente vacío de contenido: Redistribuir la riqueza, Conquistar derechos, Recuperar el planeta o Por una vida digna. En dicho Manifiesto no se menciona, ni aparece exigencia alguna al gobierno actual ni a la UE responsable de los recortes y la precariedad que padece la clase obrera. Pareciera que todo lo que ha ido sucediendo en estos años es producto de un designio divino o de una catástrofe natural.
Las movilizaciones del 24 y el 27 de octubre cuentan con el apoyo inestimable de Podemos y como declaraban hace escasamente unos días el objetivo es “empujar en las calles para que todos los compromisos ratificados en el pacto presupuestario salgan adelante”.
En realidad este tipo de movilizaciones que se convocan y las propuestas que se plantean aparecen como algo “progresivo” y novedoso. Sin embargo, detrás de todo ello se esconden los intentos de sostener a un determinado tipo de gobierno, desmantelar los movimientos y en algunos casos reconducir todo al terreno electoral. La estrategia que tratan de llevar a cabo, intenta justificar la utopía reaccionaria de la “regeneración”.
Corriente Roja hemos resuelto no participar en esta movilización, ya que, como tantas veces hemos denunciado, la actual situación (con la UE y sus gobiernos cómplices a la cabeza) nos están conduciendo a una catástrofe social cada vez más profunda y porque además estamos convencid@s de que no hay reforma posible. Además, coincidimos plenamente con la decisión adoptada por “las Marchas de la Dignidad” de Madrid, de la que formamos parte, de no participar en la misma. Las Marchas que defienden un programa rupturista y de clase y plantean asuntos como Pan, Trabajo, Techo, e Igualdad, el No Pago de la Deuda y la salida de la UE entre otros, no deben cambiar su sentido como “movimiento basado en la movilización como eje central de la transformación social y no como un proceso de asalto a las instituciones”.
Corriente Roja consideramos que participar en la movilización del 27-O es dar apoyo a los mal llamados “gobiernos del cambio” y confundir a los activistas que es posible transformar esta terrible arma de guerra social en que se ha convertido la UE. Justo en un momento donde la UE muestra su papel más canalla y sus autoridades practican el terrorismo de estado, oficial, contra los refugiados. Entendemos por tanto que la única solución es romper con ella y que l@s trabajador@s tomen definitivamente las riendas para lograr entre tod@s una Europa unida de l@s trabajador@s y los pueblos. En esta lucha si estaremos en la calle.