Home Antirracismo UN GOBIERNO CON NOMBRE DE MUJER: «COMISIÓN EUROPEA»

UN GOBIERNO CON NOMBRE DE MUJER: «COMISIÓN EUROPEA»

 

En la senda de Zapatero, Sánchez apeló a la gestualidad, comenzando por la «feminista», como si nombrar ministras modificara por sí mismo la situación de millones de mujeres trabajadoras. Como si a los gobiernos no los definiera su composición de clase y las políticas que aplica.

Para los que han puesto el listón tan bajo que el más mínimo gesto les parece maravilloso y  progresista, hay que hacer notar que Sánchez ha colocado al frente de la política económica a la hasta ahora Directora de Presupuestos de la Comisión Europea, Nadia Calviño. Esta superministra económica, saludada con entusiasmo por Patricia Botín, ha venido a garantizar la “estabilidad presupuestaria”, “la contención del déficit” y la «continuidad de  las reformas estructurales» (mercado de trabajo y sistema público de pensiones). Es decir, el manual de la Unión Europea para seguir garantizando el pago de la deuda pública a los banqueros, los negocios del Ibex 35 y el papel periférico y dependiente de la economía española.

Las reacciones del régimen monárquico, la Bolsa y la Unión Europea han mostrado que Sánchez no les produce ningún temor.

El Gobierno se ha llenado la boca con la acogida de los 629 refugiados/as del Aquarius. Nos alegramos por los/as 629, pero todo lo demás es postureo e hipocresía. Los/as refugiados tendrán 45 días de gracia, para luego ser tratados como el resto de migrantes que llegan en pateras: la mayoría, que difícilmente podrá acogerse al estatuto de refugiado, irá a parar a los CIES, de donde saldrá deportada o condenada a deambular sin papeles ni recursos. Sobre todos ellos/as pende la racista e infame Ley de extranjería.

Para colmo, el ministro Borrell, avala la propuesta europea de crear centros de detención de migrantes fuera de la Unión Europea (UE). Este ministro, llamado a filas para mantener a raya a los catalanes, afirma con todo su cinismo: «Si queremos evitar que una avalancha de gente se eche al mar, poniendo en riesgo su vida y sin que seamos capaces de garantizársela, hay que retenerlos. Retenerlos, no detenerlos». Y pone como ejemplo los campos de Turquía y Libia, denunciados por ser un verdadero infierno para los migrantes atrapados en ellos.

Qué decir del “compromiso socialista” de derogar la reforma laboral del PP de 2012. La ministra Valerio dice ahora que “no es lo mismo estar en el Gobierno que en la oposición. Tenemos más dosis de pragmatismo”. Así, “la reforma laboral no se puede derogar alegremente”. Por supuesto: ¡hay que derogarla seriamente y ya!

Sánchez lo dejó claro desde la investidura, al comprometerse a apoyar los Prepuestos del PP, a defender la unidad forzada de España y a renunciar a derogar la reforma laboral y la Ley Mordaza, «por responsabilidad de Estado» y para «cumplir con la Unión Europea«.

Los/as dirigentes de Podemos, que nacieron prometiendo acabar con el régimen del 78, el bipartidismo y la casta, se han convertido en el principal sostén, junto a la burocracia sindical, del nuevo gobierno. Ahora son los más fervorosos vendedores de esperanzas.

En cuanto a nosotros/as, queremos reiterar que no tenemos la menor confianza en el gobierno Sánchez. No la tenemos porque es un gobierno burgués, lacayo de la Unión Europea y leal servidor de la monarquía.

A aquellos trabajadores/as y jóvenes que tienen esperanzas en este gobierno, les decimos: vosotros tenéis confianza en él y nosotros/as ninguna, pero tenemos las mismas reivindicaciones. Tenemos que ir juntos/as a exigir al Gobierno que convierta en ley la plataforma reivindicativa de los/as pensionistas. Tenemos que exigirle juntos la derogación de las reformas laborales. Tenemos que exigirle que derogue la Ley Mordaza, indulte a los jóvenes de Altsasu, a los represaliados/as por luchar, cantar o hablar y limpie de jueces franquistas y machistas la judicatura. Tenemos que exigirle juntos la libertad de los presos políticos catalanes. Tenemos que exigirle, con los y las trabajadoras migrantes, el cierre de los CIEs y la derogación de la Ley de extranjería. Porque la lucha es el único camino.

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