Los trabajadores de urgencias del hospital La Fe de Valencia han protestado por la saturación y la falta de personal en ese servicio, algo que se ha agravado afirman, desde que este hospital asumió 82.000 nuevos pacientes a principios de este año y que puede intensificarse además a partir de julio con el cierre de plantas de hospitalización con motivo del verano.
Alrededor de 150 trabajadores de urgencias se han concentrado primero en el exterior, luego en el vestíbulo para denunciar que las medidas adoptadas por la dirección del centro para tratar de cubrir las necesidades derivadas del aumento de población adscrita a este hospital, han sido totalmente insuficientes.
Se trata de un problema tanto de falta de personal como de espacio y de medios, porque las camas del hospital no son suficientes para el ritmo de ingresos requeridos y los enfermos se acumulan en urgencias.
Uno de los trabajadores de urgencias del hospital La Fe explicó: “Estamos en este momento asumiendo una población de 82.000 personas más que no teníamos antes y pensamos que las medidas que se han tomado son algo inadecuadas, en cuanto a personal sobretodo y a recursos humanos y materiales, entonces continuamente se quedan pacientes ingresados y estos ocupan los huecos que tenemos para las urgencias; con lo cual, muchas veces las urgencias que vienen se tienen que atender en pasillos de mala manera y no podemos dar un trato de calidad e intimidad al paciente…”
Estos hechos derivan en una deficiente atención al paciente e imposibilidad de un trato de calidad e intimidad como bien comentaba este trabajador del hospital. A esta situación se añade que muchos de estos trabajadores padecen estrés laboral y en algunos casos de ansiedad.
Las concentraciones se llevaron a cabo los días 11 al 22 de Mayo 2015 de 9.30am a 10:30am de la mañana fuera del horario de trabajo.
Actualmente los trabajadores de urgencias que se han concentrado estos 10 días reivindicando una mejor gestión interna, unos derechos a los pacientes y un “no” rotundo al cierre de plantas de hospitalización en verano se encuentran realizando también una recogida de firmas en defensa de la sanidad.
Esta situación, pone en evidencia el notable deterioro de la sanidad pública, que producto de los recortes y una mala planificación, pone en peligro la vida de las personas y atenta contra sus más básicos derechos a recibir una atención de calidad.