En Andalucía hay, según la Agencia Tributaria (que es más “marxista” que muchos que se dicen marxistas, y niegan la existencia de la clase obrera) 3.269.700 personas, en el 2016, que perciben rentas de trabajo. Es decir, son clase asalariada.
A ellos hay que sumarles 800 mil parados y paradas, que no estando trabajando, forman parte del llamado «ejército industrial de reserva», y por lo tanto, de la clase obrera / asalariada. En total, aproximadamente, en Andalucía hay 4 millones de trabajadores y trabajadoras que viven de la venta de su fuerza de trabajo por un salario, es decir, CLASE OBRERA.
Vox sacó 395.978 votos. Admitiendo que todos sus votos vinieran de la clase obrera, sería el 10% de la clase la que les habría votado. Pero bien, sumemos los votos de Cs, para ver el voto de la extrema derecha que dicen viene de la clase obrera (el PP no lo metemos, porque nunca tuvo votos obreros en Andalucía), 689 mil votos, total poco más de un millón de personas.
Admitiendo que ABSOLUTAMENTE TODOS LOS VOTOS DE VOX Y Cs VINIERAN DE LA CLASE OBRERA, que es mucho admitir, tendrían el 25% de la clase.
Como la realidad es que los votos a Vox y Cs no fueron mayoritariamente de la clase obrera, es obvio preguntarse que el voto obrero a la extrema derecha, en el peor de los casos no llegaría ni al 20% -en números, 600 000-. Es decir, una minoría.
¿Donde están los 3 400 000 restantes?; no será cierto que muchos sí se fueron a la abstención (2 600 000 en números redondos).
Así que menos insultar a la clase obrera andaluza; que hizo lo que cualquier clase obrera ante la inexistencia de una alternativa que represente sus intereses, abstenerse. ¿Para qué votar a quien va a elaborar unos presupuestos anuales contra mis intereses como clase? ¿Para qué votar, si total las decisiones se toman en los despachos del Ibex 35?.
La tarea no es intentar justificarse insultando a la población trabajadora, sino esforzarse por entender que la extrema derecha crece porque la clase obrera no tiene un referente político propio, y aplicarse en construirlo.
Y lo demás, excusas de mal pagador.