A finales de los años 70s el pueblo de Nicaragua construyó uno de los procesos de luchas con mayor heroísmo y organización que el mundo había visto para derrotar a la dictadura sanguinaria de la Familia Somoza, en aquella época la herramienta del pueblo fue el Frente Sandinista de Liberación Nacional y esa historia no se puede borrar.
Comité de Nicaragüenses de la LIT-CI
Pero después de la victoria, los dirigentes del FSLN no lucharon contra el poder detrás del poder, que eran los empresarios, y más bien, luego de destruir la Guardia Nacional y toda la institucionalidad capitalista. En lugar de darle el poder a los trabajadores y crear un Estado propio, reconstruyeron el Estado que el pueblo había destruido para darle nuevamente el poder a los ricos, lo que degeneró la organización al punto de que esas mismas banderas son hoy las que cobijan la dictadura sanguinaria de la familia Ortega Murillo.
Desde abril el pueblo nuevamente se levantó contra la dictadura, y tiene la posibilidad de derrumbar nuevamente la dictadura, pero si ese proceso no se lleva hasta el final y el pueblo no asume su rol dirigente y lucha contra el poder empresarial, la miseria y desigualdad no desaparecerá de Nicaragua. Podremos quitar la dictadura, pero los explotadores seguirán gobernando como en los tiempos de Somoza, en los tiempos de la junta de reconstrucción nacional y como lo han hecho hasta el presente.
A continuación, nosotros los nicaragüenses miembros y militantes de la Liga Internacional de los Trabajadores proponemos el siguiente programa de lucha y organización para nuestro pueblo, para que sirva no solo para derrotar a la dictadura actual, si no para profundizar la lucha por la liberación de nuestro pueblo de las garras de los empresarios capitalistas que nos tienen sumidos en la miseria.
Desde un grupo de militantes nicaragüenses de la Liga Internacional de los Trabajadores, nos hemos reunido para discutir la grave situación que vive nuestro país. Ante la imperiosa necesidad de encontrar una salida que beneficie a la clase trabajadora, a los campesinos y al pueblo nicaragüense en general, queremos discutir con el pueblo nicaragüense nuestras ideas de un programa para Nicaragua. Seguramente será un programa incompleto, con carencias, sin embargo, creemos que es una base para discutir con todos los compañeros y compañeras que se encuentran luchando, para tratar de juntos construir una alternativa obrera y campesina para Nicaragua.
Ningún diálogo con la dictadura: ¡Fuera Ortega y Rosario!
El régimen de Ortega y Rosario se cobrado la vida de más de sesenta personas en los últimos días debe caer. Pero también el pueblo nicaragüense debe garantizar un juicio y castigo a todos los asesinos de la policía nacional, de las turbas sandinistas y a la dinastía de los Ortega-Murillo. Ni perdón ni olvido ante los asesinos del pueblo. Justicia para los caídos en lucha.
Sin la caída del gobierno hoy no hay posibilidades de la conquista de las libertades democráticas reales que garanticen incluso la preservación de las vidas de los luchadores.
Es por esto que no es posible ningún diálogo con la dictadura, la tarea urgente que tiene Nicaragua es hacer caer el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
Organización independiente de la clase trabajadora
Muchos activistas han salido a exigirle al Consejo Superior de la Empresa Privada (COSEP) que haga un paro, y que deje de apoyar al Daniel Ortega. Creemos que esta política es un error, el COSEP ha sido un importante aliado de Daniel Ortega, no es casualidad que en el llamado al diálogo ellos explícitamente digan que no piden la salida de Ortega. La burguesía nicaragüense no es un aliado del pueblo en la lucha contra la dictadura, ya que ellos mismos la han venido sosteniendo.
Es necesario quitarle el poder económico a la dictadura, si esto se logra no hay duda de que Ortega va a caer, pero esto no se va a lograr con un paro patronal. Es necesario que la clase trabajadora nicaragüense se empiece a organizar, con independencia del FSLN y sus sindicatos, en las propias fábricas y fincas donde se produce la riqueza. Es importante que los sectores que están en lucha tomen con urgencia ayudar a los obreros en esta tarea, construyendo comités de lucha en las fábricas y las grandes fincas, e iniciar el proceso de organización nacional para realizar una huelga general.
La lucha por la caída de la dictadura no se hará junto a los empresarios, sino más bien en contra de estos.
Por la construcción de comités populares de lucha
Necesario empezar a crear comités o consejos populares de lucha. Estos comités deben crearse en cada barrio, cada universidad, cada fábrica, en cada una de las grandes fincas, en cada uno de los pueblos campesinos. Estos deben ser la base de la organización nacional de la lucha contra la dictadura, donde podamos discutir democráticamente los pasos de la lucha para paralizar el país hasta que caiga la dictadura, y las medidas de seguridad para preservar las vidas de los luchadores.
Estos comités pueden tener una asamblea o consejo nacional donde participen delegados de cada uno de los comités formados, esto para construir una gran asamblea nacional que sirva para organizar y unificar la lucha nacional por la caída de la dictadura. Estos comités, pueden ser la base de un nuevo gobierno propio de los trabajadores y los campesinos.
Autodefensas y armamento del Proletariado
Ante el asedio y la represión que lleva adelante el gobierno se impone la organización de la autodefensa popular para rechazar a la policía, el ejército y a las turbas sandinistas.
Esto no lo podemos hacer si todas las armas las tiene el ejército y la policía y quienes luchamos debemos enfrentarnos con piedras y morteros.
Los empresarios jamás aceptarán por las buenas la aplicación de medidas que puedan sacar a la sociedad de la dictadura. Quieren perpetuar todos sus privilegios, y para protegerlos no les importa que siga la dictadura.
Los explotados deben defenderse contra la dictadura, que garantiza los intereses de los capitalistas.
Por esto resulta indispensable armar a los trabajadores y armar a los campesinos pobres.
Fuera las manos del Imperialismo en Nicaragua
El pueblo de Nicaragua no podrá ser libre si sigue sujeto a la dominación y los planes de los organismos financieros internacionales como el FMI y el Banco Mundial, que imponen medidas a través de sus gobiernos títeres como el decreto de modificación al reglamente del INSS, por eso se deben romper todos los acuerdos con estos organismos.
Así también hay que salirse del TLC con Estados Unidos que entró en vigencia en el año 2006 y ha sido la principal fuente de saqueo y explotación de los recursos del pueblo.
Además, debemos romper los acuerdos militares con Estado Unidos encubiertos bajo la “lucha contra el narcotráfico” con la DEA y los acuerdos de “defensa y seguridad” bajo el dominio del Comando Sur de los Estados Unidos.
Contra el desempleo y la precariedad laboral apliquemos la escala móvil de Jornada de Trabajo
Para combatir el 40 % de empleo informal y el 80% de empleos precarios luchemos por decretar la distribución del todo el trabajo que existe el país entre todos los trabajadores, mediante la reducción de la jornada de trabajo y salarios dignos para todos.
Contra los salarios que no alcanzan escala móvil de Salarios
Distribuyamos todo el trabajo que haya entre todos los trabajadores y definamos salarios que alcancen para vivir dignamente sin que tengamos la necesidad de migrar de nuestra patria y de vivir una vida digna producto de nuestro trabajo. Salarios mínimos de acorde a la necesidad de la familia nicaragüense y no a la voluntad del patrón.
Abajo la Ley 840 del canal por una Reforma Agraria
El 40% de la población nicaragüense es campesina, un verdadero estado de los trabajadores debe apoyare en los campesinos explotados y en los obreros urbanos y rurales. Es por eso que nuestro programa incluye las necesidades de los campesinos.
Nuestra meta final, es la colectivización de la agricultura y de la industria. Sin embargo, estamos en contra de imponer este objetivo a los campesinos.
Levantamos propuestas iniciales que nos lleven a ese camino, pero estas propuestas para el campesinado deben ser corregidas, completadas y ampliadas en el marco de la acción conjunta de los obreros y los campesinos.
En Nicaragua una pequeña minoría ha venido concentrando la mayor parte de la tierra, dedicándola a grandes fincas de café, arroz, azúcar, palma etc.
Proponemos luchar por la derogatoria inmediata de la ley 840 que pretende despojar de sus tierras a los campesinos del sur de Nicaragua.
Expropiación de las grandes propiedades, fincas y haciendas para pasar la tierra al trabajo de la agricultura colectiva, cooperativa y de los pequeños agricultores.
No más desigualdad salarial entre hombres y mujeres
Eliminemos la brecha salarial de hasta un 50% entre hombres y mujeres, así como la semiesclavitud y esclavitud que son víctimas, todo trabajo pagado igual para hombres y mujeres.
Por la vida de las mujeres: empleo y servicios para combatir la violencia
Las niñas y mujeres son constantes víctimas de la violencia sexual, expresada en el alto número de embarazos adolescentes, abusos y violaciones, perpetrados inclusive como mecanismo de represión en el marco de las protestas. El gobierno de Ortega-Murillo es conocido inclusive por perpetrar y encubrir este tipo de violencia.
El machismo presente en la sociedad nicaragüense, se expresa en última instancia en el alto número de femicidios registrados anualmente. Muchas de ellas son víctimas también del desempleo y la falta de acceso a educación y vivienda, que les dificulta acabar con la relación que existe con su agresor. Ante estas condiciones, muchas mujeres se ven obligadas a migrar, dejando a sus familias e hijos, exponiéndose a la incertidumbre, el acoso, el engaño y la irregularidad migratoria.
Por eso exigimos inversión para garantizar el acceso a trabajo, educación, vivienda para las mujeres, y servicios de atención para las víctimas de violencia.
Nos sumamos también a la exigencia por la despenalización del aborto, que debe ir acompañada del acceso a educación sexual laica y a métodos anticonceptivos gratuitos y de calidad.
Exigimos un alto a la persecución del gobierno contra los movimientos de mujeres que han venido denunciando el uso de la violencia institucionalizada y exigiendo derechos para las mujeres.
Nacionalización bajo control de los trabajadores de bancos, industrias claves y transportes
Ortega tiene control directo de la economía, es accionista de empresas y bancos, su dictadura se ha sostenido por los empresarios capitalistas como él.
El pueblo trabajador debe nacionalizar los bancos, los transportes, las minas, las industrias principales, el comercio, para usar esos recursos y redistribuirlos para mejorar el nivel de vida de todo el pueblo, todas esas medidas sin que medie pago por “indemnización” a los capitalistas.
Esas medidas deben recaer sobre los grandes medios de producción, no sobre los pequeños negocios, esos deben quedar fuera de esas medidas y más bien recibir apoyo y promoción de parte del Estado.
Monopolio estatal del comercio exterior
Todo comercio exterior debe pasar por las manos del estado. De esta forma el comercio dejará de estar bajo el monopolio de las empresas privadas que negocian a su conveniencia y no bajo las necesidades del pueblo nicaragüense.
Con la producción y el comercio en manos del estado dirigido por los trabajadores la riqueza producida podrá efectivamente ponerse al servicio de las del pueblo nicaragüense.
Respeto y dignidad para los pueblos indígenas
Libertad de organización y autodeterminación de todos los pueblos indígenas de Nicaragua, todas las tierras que les pertenecen que estén de inmediato en sus manos.
Por una Asamblea Constituyente
Creemos que la única salida verdadera a las necesidades del pueblo nicaragüense es si arrancamos del poder a la dictadura, a la burguesía y construimos un nuevo estado de los trabajadores y los campesinos, con sus propias organizaciones, que surgirán de la propia organización para la lucha por la caída de Daniel Ortega.
Sin embargo, mientras la mayoría de los trabajadores sigan creyendo que la salida debe ser por la derrota de la dictadura apoyando un régimen democrático en el marco del poder de los capitalistas, estamos dispuestos a defender esa democracia contra la dictadura de Ortega y Murillo.
Para que esa democracia sea llevada a fondo, proponemos que una vez hayan caído Ortega y Murillo se realice una asamblea constituyente, amplia, democrática, con proporcional participación de obreros y campesinos a como está compuesta la sociedad nicaragüense.
Esta asamblea debe entre otras cosas garantizar:
- La legalización de todos los partidos políticos, y su derecho irrestricto a la participación en la política.
- Acceso a los medios de comunicación como radio, televisión e internet a todas las fuerzas políticas que están del lado del pueblo y han luchado contra la dictadura de Ortega.
- La disolución del poder ejecutivo y legislativo, y la creación de una asamblea única que combine los poderes legislativos y ejecutivo. Sus miembros electos por un período de dos años. Estos diputados serían electos sobre la base de las asambleas locales, revocables en cualquier momento por sus electores y recibirían el salario de un obrero especializado.
- La reforma agraria que garantice tierra a los pequeños campesinos.
Luchemos por una Centroamérica Socialista
En toda América Central estamos luchando contra los planes de ajuste que el imperialismo está ejecutando unificadamente sobre nuestros pueblos.
El pueblo de Nicaragua debe colocar su heroica lucha en función de fortalecer el combate contra otras dictaduras como la de Juan Orlando Hernández en Honduras y los planes de ajuste neoliberal en los demás países de la región.
La conquista del poder de los trabajadores en una de las naciones centroamericanas no se puede quedar ahí, debemos desarrollar y ampliar esa lucha por una Centroamérica verdaderamente socialista.
Por la construcción de un partido verdaderamente socialista y revolucionario de los trabajadores
Este programa solo podrá ser impulsado si un grupo decidido de hombres y mujeres, quienes han estado al frente de la lucha en las universidades y los barrios toman este programa como propio y se organizan en un nuevo partido político, no para disputar puestos en las elecciones, sino más bien para llevar adelante este programa mediante la lucha diaria.
Esta herramienta política debe funcionar con la más amplia democracia a lo interno, sin caudillos ni líderes auto impuestos, sino con una dirección electa democráticamente y que pueda ser removida cuando sea necesario por la propia base de la organización, quien debe tener el verdadero poder del partido.
Al servicio de una herramienta política para este programa nos ponemos nosotros y las secciones en Centroamérica de la Liga Internacional de los Trabajadores
Comité de Nicaragüenses de la LIT
Liga Internacional de los Trabajadores-Cuarta Internacional