A NUESTROS LECTORES

Presentamos esta nueva edición de nuestra revista con la tristeza de haber perdido a quien era, posiblemente, nuestra principal colaboradora.

Maria Cecília Garcia, “Cecília Toledo” (nombre con el cual firmaba sus artículos y libros)  o simplemente Cilinha, como era llamada cariñosamente por sus amigos, familiares y camaradas, falleció el día 23 de septiembre, en su ciudad natal, San Pablo.

Cecília era periodista, doctora en comunicación, profesora universitaria, escritora, dramaturga, actriz, directora y crítica de teatro. Trabajó en varias universidades, en la prensa alternativa, y en importantes publicaciones de la ciudad de San Pablo pero, antes que nada, era una militante revolucionaria, y nunca dejó de serlo desde que en el año 1976, durante la dictadura militar en su país, ingresó a la antigua Liga Operaria.

Por la persecuciónque sufrió durante la dictadura, hace dos añosfue amnistiada por el Estado brasileño,que formalmente le pidió perdón y le concedió una pensión vitalicia.

Actualmente era militante del PSTU brasileño y de la LIT-CI (Liga Internacional de los Trabajadores – IV Internacional) y también, como parte de la LIT, militó, en la década del ’80,  en el MAS argentino (cuando este era dirigido por Nahuel Moreno) y, más recientemente, en la ISL de Inglaterra.

En los últimos 20 años se dedicó a estudiar y a militar, intensamente, en pro de la liberación de las mujeres, que para ella, como marxista, solo se podría lograr con la unidad de hombres y mujeres en la lucha por la revolución socialista. De esa forma, durante mucho tiempo, hizo parte de la comisión de mujeres del PSTU y de la LIT.

Como parte de esa luchaescribió un libro titulado “El género nos une, la clase nos divide”, que fue editado y reeditado varias veces en español, portugués y catalán y que se transformó en una referencia para varios miles de personas, en especial para las mujeres.

Como militante de la LIT recorrió varios países (Argentina, Brasil, España, Portugal, Ecuador, Bolivia, Marruecos e Inglaterra) presentando, en debates, conferencias y seminarios, sus principales conclusiones sobre la cuestión de la mujer en la sociedad capitalista y ayudando a que ellas se organicen para pelear por sus derechos.

En el año 1999 los médicos le detectaron un cáncer; sin embargo, las cirugías por las que tuvo que pasar, así como los frecuentes exámenes, tratamientos de radioterapia y quimioterapia no mellaron su espíritu de lucha y su voluntad de pelear por la vida y por la revolución. Y los lectores de Marxismo Vivo son testigos de eso.

Pocos después de su primera cirugía, en el mes de junio de 2000, salía a luz el primer número de la Revista Marxismo Vivo y, desde entonces, ella no fue una persona más en la revista. No solo hacía importantes artículos sino que, con la humildad de los grandes, traducía y revisaba los textos, desgravaba las entrevistas, coordinaba el trabajo con los diferentes colaboradores y hasta vendía la revista en las bancas, que era su actividad preferida.

A tal punto era así que, el primer número de la revista se iba a atrasar porque la tapa no estaba pronta. Ella no coincidió con la propuesta de atrasar la salida de la revista. Nunca había hecho una tapa en su vida pero para ella eso no era un obstáculo. Se pasó toda la noche tratando de hacer una tapa y la hizo. A la mañana siguiente la revista estaba, como había sido planificado, en la gráfica.

Cecília era el alma de la revista,a la que aportó mucho sudor y también mucha capacidad intelectual, como lo demuestran los innumerablestrabajos sobre Medio Oriente, cultura, mujer, Bolivia, prensa obrera, cuestión nacional, religión  y otros temas más.

En Marxismo Vivo Nueva época hizo parte de su consejo editorial. En la última reunión del Consejoella no pudo participar pues ya estaba muy debilitada, pero igual, en su ausencia, fue votado que ella, junto con dos colaboradores más, harían parte de un nuevo Consejo de Edición que sería responsable por todo el trabajo práctico de la revista. Ella aceptó la propuesta pero no pudo cumplir con su tarea. Posiblemente fue la única tarea que, en toda su vida militante, se comprometió a hacer y no hizo. Su enfermedad avanzada se lo impidió.

Después de 16 años de lucha contra su enfermedad, Cecília nos dejó, pero con nosotros quedó no solo su recuerdo y su ejemplo sino su obra, sus libros, sus artículos, sus charlas y videos, sus piezas de teatro y también un libro que terminó de escribir antes de morir, que se llama “Género y Clase”, que nuevamente trata sobre el problema de la mujer y que próximamente será editado por Marxismo Vivo (en español) y por la Sundermann (en portugués).

Unos pocos días después de su muerte, en la ciudad de Mar del Plata (Argentina), en el XXX Encuentro Nacional de Mujeres, que reunió 65.000 compañeras, se presentó, en forma oficial, una de las obras de teatro que Cecília escribió:“Lucha mujer poética”.

La obra fue presentada por un grupo de actrices que Cecilia formó y dirigió en ese país. El teatro estaba lleno y el público aplaudió de pie. Así le rindieron un último homenaje a esta artista y luchadora incansable.

En el homenaje que se le hizo en el teatro Ruth Escobar, en San Pablo, las centenas de personas presentes levantaron su puño y gritaron: ¡Cilinha, presente! ¡Hasta el socialismo siempre! Nada más justo.

Los editores, en memoria de nuestra compañera Cilinha.