Dos semanas después de la asamblea del 8 de diciembre, a la que asistieron más de 150 personas del barrio para decidir qué hacer ante el inminente cierre del mercado de Campoamor, hablamos con Ramon Giménez, presidente de la Associació del Poble del Sud de Sabadell, miembro de la junta y activista en la lucha contra el cierre del mercado de Campoamor.
El mercado de Campoamor está en peligro de cierre. ¿Por qué?
La existencia del Mercado se contrapone al proyecto del gobierno municipal de Sabadell, el cual plantea que, frente a la supuesta inutilidad de la instalación, es preferible cerrarlo definitivamente el 31 de marzo de 2020, para echarlo abajo y construir un auditorio y unos pisos de alquiler para jóvenes. Esto es lo que dice el gobierno municipal; ellos piensan que la vida del mercado ha terminado, lo ven “deficitario” y deciden quitarlo y poner otros equipamientos que, en su opinión, son más necesarios que un mercado. El problema es que nos estamos quedando sin tejido comercial en la zona. Para comprar solo tenemos el LIDL y el Mercadona, y el Mercadona va a cerrar en breves.
Explícanos qué trabajo hacéis desde la Associació de Poble del Sud de Sabadell.
La Associació de Poble del Sud de Sabadell somos una entidad autofinanciada que agrupa a vecinos y vecinas de la zona sud de Sabadell, combinando la cultura popular con la lucha vecinal de toda la vida y las reivindicaciones de los barrios. De alguna manera, intentamos ser un altavoz de la protesta popular, para que toda la injusticia y la inconformidad que se vive en la periferia se materialice en una asamblea y en un espacio de lucha.
Nosotros somos una entidad novel: nacimos en el año 2013 y estuvimos activos hasta el 2016. En ese período de tiempo, organizamos todo tipo de eventos culturales: la fiesta mayor del barrio de Campoamor en 2015, carnavales, castañadas populares y otros proyectos del día a día, tales como talleres de informática, pintura, baile latino, clases de repaso escolar, varios equipos de fútbol sala, etc.
Tras la pausa desde 2016, retomamos la asociación en el verano del 2019, al calor también de la indignación generada por el cierre del Mercado de Campoamor. Desde entonces hemos organizado dos asambleas (la del 8 de noviembre y la del 8 de diciembre), además de una campaña constante a pie de calle: encarteladas, boca, boca, hablar con los vecinos/as, con los pequeños comercios, etc. Básicamente nuestro trabajo está en la calle. Ahora nuestra principal tarea es la recogida de firmas para sumar apoyos contra el cierre del Mercado.
¿Qué dice el gobierno municipal de Marta Farrés? ¿Y el resto de los grupos políticos del Ayuntamiento?
El PSC en su campaña y su programa electoral ya proponía el cierre del mercado. Lo que continuamente expresa el gobierno de Marta Farrés es “que priorizan las personas”. Yo me pregunto, ¿acaso priorizar a las personas no sería potenciar el comercio de proximidad? Dicen que han hecho un estudio que demuestra que la construcción de un auditorio y pisos de alquiler será un polo de atracción para futuros comercios de la zona. En mi opinión poco tiene que ver una obra de teatro con una pescadería… ¡pero ellos sabrán! Lo realmente frustrante de esto, es que lo quieren llevar a cabo sin realizar una consulta profunda a los vecinos y vecinas del barrio.
Nosotros pensamos que los jóvenes no nos vamos a quedar en el barrio porque haya más viviendas, porque viviendas vacías hay; lo que los jóvenes necesitamos es trabajo y salarios dignos. Ahí está el eje central. El ladrillo no soluciona ese problema. Otra cosa es que el gobierno municipal no quiera intervenir en las viviendas y en la regulación de los precios del alquiler, pero que no nos engañen. Ellos tienen su análisis, y en el barrio tenemos otro.
Desde la Asociación nos hemos reunido con todos los grupos políticos con representación en el Ayuntamiento. Aunque con matices, pero todos coinciden en que el barrio necesita comercio de proximidad y se oponen al cierre del mercado. Son conscientes de que no tenemos sitios para comprar y la gente mayor que tiene problemas de movilidad no se pueden desplazar.
Algunas Asociaciones de Vecinos han dado luz verde a este proyecto. ¿Qué opináis al respecto?
Ante todo, quiero dejar claro que nosotros sentimos un gran respeto y admiramos a estas asociaciones por su bagaje histórico y por su lucha por la dignificación de los barrios. La cuestión está en que no coincidimos con el tema del mercado. Al margen de que hayan hecho reuniones o asambleas, consideramos que el hecho de que le den luz verde al proyecto del gobierno no refleja la voluntad de la mayoría del barrio, y nuestra campaña así lo demuestra. No estamos en contra de estas asociaciones ni somos enemigas, ni mucho menos, pero la cobertura que han dado al tema es insuficiente porque no ha tenido la representatividad y participación vecinal que debería una cuestión de esta magnitud.
¿Qué aprobó la asamblea del 8 de diciembre?
La asamblea del 8 de diciembre que tuvo una participación masiva aprobó dos cosas principalmente:
En primer lugar, ratificó la voluntad del barrio de oponerse categóricamente al cierre del Mercado de Campoamor.
En segundo lugar, aprobó presentar una moción al pleno del Ayuntamiento del 7 enero con 3 ejes:
1.- No al cierre del Mercado.
2.- La creación de una mesa de trabajo amplia, con todos los grupos políticos del Ayuntamiento, el gobierno municipal, vecinos y vecinas, y comerciantes del barrio, para redefinir el proyecto del Mercado e intentar buscar una solución que responda a las necesidades reales del barrio.
3.- Mientras este proceso está en marcha, que no será algo corto ni breve, que se permita la entrada de nuevos paradistas al Mercado, para que no se deteriore todavía más.
Desde la asociación decís que los barrios son los que deciden. ¿Por qué?
Esto forma parte de nuestro ADN ideológico. Los barrios son las capas principales de la ciudad y la periferia tiene derecho a ser escuchada. Quien vive en el barrio es quien mejor conoce la realidad y las necesidades de la zona y es una forma de representar de forma directa y viva estas zonas.
La legitimidad de las políticas públicas debe nacer de abajo, de las necesidades que tengan los vecinos/as y de la legitimidad que ellos les otorguen a estas políticas. Nuestra lucha contra el cierre del Mercado demuestra que las políticas e intervención públicas tienen que estar supeditadas al interés general de la población y de los barrios en particular. No pude ser que un Ayuntamiento pretenda intervenir en una zona sin consultar ni escuchar a los vecinos y vecinas.
La política no es solo el Ayuntamiento; se hace y nace en las calles y se hace todos los días, no solamente votando cada cuatro años o en las sesiones del Pleno. Esto es de vital importancia; las asociaciones de barrio hemos de mojarnos, tomar posiciones y sacar músculo por y para nuestros barrios. Independientemente del color político que mande.
Marta Farrés y el PSC se comprometió, en la asamblea del 8 de diciembre, a dialogar. ¿Qué opináis al respecto?
Valoramos que se nos escuche, pero no nos han llamado para dialogar ni conversar después de la asamblea. Aun así, tenemos su palabra de que van a atender a la demanda que tiene el barrio, esperamos que la cumplan y estén a la altura de las circunstancias.
¿Qué esperáis de la moción que vais a presentar en enero?
Esperamos que haya un debato amplio y profundo con los vecinos/as presentes y esperamos que el pleno apruebe la moción. Nuestra esperanza es que el gobierno municipal recule con su proyecto de cierre, que atienda a la necesidad del barrio y la incorpore a su plan de gobierno y se busque una solución para repensar qué hacemos en Campoamor. En ningún momento hemos contrapuesto o excluido proyectos; la existencia de paradas comerciales es perfectamente compatible con la existencia de otro equipamiento cultural. Está en manos del gobierno sumar o excluir.
¿Qué podemos hacer para colaborar con esta lucha desde el barrio y fuera del barrio?
Se nos ha acusado de que la asamblea del 8 de diciembre se llenó con gente de otros barrios y de partidos políticos. La asamblea estuvo llena de vecinos del barrio, pero también vino gente de otros barrios, que decidieron solidarizarse. También vino gente implicada en el panorama político de distintos bandos. Nosotros no vamos a negarle la entrada a una asamblea a nadie, a ningún político, a ningún cargo público y a vecinos de otros barrios. Al fin y al cabo, es solidaridad entre barrios y es imprescindible. Cualquiera tiene derecho a apoyar esta lucha, porque hoy es Campoamor, pero mañana puede ser cualquier otro barrio y nosotros también estaremos ahí.
Pedimos a las organizaciones que sean altavoz de esta lucha, apoyarnos con la recogida de firmas, con las encarteladas y con la campaña a pie de calle. No queremos que las organizaciones se limiten a hacer ciberactivismo, necesitamos apoyo a pie de calle porque ahí es donde se forja la movilización y la lucha se fortalece.