El siguiente texto es una propuesta inicial para las elecciones generales elaborada por un grupo de sindicalistas que apoyan las candidaturas de unidad popular en el estado español. La defensa de la clase trabajadora
Desde el inicio de la crisis las medidas de recortes diseñadas por la Troika y aplicadas por los gobiernos del PSOE y el Partido Popular sólo han servido para crear una verdadera catástrofe social, afectando de manera cruel a la clase trabajadora con menos recursos económicos, creando una sociedad de pobres y excluidos, a los que se les está negando el poder tener derecho a una vida digna y con futuro.
Como consecuencia de estas políticas de austeridad la desigualdad ha crecido a niveles sin precedentes.
Por lo tanto los efectos de la crisis así como las consecuencias de las políticas de austeridad ha sido organizados y aplicados para empobrecer a la inmensa mayoría de la población, todo ello con el objetivo de mejorar los resultados económicos de la banca y las grandes empresas.
La pobreza y exclusión no son fenómenos nuevos en nuestro país, pero esta crisis ha desnudado y acrecentado esta terrible realidad.
Los ideólogos y apologetas del sistema capitalista decretaron el fin de las clases sociales y la lucha de clases. Pero la desigualdad creciente, los salarios de miseria, la pérdida de derechos sociales y democráticos, la corrupción… demuestran que el Estado, sus instituciones y los gobiernos de turno, actúan para preservar las relaciones sociales de producción capitalista y los intereses de una clase social.
La lucha de clases tiene sus orígenes en la lucha por las mejoras sociales y económicas, por nuestras condiciones de vida y por la conquista y defensa de las libertades democráticas.
La clase trabajadora la formamos las mujeres y los hombres que vendemos nuestra fuerza de trabajo a cambio de un salario, estemos en activo, parados o jubilados; seamos hombres o mujeres, autóctonos o migrantes, jóvenes o mayores.
No hay cambio social sin lucha, sin la clase obrera asumiendo un papel activo como abanderada de todos los oprimidos. Sólo desde la unidad y la lucha de la clase trabajadora, que somos la inmensa mayoría, podremos conseguir unas condiciones de vida dignas para todas y todos.
La búsqueda de una salida “intermedia”, de negar la existencia de las contradicciones sociales ubicándonos a todos en el concepto de “clases medias”, pretendiendo evitar la confrontación social con los poderosos, con los banqueros, terratenientes, las multinacionales y todo su entramado institucional, conduce las luchas al aislamiento, al fracaso y a la desmoralización de miles de trabajadores/as.
Por enésima vez en la historia, las luchas obreras y populares, las de las nacionalidades, las del 15M, las mareas… nos colocan ante el dilema de “reforma o ruptura”. Eludir la ruptura en aras de un supuesto realismo es repetir lo que nos ha conducido al actual estado de catástrofe social y retroceso en todos los terrenos. Es convertir los anhelos de cambio en un simple recambio.
Estamos convencidos de que no habrá cambio social posible sin ir a las raíces: sin retomar la lucha obrera, sin un programa de emergencia a favor de los trabajadores y el pueblo, sin enfrentarnos a los banqueros y al Ibex 35, sin enfrentarnos a la Troika y al régimen monárquico.
La clase trabajadora tendrá que recuperar el orgullo de pertenecer a esta clase, como nuestros abuelos y padres.
La fragmentación de la clase trabajadora
Uno de los objetivos del régimen desde el inicio de la andadura “democrática” en nuestro país se basó en la división de la clase obrera. La dispersión del voto de la clase trabajadora haciéndonos creer, hasta llegar a “convencernos”, de que la lucha de clases se había terminado, que era necesario la aceptación del modelo económico capitalista por parte de la clase trabajadora, ello nos dotaría de los medios necesarios para alcanzar un alto nivel de vida, con el que pasaríamos al de estatus social de clase media.
Entendemos que es necesario que desde las candidaturas de Unidad Popular, mantengamos un discurso nítido sobre la realidad y la vigencia de la lucha de clases.
Todo lo que camine en una dirección contraria, diluye los contornos de los enemigos, haciendo más fuerte a la clase dominante, el vacío de discurso ideológico nos conduce a que la propia ciudadanía no reconozca e identifique con claridad las causas de los problemas que condenan a la mayoría social a la pobreza y la exclusión.
Por tanto entendemos que el único instrumento valido para la transformación y superación del modelo actual es la Unidad Popular, es decir, algo que transcienda de la mera candidatura electoral ya que también lo conforma el movimiento sindical, asociativo y otras formas de lucha sociales.
La Unidad Popular, es el instrumento que utilizamos para forjar y dar sentido colectivo a las distintas luchas que desde todos estos ámbitos antes mencionados se vienen dando, estas luchas, son sin dudarlo producto de la lucha de clases que se originan principalmente en la contracción capital trabajo, es decir entre aquellas personas que son explotadas y sus explotadores, entre opresores y oprimidos.
Ejemplos tales son las distintas luchas que se vienen dando: barrenderos y jardineros, la plantilla de Coca-Cola, Telefónica-Movistar, son sólo una pequeña muestra de ejemplos, seguramente los más mediáticos, de cómo la clase trabajadora tiene que enfrentarse a una clase dominante que tanto en el ámbito privado como público trabaja para empoderar a la burguesía monopolista y la oligarquía financiera.
Construir la unidad popular para las elecciones generales.
Se habla y mucho de la unidad popular, pero la posibilidad de que la misma se produzca no pasa únicamente por la unidad electoral. Para lograr este objetivo se necesita de otras patas fundamentales y necesarias, como el mundo del trabajo (la clase trabajadora, motor fundamental para la transformación de la sociedad), la construcción de poder real y la capacidad de movilizar a las capas populares para defender y recuperar las conquistas sociales y democráticas que nos han sido robadas para favorecer los intereses de una minoría y asegurar los beneficios de los que nos han llevado a este estado de excepción social.
Unidad popular para acometer una revolución democrática y social contra los intereses de la Troika, del capital y de esa minoría de la sociedad que es representada por las políticas de los gobiernos actuales contra los intereses de la mayoría social.
Unidad popular para hacer del Congreso de los Diputados una tribuna de denuncia y defensa de los intereses y derechos de la mayoría social, para poner esa representación al servicio de la lucha de los trabajadores/as y el pueblo.
El programa es un contrato social con los trabajadores/as y el pueblo
La “vieja política”, la que representan partidos como el PP y el PSOE, entre otros, ha hecho un hábito de las palabras vacías, del “puedo prometer y prometo”, de los programas que no se cumplen o se desechan al día siguiente de las elecciones.
Hay anhelos de cambio en millones de jóvenes y trabajadores/as, pero el cambio no deja de ser un significante vacío si no se expresa en términos de propuestas y de un programa que dé significado al cambio que proponemos.
Las medidas que a continuación se desarrollan no pretenden ser un programa acabado. Esas medidas responden a dos aspectos fundamentales. El primero, a las necesidades más apremiantes de la clase obrera y de la inmensa mayoría del pueblo. El segundo, son en su mayor parte las reivindicaciones que masivamente hemos puesto en la calle desde el inicio de la crisis, desde las luchas obreras, el 15M, las manifestaciones masivas en Cataluña, las mareas en defensa de la educación y la sanidad pública, las mujeres contra las reaccionarias leyes machistas, etc. El programa responde pues a un intento de sistematización de esas demandas.
El programa no es un conjunto de “sugerencias”, sino un contrato social, que nos compromete a luchar por él. Lograrlo o no dependerá de dos cosas, del resultado que obtengamos en las urnas y de la movilización permanente de los trabajadores y el pueblo en apoyo de que se cumpla esas propuestas frente a la inevitable oposición del todo el coro de banqueros y corruptos y todas sus instituciones, comenzando por la Unión Europea y la Troika.
Los partidos del régimen convocan elecciones bajo una ley profundamente antidemocrática que no garantiza siquiera el principio de la democracia burguesa: una persona un voto.
Más aún, cuando los resultados electorales les son adversos, apelan a la “responsabilidad política”, a la “responsabilidad institucional”, al “respeto a las leyes”, las mismas leyes que ellos incumplieron o modificaron sin la menor consulta al pueblo. Las mismas leyes que garantizan que una minoría de banqueros, multinacionales y transnacionales preserven sus privilegios.
El compromiso de Ahora en Común es con los trabajadores/as y el pueblo, con sus necesidades y sus demandas y no con las instituciones del régimen ni con las leyes que hay que echar abajo.
Nuestras propuestas centrales
Defendemos un programa de salida a la crisis al servicio de la gran mayoría
- Un nuevo Estatuto de los Trabajadores, derogando las reformas laborales y de las pensiones, que ponga freno y sea vigilante con los despidos masivos, los ERE’s y ERTE’s con los que la actual legislación es absolutamente permisiva y con el secuestro de la negociación colectiva.
- Un plan de emergencia social, que garantice que ninguna familia se queda sin alimento, vivienda, educación y sanidad. Comenzando para ello con la prohibición de los desahucios y el establecimiento de un parque público de alquiler social con el enorme patrimonio que retienen banqueros y grandes inmobiliarias.
- Un plan de choque contra el desempleo, que incluya la reducción de la jornada laboral sin reducir el salario, para repartir el trabajo, así como la prestación universal de desempleo a todo parado en tanto no se les facilite empleo.
- Educación y Sanidad 100% públicas y de calidad.
- El establecimiento de un SMI y pensiones mínimas a nivel europeo.
- Reforma fiscal para que paguen los que ahora no lo hacen: los ricos, los especuladores y la Iglesia.
- Reforma agraria, basada en el principio de la tierra para quien la trabaja.
- Pero no hay posibilidad de llevar adelante este plan de rescate sin derogar de manera inmediata el art. 135 de la Constitución que PSOE y PP aprobaron de urgencia y a escondidas, sin decretar una inmediata moratoria del pago de la deuda con los banqueros y especuladores, mientras se pone en marcha una auditoría y el pueblo decide qué hacer con ella.
- Del mismo modo, tampoco podremos reindustrializar el país y asegurar un verdadero plan de empleo sin crear una Banca Pública y nacionalizar las industrias claves y la minería.
- Un plan de medidas de urgencia en defensa de los derechos democráticos y contra toda forma de opresión:
- Apertura de un proceso constituyente que defina un nuevo modelo de estado social y representativo. Que comience por el derecho de la ciudadanía a elegir entre monarquía y república.
- Estamos por la autodeterminación de los pueblos, por su derecho a decidir. No queremos ninguna unión forzada sino una unión libre entre pueblos libres.
- Exigimos la derogación de la Ley Mordaza y todas las leyes represivas y exigimos una Amnistía Social de todos los procesados, detenidos o multados en estos años de lucha contra la crisis.
- La lucha contra el machismo y la homofobia, contra la opresión a las mujeres y a todos los colectivos perseguidos o discriminados por su orientación sexual.
- Somos conscientes de que un programa como éste jamás será aceptado por la UE y la Troika. La defensa de la soberanía nacional exige desacatar cualquier limitación a la aplicación de estos planes. Propondremos por tanto un referéndum vinculante sobre la permanencia en el Euro y de la UE.
Estas once grandes medidas, es nuestra contribución para que la clase obrera entre en acción y ocupe el centro del “tablero político”, sin dejar en manos ajenas lo que nos corresponde hacer a nosotros/as.
Podéis mirar el programa completo en el siguiente enlace: http://luchaspopulares.org/sindicalistas-unidad-popular/wp-content/uploads/2015/08/PROPUESTAS-.pdf
Página web de Sindicalistas por la Unidad Popular
El documento es un borrador, las propuestas o enmiendas podéis mandarlas al siguiente correo electrónico: sindicalistasencomun.madrid@gmail.com