Artículo del PSTU (Argentina)
Finalmente Lula se entregó a la justicia y se encuentra en prisión acusado por corrupción.
En este artículo trataremos de abordar los principales debates que se están desarrollando alrededor de la sentencia y la cárcel a Lula. Para eso nos parece fundamental empezar por discutir quién es Lula, ¿para quien gobernó él y su partido?, ¿por qué los trabajadores no salieron masivamente a defenderlo?, ¿Hay un golpe de estado en Brasil? y una pregunta que se desprende de las respuesta que demos a las anteriores ¿Qué es lo que tenemos que hacer los trabajadores y el pueblo en Brasil?
Nuestro partido hermano, el PSTU de Brasil, no fue a los actos en defensa de Lula, ni defendió a Lula, como tampoco salió a defender a Dilma en el 2016. Nosotros, como parte de la Liga Internacional de los Trabajadores (LIT-CI) defendemos esta política y peleamos por ella aquí en Argentina.
¿Para quién gobernó Lula y el PT?
El PT argumenta que Lula estaría siendo perseguido políticamente por “haber defendido a los pobres frente al mercado”. Acá en Argentina, el kirchnerismo y la mayoría de los dirigentes sindicales de la CGT y la CTA, incluso Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, han salido a movilizarse en defensa de Lula junto a partidos como el MST. Otros partidos como el PTS y el PO no movilizaron junto al kirchnerismo pero también salieron en defensa de Lula.
Es un debate fundamental. Parte de esa discusión es quién es Lula y para quienes gobernó. Muchas organizaciones y personalidades difunden la idea de que Lula es un obrero y que el PT es un partido que gobernó para los trabajadores. Para nosotros esto es falso. Lula fue obrero y un luchador, pero hace muchos años que no lo es. El, y su partido, el PT, gobernó durante 13 años, en alianza con partidos burgueses. Temer, el actual presidente de Brasil, fue Vice de Dilma Roussef, por ejemplo.
Como dicen nuestros compañeros del PSTU de Brasil, “Los gobiernos del PMDB, del PSDB y del PT (todos aliados al DEM, PP, Solidariedade y otros partidos burgueses) gobernaron todos y siempre para la JBS, la Odebrecht, la OAS, el Itaú, el Bradesco, la Volkswagen, la GM, la Oi, la Globo, la Embraer, el Santader, la Gerdau, etc.”
“El dueño (padre) de Odebrecht, el dictador de Angola y tantos otros grandes amigos de Lula y del PT, muestran que el PT hizo un gobierno enteramente burgués y proimperialista, con corruptos y corruptores. Gobiernos burgueses son corruptos. La corrupción es parte del capitalismo. Y el PT decidió gobernar el capitalismo para los capitalistas.”
“Lula y su programa de conciliación de clases, es responsable por perpetrar la miseria y la pobreza en nuestro país, en favor de las ganancias de los banqueros y grandes empresarios. Responsable aún por el aumento de la criminalización de la juventud pobre y negra, e incluso de medidas antidemocráticas y represivas, como la Ley Antiterrorismo propuesta y sancionada por el gobierno Dilma”.
Lula no sacó a la burguesía de Brasil, no terminó con el capitalismo y la explotación en Brasil, porque nunca fue su objetivo, por el contrario, permitió que sigan creciendo las grandes multinacionales y algunas patronales locales. Todo esto lo hizo en nombre de los trabajadores y el pueblo.
Lula dejó de ser un obrero y se convirtió en un dirigente corrupto que hoy está siendo juzgado por haber hecho negocios desde el Gobierno, utilizando los recursos del Estado para su beneficio personal.
¿Por qué no salieron los trabajadores a la calle a defender a Lula?
A pesar de las imágenes donde podían verse algunas personas alrededor del sindicato donde se refugió Lula, la realidad es que los trabajadores y el pueblo no salieron a las calles a impedir que encarcelen a Lula. No tuvo nada que ver con Perón en el 45, como dijeron algunos. Para nosotros, no salieron a defender a Lula, porque más allá de las mediciones electorales, los trabajadores no se juegan la vida por Lula, porque en su gran mayoría han roto con el PT.
Y los que estaban dispuestos a salir a defenderlo se encontraron con un problema. El mismo Lula llamó a la calma diciendo “Yo no estoy por encima de la justicia, si yo no confiara en la justicia no hubiese hecho un partido político, habría propuesto la revolución”.
Pero no todos compartimos la misma opinión. Según el PTS, y su grupo brasilero MNR, los trabajadores no salieron a defender a Lula porque los 13 años de gobierno del PT dejaron a los trabajadores desmoralizados.
Con esto no quieren decir que los trabajadores rompieron con Lula, sino que no quieren pelear porque están desmoralizados, por eso no salen a defenderlo.
Atrás de esta argumentación se esconde la “ola conservadora” con la cual el PTS, la mayoría de los partidos de izquierda, junto con el Kirchnerismo, el Lulismo y el Chavismo han justificado la salida de los gobiernos de Dilma y Cristina Kirchner.
Nosotros al igual que en el 2016, frente al Impachment que sacó a Dilma del Gobierno, decimos que no hay ninguna ola conservadora, que lo que ocurre en América Latina es el aumento de los enfrentamientos con los gobiernos que aplican el ajuste. El Impachment fue para prevenir que los trabajadores sacaran a Dilma movilizándose en las calles. De esa forma se garantizaron un pase de manos tranquilos a Temer. Cristina perdió las elecciones porque los trabajadores repudiaron en las urnas el ajuste de su gobierno. Macri y Temer llegaron al gobierno no porque la gente está desmoralizada y gira a la derecha. Todo lo contrario. El principal proceso es de ruptura con los gobiernos que ajustan, llámense de izquierda o de derecha.
En Argentina tenemos el reciente ejemplo de que a pesar de que el Macrismo ganó las elecciones legislativas en octubre del 2017, a los pocos meses salimos miles a las calles a enfrentar la reforma previsional enfrentando a la policía. Cristina perdió en octubre y Macri ganó. Según los K, y la propia izquierda eso es producto de un giro a la derecha. Pero esos análisis electoralistas que hacen tanto los partidos patronales como muchos partidos de izquierda como el PTS, el PO, el MST, el Nuevo Mas, no tienen nada que ver con la situación real de la lucha de clases.
¿Hay un golpe de estado en Brasil?
El PT planteó en 2016 que la salida de Dilma a través del juicio político significó un golpe de estado institucional. Para nosotros, como ya explicamos, no fue un “golpe institucional”, ni ninguna clase de golpe. El Impachment es un mecanismo contemplado en la Constitución del Estado de Brasil. La salida de Dilma no se hizo a través de un golpe, sino aplicando sus propias reglas “democráticas” amparadas por su propia constitución.
La sentencia contra Lula sería otro golpe, dentro del golpe anterior.
Para nosotros no hay ningún golpe de estado, de ningún tipo en Brasil, ni ningún estado de excepción, sino la democracia burguesa actuando con sus propias reglas.
Algunos, como el dirigente del PTS, Cristian Castillo han comparado lo ocurrido con Lula, con el golpe gorila del 55 en Argentina que derrocó a Perón. Nosotros creemos que no hubo golpe en Brasil y por eso no tiene nada que ver con el golpe gorila del 55. Ahí si hubo un golpe militar, donde las Fuerzas Armadas tomaron el poder del estado poniendo al General Lonardi y luego al general Aramburu a la cabeza de la dictadura. Hoy en Brasil sigue gobernando Temer, que fue Vicepresidente de Dilma Roussef.
Hablando de golpe de estado y de estado de excepción, el PT y los partidos que sostienen esta idea del golpe como el PTS, el PO, etc, no hacen otra cosa que embellecer la democracia burguesa y a personajes como Lula o Dilma Roussef y su partido el PT.
Tan raro es este golpe de estado, que Lula y el PT están haciendo alianzas electorales con el PMDB (partido del presidente Temer). Hasta incluso figuras del PSDB, como Fernando Henrique Cardoso (FHC) declararon que prefieren vencer a Lula “en las urnas a verlo en la cárcel”.
Pero el Partido Obrero va más allá, poniéndose incluso a la derecha del PT. Para el PO “el encarcelamiento inmediato de Lula, para vetar su candidatura, por exigencia militar, constituye un golpe de estado en regla”. La Corte Suprema de Brasil aparentemente fue “apretada por el golpe para encarcelar a Lula… la amenaza implícita de reprimir toda protesta popular contra el encarcelamiento, convierte al régimen político fraudulento instalado en Brasil en un protectorado militar. Para el PO hubo un cambio de régimen político y hoy lo que habría que Brasil es un Protectorado Militar. Y continua con esta reflexión “Todo esto pone en claro que el llamado ‘golpe parlamentario” o “institucional” que se produjo en junio de 2016 fue un golpe militar” . Es decir, habría una dictadura en Brasil desde el año 2016.
Pasando en limpio, para el PO, el Impachment contra Dilma fue un golpe Militar, pero sin que los militares tomaran el poder. Para el PO el hecho de que la presidenta haya sido apartada del cargo por corrupción, utilizando los mecanismos de la democracia burguesa configura un golpe militar.
El Partido Obrero de esta forma embellece la democracia burguesa, a la vez que inventa un golpe de estado que no existe para justificar su capitulación a Lula, al PT y a Dilma en el 2016.
Sin duda todos los gobiernos están aumentando la represión. Lo vemos en Argentina claramente. Los gobiernos anteriores también reprimieron, pero con la intensificación de la lucha de clases, también se intensifica la represión. Pero de ahí a decir que hay un golpe de estado en Brasil hay unas cuantas diferencias.
Si lo hubiera, desde el PSTU estaríamos llamando ya mismo a derrotar el golpe en las calles, pero no hay ningún golpe de estado, sino dos bandos burgueses peleándose por el control del Estado utilizando la constitución, la justicia y las leyes del estado burgués que tanto un bando como otro defienden.
Lamentablemente, con el discurso de defensa de la democracia y el invento del golpe, la mayoría de los partidos de izquierda terminan considerando progresivo uno de estos bandos burgueses y se ubican en su defensa. De esta forma, abandonan la pelea por la independencia política de la clase obrera, llevando a quienes los siguen por el camino de la conciliación y el abandono de la lucha de clases.
El PSOL en Brasil, que está integrado por varias organizaciones de izquierda, entre ellas Izquierda Socialista, Nuevo Mas y MST, apoya la idea del golpe y salió a defender a Lula en nombre de la defensa de la democracia.
Izquierda Socialista, tiene una posición opuesta al resto del PSOL y el FIT en Argentina, y muy similar a la nuestra, pero sigue siendo parte del PSOL, que apoya a Lula, haciendo alianzas y frentes con el PT.
De esta forma, con la mentira del golpe, partidos patronales, junto a partidos reformistas y algunos que se dicen revolucionarios conformaron un frente en Brasil para defender la democracia de los patrones, pero no peleando en las calles, sino llamando a votar en las próximas elecciones, haciendo actos electorales en favor de Lula y su candidatura.
Una forma rara de enfrentar “un golpe de estado”.
Por una salida obrera y socialista
Nosotros estamos en contra de formar frentes con partidos patronales. Si hubiera realmente un golpe de estado nos levantaríamos en armas junto a los partidos patronales para enfrentar el golpe. Pero eso no es lo que está ocurriendo en Brasil. Lo que ocurre en Brasil es que frente a la ruptura de masas con el PT y la mayoría de los partidos que ajustan, la izquierda salió a defender a Lula y la democracia burguesa.
Nosotros creemos que todos los corruptos tienen que estar presos.
La salida para los trabajadores en Brasil no es construir un frente con los partidos patronales como hace el PSOL con el PT. La salida es la movilización en las calles hasta sacar a Temer, encarcelar a todos los corruptos que hicieron fortuna a costa del hambre de los trabajadores y el pueblo, y poner en pie una alternativa que no concilie con la burguesía como hizo el PT y está haciendo el PSOL.
En Argentina, desde el PSTU decimos que tenemos que sacar a Macri como sacamos a De la Rúa en el 2001 y poner en su lugar un gobierno de los trabajadores y el pueblo. Nuestros hermanos del PSTU de Brasil dicen, que “Para cambiar el Brasil de verdad precisamos sacar a Temer y su cuadrilla, pero no para repetir los 14 años de gobierno del PT. Brasil precisa de un gobierno socialista de los trabajadores, para acabar con toda la explotación y opresión del capitalismo y construir una sociedad socialista”.