A continuación reproducimos la traducción al castellano de un artículo de nuestr@s compañer@s de Catalunya, en el que explican el nuevo ataque que está sufriendo la lengua catalana, sobre todo en los centros de estudios. ¡Reproducimos el artículo porque la defensa de la lengua de las naciones oprimidas es una tarea de los y las revolucionarias en todo el Estado!
Recientemente, el TSJC ha anunciado que la Generalitat tiene 15 días para hacer efectivo el cumplimiento de la sentencia de impartir un 25% de clases en castellano, es decir, impartir al menos una asignatura troncal en castellano, además de su asignatura propia de lengua castellana.
Esta sentencia no la podemos entender como nada más que un nuevo ataque contra la escuela catalana y Catalunya, en general. El pasado diciembre de 2021 publicamos un artículo en el que explicamos por qué es necesaria una defensa de la lengua y desde cuando la lengua castellana está presente en Catalunya, que el lector o lectora puede volver a consultar aquí. Creemos que ayudará a entender mejor la posición y el debate actual.
Es un ataque, porque la lengua catalana ya hace años que está siendo castigada, siendo solo para el 36% de la población la lengua más habitual, según las últimas encuestas. Es un ataque porque se tiene que entender dentro del conjunto que engloba la opresión nacional que ejerce el Estado español y su ideología.
El falso debate sobre la migración
Centrar el debate en la migración es manipularlo. Principalmente, porque es asumir que solo recibimos migración hispanohablante, ignorando toda la migración proveniente de África o del Este de Europa. Según las últimas encuestas, la mayoría de migrantes que han llegado a Catalunya a 1 de enero de 2021 eran de Marruecos, Rumanía e Italia. En estos casos, el catalán supone la misma barrera lingüística que el castellano, por el hecho de tener que aprender una lengua romance, teniendo como lengua materna una lengua eslava o árabe.
Además, es ignorar también que la inmersión lingüística es una demanda históricamente de la clase trabajadora migrante, concretamente, de familias residentes de Santa Coloma de Gramenet que venían de otras regiones del Estado español. Somos muy conscientes de la poca inversión destinada a integración social, es una realidad, pero no podemos culpar el uso del catalán, como si fuera la lengua de la burguesía, porque, ¿qué lengua se piensan que habla la gran burguesía española? El problema no es el catalán, sino la falta de recursos destinados a integración social y, por lo tanto, nuestra tarea es exigir una integración social real y con recursos que la financien, para que cualquier persona recién llegada tenga garantizado el acceso al aprendizaje del catalán, de manera completamente gratuita, y en el tiempo que necesite.
Por culpa de la ideología dominante, se entiende el catalán como una lengua de la élite, de la burguesía catalana -cuestión que ya hemos desmentido anteriormente-, y esta visión sesgada es fruto de un discurso nacionalista español que se esconde bajo la falsa bandera de la clase obrera, pero también de la actual dirección del movimiento por la liberación nacional, una dirección que no tiene ningún interés en los derechos de la clase trabajadora. Sin embargo, del mismo modo que entendemos que la lucha contra la opresión nacional es una lucha del conjunto de la clase trabajadora de todo el Estado, la lucha por la defensa de las lenguas lo tiene que ser también, como parte de esta lucha por la autodeterminación.
Creemos que el camino a seguir es como el de los años 80 en Santa Coloma, desde bajo, implicando al conjunto de familias y profesorado que, además, consiguieron formación garantizada por la Generalitat, para poder impartir clases en catalán. Y, por parte de la Generalitat, no obedecer la sentencia del TSJC y garantizar una escuela 100% en catalán.
Es necesario unir al conjunto de la clase trabajadora para garantizar: