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«No votar a Mas, defender un gobierno de ruptura nacional, social y democrática»

«El problema no es simplemente no votar Artur Mas como presidente. Hay que defender un «gobierno de ruptura nacional, social y democrática», como dice la hoja de ruta de la CUP-Crida Constituent»Entrevista a Núria Campanera,

militante de Corriente Roja y candidata de CUP-Crida Consituent

Página Roja: Estamos a cinco días de las elecciones y hay unos cuántos temas que se han colocado en el centro del debate político. Uno de ellos es «que hacer si hay mayoría independentista de escaños pero no de votos». ¿Qué  piensas?

Núria Campanera: Creo que se está introduciendo una gran confusión. La pregunta viene porque una parte importante de encuestas vaticinan una mayoría independentista absoluta de escaños pero no de votos, que no llegarían al 50%, a pesar de que hay de encuestas que dan mayoría de escaños y de votos. Todo esto, no lo olvidemos, en una campaña electoral dominada por amenazas de todos los colores, desde la intervención estatal de las instituciones catalanas al abandono de los bancos o de empresas y acabando con el «corralito». Parece la campaña del miedo que hicieron durante el referéndum griego para atemorizar el pueblo.

Hay, de entrada, un pequeño problema  que casi todo el mundo olvida, que es como se tienen que contar los votos de Catalunya sí que es Pot.  Está claro que no se pueden computar a favor del No porque una parte de ellos son independentistas y en un referéndum estarían a favor de una República catalana independiente. Por lo tanto, una parte de estos votos se ha sumar al voto independentista, a pesar de que a Pablo Iglesias no le haga ninguna gracia.

Pero el problema principal es que de una hipótesis de mayoría de escaños y «no mayoría» de votos se saque la conclusión que el proceso se tiene que parar y que tenemos que continuar durante otro periodo dentro de la prisión del autonomismo. Se ha llegado a decir que nos quedaríamos «como Escocia»: con un gobierno y un parlamento de mayoría absoluta independentista pero sometido al régimen del Reino Unido.

Pero esto es una barbaridad. Un escenario como el escocés sería un verdadero paso atrás, además sin justificación real. Seria, en realidad, una capitulación. Una mayoría absoluta independentista de escaños con dignidad nacional y que quiera revestirse de toda la legitimidad, lo que tendría que hacer antes que nada es asumir la soberanía y convocar inmediatamente un referéndum, desafiando la prohibición del Estado e imponiéndolo en los hechos, porque esta es la voluntad popular. ¡Y que hable el pueblo! Y en paralelo poner en marcha un proceso constituyente unilateral y popular.

PR: Todo esto nos trae a un segundo punto fundamental y del cual los candidatos no hablan: la amenaza del Estado ante los pasos que pueda dar una mayoría independentista. ¿Qué opinas?

Núria: Este es un problema muy preocupante. Ayer mismo había una entrevista a Muriel Casals (Junts pel Sí)  donde decía: «Si gana el sí, el gobierno español cambiará el chip» y añadía: «en cualquier caso, Bruselas dirá en Madrid: Gobierno español, aquí hay un problema político que sólo se puede resolver políticamente«. Pero plantear esto no sólo es una gran ingenuidad sino una extrema ligereza y, más todavía, irresponsabilidad. Es pensar que estamos ante un Estado democrático convencional y no ante un régimen heredero del franquismo que ha hecho de la unidad forzada una pieza central de su código genético y que reaccionará con todos sus recursos para evitar la República catalana independiente.

Es por eso que echo de menos  la voz de la CUP-Crida Constituent, que se tiene que sentir y muy fuerte en este sentido, diciendo en voz alta lo que está escrito en la Declaración de Ripollet: alertando que Junts pel Sí no enfrentará la embestida del Estado y, en consecuencia, que está preparando un escenario al estilo del de Tsipras cuando el referéndum griego: llamar a votar No para después firmar y gestionar el Sí, alegando que «no hemos podido hacer más». Tenemos que alertar de lo que  se nos viene encima y llamar a prepararnos para la movilización general del pueblo en defensa de la República catalana y la democracia.

PR: El otro gran tema del momento es el del próximo gobierno si hay mayoría independentista. Qué nos  dices?

Núria: Yo pienso que la CUP-Crida Constituent tiene que resistir las enormes presiones que está recibiendo y mantenerse firme en la defensa de su hoja de ruta, debatida y acordada por las bases. Sólo si somos firmes responderemos hoy a las necesidades del pueblo trabajador y, además, no hipotecaremos el futuro de la CUP-Crida Constituent.

La hoja de ruta de la CUP-CC dice que «la ruptura con el Estado español sólo será posible en base a un programa que asegure el apoyo de amplios sectores de la clase trabajadora y las clases populares. Esto sólo será posible con un gobierno de ruptura nacional, social y democrática basado en los siguientes puntos: (1) llevar a cabo la Declaración Unilateral de Independencia (DUI); (2) impulsar un programa de emergencia social que priorice la parada de los desahucios, de los despidos y de los recortes y las privatizaciones por encima del pago de la deuda; así como la gestión pública de toda la enseñanza, la sanidad, justicia, obra pública y que instaure la Renta Garantizada Ciudadana; (3) impulsar un proceso de desconexión nacional y popular con el Estado español y la Unión Europea en base a la suspensión de la aplicación de toda la legislación estatal y de la Unión Europea lesiva por las clases populares; (4) articular un programa para garantizar que el proceso tenga un carácter autoorganitzat y popular; (5) y buscar el reconocimiento internacional. Si el nuevo Gobierno de la Generalitat asumiera estas medidas de desobediencia, actuaría como un contrapoder en el Estado español y ante los mercados y, por lo tanto, se configuraría un escenario de dualidad de poderes. Estos 5 puntos serán irrenunciables a la hora de negociar cualquier pacto de gobernabilidad.»

Al mismo tiempo, la hoja de ruta decía que, paralelamente, había que «formar e impulsar las mayorías parlamentarias para el impulso del proceso independentista y el proceso de cambio económico. Con independencia de cualquier otra circunstancia, y siempre que sea necesario, la candidatura garantizará las mayorías necesarias al Parlamento para ejecutar los puntos de la presente hoja de ruta: DUI, procesos de desconexión, proceso constituyente, programa de emergencia social, etc. No obstante, velará para impedir cualquier intento de dilación del proceso de ruptura nacional, social y democrático.»

Pues bien, echamos de menos un discurso así, claro, ajustado a la hoja de ruta de la candidatura. El problema no es simplemente no votar Artur Mas como presidente… si acabamos votando a»europeístas» como Junqueras o Romeva. Nuestro objetivo no tiene que ser un «gobierno de concentración con sensibilidades e ideologías diferentes«, sino un «gobierno de ruptura«, tal como establece nuestra hoja de ruta.

https://www.youtube.com/watch?v=tm_sCA0vwoU

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