La posibilidad de un pacto PSOE-PODEMOS-IU se abre paso tras el ofrecimiento de Pablo Iglesias como vicepresidente de un «gobierno del cambio» presidido por Pedro Sánchez. También Alberto Garzón, de IU, ha manifestado su disposición a participar en el juego.
Editorial Página Roja 36 (enero-febrero 2016)
El Congreso de Diputados tiene dos meses de plazo, a partir de la primera sesión de investidura, para elegir presidente, antes de que se convoquen nuevas elecciones. La Comisión Europea y el Eurogrupo ya han advertido que “España debe conformar un gobierno estable lo antes posible”. Lo mismo dice la patronal, que clama por un gobierno «estable», aunque sea «de izquierdas». La UE ha dejado también muy claros los deberes del próximo gobierno: un recorte de 9000 millones y profundizar las reformas de Rajoy, comenzando por la laboral. Todo para que el pago de la deuda a los banqueros no se vea amenazado.
El nuevo gobierno que salga de las negociaciones en curso, sea cual sea, estará marcado por dos rasgos fundamentales: los planes antipopulares que le dicta Bruselas y su debilidad, ya que se tratará de un gobierno sin mayoría absoluta. Es un escenario que abre la puerta a que 2016 sea un año en que la lucha social vuelva a ponerse en el centro del escenario.
Las ilusiones en un “gobierno de izquierdas” son grandes y van a crecer en estas semanas, empujadas por la necesidad de deshacerse del PP y de revertir los recortes y privatizaciones. Sin embargo, no debemos engañarnos por un falso espejismo. No podemos depositar ninguna confianza en ningún gobierno sometido a la Troika y, en particular, en un gobierno presidido por Pedro Sánchez (PSOE).
El PSOE es una de las dos patas del bipartidismo, una pieza esencial del actual régimen monárquico surgido de la Transición. El PSOE es el partido de la OTAN, las reconversiones industriales, el pensionazo, las reformas laborales, la corrupción y la reforma de la Constitución (artículo 135) para poner al país al servicio del pago de la deuda ilegítima. Es un sumiso ejecutor de los planes de Bruselas y de la Troika. Hace mucho tiempo que se le cayeron la O y la S de sus siglas. Un partido así no puede encabezar ningún gobierno de izquierdas digno de tal nombre.
Corriente Roja, que participamos, como miembros de «Sindicalistas por la Unidad Popular» en la candidatura de UP-IU y que defendimos un programa de rescate de la clase trabajadora y de ruptura con la UE y el euro, nos oponemos a esta política de «gobierno de izquierdas» defendida por Garzón. Es una política que se suma a la de los dirigentes de Podemos y que sirve para salir al rescate del PSOE y formar un gobierno sometido a Bruselas y Berlín.
Con esta edición de Página Roja queremos contribuir al debate sobre el «gobierno de izquierdas» así como hacer hincapié en la necesidad de dar pasos para retomar el camino de la movilización en la calle. Hay artículos sobre luchas en curso y también sobre la situación en Cataluña y el País Vasco, una crónica sobre Palestina y una página dedicada a presentar qué somos Corriente Roja a los compañeros y compañeras que nos están conociendo. ¡Buena lectura!