El próximo gobierno que entre ya tiene la agenda marcada, lo que se discute es lo que UP está dispuesto a tragar para garantizar la estabilidad del régimen. Esto es lo que está en el fondo de la cuestión, porque la existencia de VOX ha roto todos los diques en la posible regresión al régimen del post franquismo; «la dictablanda» que se vivió en la transición, entre la muerte de Franco y el golpe del 23 F.
La política hacia Cataluña ya se despejó, firmarían un documento apoyando lo que Sánchez diga. Ahora falta encajar la «marca de la casa», la llamada «agenda social» de la que dicen, son sus defensores. Según dicen, entrarían en el gobierno para garantizar su aplicación. Pero la Unión Europea ha optado por una Comisión en la que hay tres nombres claves. Uno, la presidencia para la neoliberal alemana, del PP-E, Ursula Von der Leyen. Dos, al frente del BCE estará Christine Lagarde, la ex dirigente del FMI. Y en asuntos exteriores va Josep Borrel. Que cada quién saque sus conclusiones de las políticas que van a venir desde la UE.
Por su parte, el gobierno en funciones de Sánchez ya presentó un Plan de Estabilidad a la Unión Europea donde se hace una valoración positiva del periodo de Rajoy en la economía española, que» reforzaron su potencial de crecimiento a medio plazo al establecer un patrón de crecimiento más equilibrado y sostenible». ¿Comparte UP está valoración? Y, sobre todo, ¿cómo se conjuga valorar positivamente las políticas del gobierno que ha destruido las relaciones laborales, arruinado el sistema publico de pensiones, privatizado todos los servicios públicos en camino de convertirlos en un mero sistema asistencial, … que ha supuesto un retroceso histórico para la clase obrera del Estado Español; cómo se come todo esto, y se puede decir que van a defender la «agenda social»?
La agenda social tendría que nacer derogando todo lo que el PP y antes el PSOE con ZP hicieron: reformas laborales, de pensiones, privatizaciones, etc… Está claro que no están en la “agenda” del PSOE estos objetivos, sino al contrario, por la activa y la pasiva ya han dicho que de derogar, nada de nada; que como mucho van a negociar un nuevo Estatuto de los Trabajadores, para cristalizar las políticas de reformas laborales que valoran positivamente.
Entonces, ¿por qué UP se empecina en negociar algo que es público y notorio que no ha de suceder, que el PSOE asuma su “agenda social”?
Viendo la historia de UP y sus aliados de IU, está claro que el objetivo es bien político, estabilizar un régimen, el del 78, desestabilizado desde el 15M y tras la dimisión del viejo rey en el 2014. Podemos sacó la lucha de la calle, la institucionalizó y laminó cualquier opción que hubiera sonado rupturista con el régimen, que tuvo como consecuencia el tiro en el pie que se dio, y al debilitar a los movimientos sociales permitieron la reaparición / salida del armario del neo franquismo de VOX.
VOX ha movido todas las fronteras, y abiertamente lucha por lo que Aznar dijo en los 2000, “ahora vamos a recuperar lo que tuvimos que ceder en la Transición”. El régimen de la Transición no es el de la Constitución, eso fue un pequeño remodele de lo que la burguesía quería, la reforma política aprobada en diciembre del 76.
Una reforma política que por la izquierda no legalizaba más que al PSOE, el PCE debería seguir siendo ilegal, y ya no digamos la izquierda revolucionaria; unarReforma política que no reconocía ni de lejos las naciones, ni bajo el rótulo de Comunidades Autónomas; una reforma política donde las instituciones fundamentales del franquismo seguían vivas… salvo el sindicato vertical y el TOP.
La fuerza social impuso algunos cambios en el plan, como la legalización del PCE y después del resto de la izquierda, que hubiera una descentralización mayor del estado en las CCAA, y poco más. El TOP se transformó en la Audiencia Nacional, y el Vertical desapareció, dando lugar a una atomización sindical brutal. Esta reforma política es el sueño de VOX, y de todo un sector del PP con Aznar al frente; por eso han trastocado todas las fronteras del régimen.
Iglesias y UP, asustados por la presión y la violencia verbal (y en ocasiones física) de VOX y del búnker del aparato del Estado, el poder judicial, como lo demuestran las sucesivas farsas judiciales contra los catalanes y contra todo el que se mueve, así sea con un chiste, no sólo no confían la fuerza social para enfrentar a VOX, sino que buscan como desesperados un acuerdo con la “burguesía progresista” del PSOE, que frene a VOX.
Por eso no hablan de programa en las negociaciones con el PSOE, saben (porque lo saben, no son estúpidos) que las cartas ya están marcadas por la Unión Europea y el mismo PSOE; sólo quieren hacer un Frente Común contra VOX.
De casta le viene al galgo; UP se construyó sobre la base de las teorías de Ernesto Laclau que rechazaba la existencia de raíces sociales en las luchas políticas; que el discurso político es una suma de “significantes flotantes”, conceptos abstractos (libertad, pueblo, nación, etc.) que no tienen relación con la lucha de clases. Cuando esta se agudiza, los regímenes entran en crisis y la estabilidad burguesa se resquebraja, a estos representantes de la pequeña burguesía intelectual les cae la realidad sobre la cabeza, y sólo saben responder a los acontecimientos de una manera que Lenin describió a la perfección hace más de 100 años.
«(…) Las tendencias que expresan únicamente la volubilidad tradicional de las opiniones sustentadas por los sectores intelectuales intermedios e indefinidos tratan de reemplazar el acercamiento a determinadas clases con declaraciones tanto más ruidosas cuanto mayor es el estruendo de los acontecimientos. «Alborotamos, amigo, alborotamos»; tal es la consigna de muchas personas de espíritu revolucionario, arrastradas por el torbellino de los acontecimientos y carentes de bases teóricas y sociales». Lenin, sobre el Aventurerismo Revolucionario.
Este “alborotamos” inicial de UP en el 2015 hasta hace poco, fue desbordado por la derecha, primero Cs y su “alborotadora” profesional, Inés Arrimadas, y ahora por VOX. A UP, fruto de su carencia de bases teóricas y sociales, le tiemblan las piernas y busca el refugio de su hermano mayor. De ahí su desesperación de pactar con el PSOE como sea, bajo la agenda que sea.
Cuando el gobierno del PSOE entre, con UP o no, y comience a aplicar las directivas europeas y su propio Plan de Estabilización, la población trabajadora que será la directamente golpeada, tendrá dos opciones, o bien entrar en retroceso sintiéndose derrotada por haber confiado en la “volubilidad” de los sectores dirigentes de UP, o bien, reorganizarse, retomar el camino de la lucha y construir nuevas organizaciones politicas y sindicales que pongan en el centro la tarea pendiente de todos estos años de crisis, la ruptura con el regimen y la Unión Europea.