¡¡¡Que el nuevo gobierno cumpla con lo prometido!!!
La investidura de Sánchez y la incorporación de Unidas Podemos como socio de gobierno es un acontecimiento que no deja a nadie indiferente, y son much@s l@s activistas en institutos y universidades que respiran aliviados por haber “frenado” el avance de la ultraderecha. En Corriente Roja, pese a que no nos faltan razones para desconfiar del nuevo gobierno “de progreso”, comprendemos las ilusiones que algun@s compañer@s puedan tener en él.
Pero de lo que no tenemos dudas es de que precisamente ahora no podemos frenar, sino que debemos darle oxígeno a la lucha y seguir desarrollando la movilización para exigirles que cumplan con el mandato de las calles de estos últimos años. Eso es lo único “progresivo” y “de izquierdas”. Porque es justo ahora que están en el gobierno que pueden cumplir las promesas que anunciaron a bombo y platillo en campaña electoral.
Acuerdo PSOE-Unidas Podemos: leamos bien la letra pequeña
De la lectura del programa de gobierno en materia de educación ya se desprenden, como mínimo, muchos interrogantes.
La gran medida estrella es la aprobación de una Ley Básica de Educación, que derogue la LOMCE. En el documento queda claro que esta ley eliminaría algunos aspectos como la segregación por sexo en centros sostenidos con fondos públicos, o que la asignatura de religión cuente en la nota académica. Sin embargo, no hay ningún compromiso claro de cambiar los itinerarios que impiden al alumnado socialmente más desfavorecido acceder a una formación especializada. Y pese a eliminar el peso de la religión en la evaluación, sigue perpetrando la presencia de la Iglesia Católica en centros (y con fondos) públicos. Tampoco hay la más mínima pretensión de destinar a escuelas públicas los miles de millones que van a parar a las concertadas, la mayoría de ellas católicas.
En el acuerdo se recoge que “se potenciará” la educación afectivo-sexual dentro del sistema educativo, así como un Plan de Mejora de la Convivencia para la prevención del Acoso y la Violencia. Por supuesto, que se promueva la educación afectivo-sexual o que se combata el acoso, que centralmente se da por causa de opresiones como el machismo, el racismo y la LGTBIfobia, nos parece una gran noticia. No obstante, no garantizan que vayamos a experimentar cambios de forma inmediata en nuestros centros, ni tampoco los recursos económicos necesarios para combatir y prevenir de forma real la violencia machista.
En relación con la enseñanza universitaria, el documento recoge algunas medidas que suponen un ligero avance frente a la debacle a la que se había visto sometido el sistema de becas: se compromete a aumentar la financiación, así como a resolver la convocatoria y adelantar los ingresos a antes del comienzo de curso. Además, se compromete a “promover”, aunque sin previsión ni límite de tiempo, la reducción de las tasas universitarias a los niveles previos a la crisis.
Estas medidas no cuestionan en ningún momento la privatización a la que vienen sometiendo a la universidad pública, ni representan una solución de fondo a las dificultades que enfrentamos para sustentar nuestras matrículas. Además, todo queda supeditado a la aprobación de un incremento del presupuesto para educación a un 5% del PIB en los próximos PGE, con un gobierno sin garantías de que los apoyos de la investidura vuelvan a repetirse, por no hablar de la presión de la UE para que el gobierno se ajuste a los objetivos de déficit impuestos.
¡Que la lucha no pare, para obligarles a cumplir lo prometido!
El tiempo dirá si este nuevo gobierno, débil y sin muchos apoyos, cumplirá sus promesas. Pero l@s que estamos convencid@s de la necesidad de poner en marcha medidas de urgencia social para l@s trabajador@s, pensionistas y la juventud, no vamos a resignarnos, esté quien esté en el gobierno.
L@s activistas que nos movilizamos en las calles, participamos de las asambleas y organizaciones estudiantiles de todo el estado, tenemos todo el derecho a exigir que se escuchen al fin nuestras reivindicaciones. Ahora más que nunca, es necesario alentar la lucha para obligar al gobierno PSOE-UP a escuchar nuestras demandas, empezando por aplicar de inmediato aquellas medidas a las que se comprometen en su programa de gobierno.