A 50 años del Mayo Francés, aquel espíritu rebelde se repite en infinidad de peleas obreras y populares, donde dan la nota, aquéllas en que jóvenes y no tanto, liderados por mujeres, ganan la calle para golpear al machismo.
Hablamos no solo del nuevo y multitudinario 3 J en nuestro país, contra la violencia hacia la mujer y por la legalización del aborto, sino de una protesta que cobra fuerza en todo el planeta (hasta entre las megaestrellas de Hollywood) y que se expresó en Chile con la pelea de las y los estudiantes chilenos y en la católica Irlanda sublevada contra la penalización del aborto.
Chile: estudiantes contra el machismo
Al otro lado de la cordillera la indignación creciente frente a las políticas antiobreras, provocó marchas masivas contra el lucro en la educación y el sistema privado de pensiones.
Y desembocó ahora en la toma de dieciséis universidades y una escuela secundaria, para denunciar el abuso sexual de docentes sobre las alumnas. La pelea desbordó el reclamo de castigo a los responsables y exigió “Por una educación no sexista”, obligando al presidente Piñera a presentar una “Agenda Mujer” que incluye, entre otras, medidas contra la violencia, administración igualitaria de los bienes matrimoniales y extensión del beneficio de Salas Cuna.
Las y los jóvenes mostraron que no están dispuestas/os a esperar al gobierno. Ni la visita reciente del Papa sirvió de barrera a su ímpetu, ya que la Iglesia Católica chilena vive su más profunda crisis con la renuncia forzada por el Vaticano de sus 34 obispos, culpables o cómplices de violaciones de niños.
Irlanda: gran victoria del sí en la consulta sobre la legalización
A fines de mayo se realizó en ese país un plebiscito en el cual el 67% de la población (de mayoría católica) se pronunció a favor de modificar la constitución que prohibía la interrupción voluntaria del embarazo.
Dicho resultado es parte de un proceso que detonó en 2012 con la muerte por un aborto séptico de Savita Halappanavar, una dentista india de 31 años.
Refleja también el declive de la Iglesia Católica, producto de los problemas económico – sociales y del repudio a los casos de pedofilia que involucran a sacerdotes. El Papa estuvo en Irlanda hace tres meses pero no pudo contener la caída.
¡Aborto legal ya en Latinoamérica y el Caribe!
En todo nuestro continente es clave el papel regresivo de la Iglesia Católica y de las demás iglesias en la lucha por los derechos de las mujeres, en particular su rechazo a la legalización del aborto.
En eso, tiene además, el apoyo de los gobiernos más conservadores, llámense Piñera, Temer, Peña Nieto, Santos o Macri. Pero lamentablemente también opinan así líderes políticos que se reivindican progresistas o, incluso(falsamente) socialistas y a quienes responden la mayoría de las corrientes feministas. Tanto Evo en Bolivia, como Maduro en Venezuela, defienden la prohibición del aborto, como antes Dilma o Lula en Brasil, Correa en Ecuador y Cristina Kirchner en Argentina.
Para sortear esas vallas hace falta pegar fuerte, organizarse para que la clase trabajadora asuma como propia la pelea por la legalización del aborto y por derechos elementales como la educación sexual y el cese de violaciones y femicidios. Como dice nuestro partido hermano de Chile, MIT (Movimiento Internacional de Trabajadores), acerca de los últimos acontecimientos: “El movimiento estudiantil ha demostrado que necesita de la fuerza de los trabajadores en las calles para triunfar, lo que podemos garantizar si avanzamos en el camino de preparar un Paro Nacional, encabezado por las trabajadoras. Así ayudaremos a poner en jaque a los intereses de los empresarios y sus gobiernos”. En todos los países hay que obligar a las centrales obreras a concretarlo.