Los resultados de las elecciones andaluzas del 22 de Marzo dan al PSOE como ganador, con 1,4 millones de votos (35,4%) y 47 escaños, a 8 de la mayoría absoluta. La presidenta Susana Díaz ya ha anunciado que gobernará en solitario, con pactos puntuales con otras fuerzas. El panorama, sin embargo, es diferente al de las pasadas elecciones, con un parlamento sin mayorías y un gobierno más débil, que sigue enfangado en los escándalos de corrupción.
Susana Díaz adelantó las elecciones para evitar un derrota electoral, cogiendo a Podemos con el pie cambiado. Sus resultados, sin embargo, no pueden ocultar que el PSOE ha cosechado el peor resultado de su historia en las elecciones andaluzas, con una pérdida de 120.000 votos con respecto a las elecciones de 2012 y de 770.000 si nos remontamos a 2008.
¿Por qué se ha mantenido el PSOE al frente de la Junta?
Muchos activistas de las Mareas, de empresas en lucha, empleados públicos y estudiantes se preguntan por qué el PSOE continúa en el gobierno después de haber aplicado tantos recortes y de estar implicado en los casos de corrupción. Una razón es, sin duda, la potente red de relaciones clientelares que mantiene en tantas ciudades y pueblos. Y también ha contribuido el miedo que desde el gobierno andaluz han generado en torno a Podemos.
Sin embargo, en Corriente Roja pensamos que, más allá de esto, hay otras razones fundamentales que explican los resultados del 22 de marzo. La primera es la entrada de IU en la Junta, que no sólo le sirvió al PSOE para lavarse la cara y presentarse como un gobierno de izquierdas y progresista, sino que también anuló la oposición por la izquierda. Tarea que se completó con el compromiso activo de las burocracias de CCOO y UGT para desactivar la movilización social, a cambio de beneficiarse de los fraudes de los cursos de formación y los EREs. Incluso el sindicalismo alternativo no tuvo una política para construir una oposición por la izquierda al gobierno PSOE-IU: consignas como “fuera los recortes vengan de donde vengan”, por ejemplo, evitaban poner nombre a los responsables de su aplicación en Andalucía.
Izquierda Unida gravemente tocada
A diferencias del PSOE, Izquierda Unida ha quedado gravemente tocada en el territorio donde más fuerza tenía, perdiendo cerca del 40% de sus votantes de 2012 (164.000 votos menos) y más de la mitad de los escaños (baja de 12 a 5). Ha pagado muy caro el pacto de gobierno con el PSOE, el incumplimiento de las promesas con que lo justificó (desahucios, renta básica, banca pública, impuestos a grandes superficies…) y la aceptación de las políticas de recortes de la Junta bajo el argumento del «imperativo legal». Solo después de fracaso estrepitoso, han defendido que el pacto fue un “error”, a pesar de que durante la campaña han defendido su coalición de gobierno con el PSOE.
Derrota estrepitosa del PP y de Rajoy
Es importante destacar la envergadura de la derrota del PP, que es, ante todo, la derrota del gobierno Rajoy, el principal valedor de los planes de los banqueros y la troika contra los servicios públicos y los derechos laborales y democráticos. En sólo tres años ha perdido en Andalucía más de 500.000 votos (un tercio de los que obtuvo en 2012) y 17 diputados (pasando de 50 a 33).
Buena parte de los votos perdidos por el PP han ido a parar a Ciudadanos, que ha irrumpido con fuerza como cuarto partido en el parlamento andaluz, con 370.000 votos y 9 escaños. Este partido de centroderecha y fuertemente españolista, hasta ahora desconocido en Andalucía, es la alternativa «regeneracionista» que sectores del capital financiero están promoviendo a escala estatal ante la crisis del PP.
La descafeinada campaña de Podemos
En cuanto a Podemos, ha cosechado un resultado de 590.000 votos (el 14,48%) y 15 escaños. Sus dirigentes han calificado estos resultados como un “paso no suficientemente largo”, ya que esperaban mejores resultados.
En una situación de emergencia social como la que vive el pueblo andaluz, la necesidad de levantar un programa valiente que respondiese a sus necesidades vitales era la clave para desbancar al PSOE de su trono. Podemos aparecía ante mucha gente como la opción más acogida para asumir ese compromiso y sacar al PSOE de la Junta. Sin embargo, el programa de Podemos se fue suavizando hasta el punto de no recoger ni siquiera la ansiada reforma Agraria. Esta reivindicación era determinante para desplazar al PSOE de las zonas rurales, levantando la bandera jornalera de “la tierra para quien la trabaja” frente al modelo de peonadas y subsidio del gobierno andaluz. Del mismo modo, el programa tampoco recoge las demandas que desde la calle se ha ido levantando en estos años, incluidas las de las marchas a Madrid, levantadas bajo el lema de “ pan, trabajo, techo y dignidad”
En Corriente Roja compartimos el comunicado de Andalucía desde Abajo ( ADA) donde se decía del programa de Podemos que “echaban de menos medidas como la reforma agraria que traiga justicia a nuestros campos, renta básica universal que acabe con la pobreza, la emigración económica y la precariedad laboral en Andalucía, la prohibición de los despidos en empresas con beneficios, la nacionalización de los sectores estratégicos que han sido privatizados…”
El abandono de estas medidas de emergencia social ha ido generando suspicacias y escepticismo tanto dentro de los círculos como hacia fuera y ha hecho que Podemos haya ido perdiendo fuelle a lo largo de la campaña,
Ningún día de tregua al gobierno del PSOE en Andalucía
Una vez pasada las elecciones, no podemos esperar dócilmente cuatro años para sacarnos al PSOE de la Junta, mientras la miseria y la situación de emergencia social se estancan y profundizan. Por eso no hay que dar ningún balón de oxígeno al gobierno de Susana sino que hay que redoblar los esfuerzos para organizar sin demora desde la calle la oposición de izquierda a sus recortes y apoyar las luchas en curso.
Podemos, con sus 15 diputados, tiene una gran responsabilidad y gran un dilema que ha de resolver: o hace una “oposición responsable” dentro de los límites del parlamento andaluz o se pone a la cabeza de la movilización, dejando de ser una opción puramente electoral. Por nuestra parte, damos todo nuestro apoyo a Andalucía desde Abajo, agrupamiento de Podemos, que ve en la movilización y en un programa de ruptura la única forma de revertir el drama social que tiene Andalucía.