La polémica sobre la Agencia Europea de Medicamentos va más allá de si la culpa la tienen el proceso democrático catalán o un partido tan corrupto, que tiene que sentarse en el banquillo de los acusados, y calificado por un juez como «organización criminal», o por un inspector de policía como «corrupción en estado puro». Que cada cual saque sus conclusiones del verdadero responsable.
Digo que va más allá, porque pone a las claras el verdadero carácter del Estado Español, del capitalismo crápula que extiende como un veneno su mentalidad hipócrita en la sociedad, que se lo cree.
Alemania tiene 1 sola agencia europea, Francia, que es la que más tiene, tiene 3… La mayoría de los estados industriales tienen como mucho 2; el Estado Español tiene 6, y quiere dos más, la de Moluscos y la de Medicamentos; una para Galiza y la otra… era para Barcelona.
La sociedad española es como los viejos hidalgos castellanos que tapaban sus vestiduras raídas de puro pobre con amplias capas y sombreros de ala ancha.
¿Pero que estructura industrial sostienen esas Agencias Europeas?. Salvo en el caso de los moluscos, que Galiza si es una potencia mundial (primer productor de mejillón del mundo, tiene como «marca» la calidad de sus mariscos, etc.), el Estados Español carece de una base industrial que sostengan la burocracia de esas agencias, vivirían de las subvenciones que darían desde la UE. Más dinero a repartir entre los capitalistas crápulas.
Pero este capitalismo crápula se caracteriza por la máxima de Unamuno, «que inventen ellos»,… y nosotros cobramos del 3% de las subvenciones; con eso nos llega para sustituir fábricas por puticlubs (como dijo un alto dirigente del PP recientemente), o rebajar los salarios y confiar el futuro de una sociedad a que los millones de turistas se apelotonen en los aeropuertos, playas y chiringuitos… Por eso ni les preocupa la sequía, eso alimenta su rancio lema de «España, sol, toros y playas». Ya no tienen que esperar a verano, todo el año habrá turistas.
Estas es la lógica de una capitalismo, crápula, que ha construido un régimen a su imagen y semejanza, basado en el 3% y la corrupción. Es de salud pública acabar con ellos.