*Xulia Mirón y José Luis López, candidatos gallegos en la lista del Movimiento Corriente Roja
La principal fuerza productiva de cualquier sociedad es el ser humano, su capacidad para producir bienes y servicios que respondan a sus necesidades. En los años de la crisis, 200 mil pesonas han sido obligadas a emigrar de Galiza por las politicas de recortes y austeridad.
Con la crisis se profundizaron las tendencias a la concentración y centralización de capital, a la a la dependencia del régimen, com la destrucción de cualquier atisbo de una banca pública gallega al liquidarse las Cajas de Ahorro y su venta, el desmantelamiento y privatización de todos los servicios públicos, sanidad, educación, dependencia, etc., y la nueva reconversión industrial que enfrentamos com EREs y cierres em la industria (Alcoa, Ferroatlántica, Poligal,.. ) o el telemarketing (Bosch, Unisono, etc.)
De esta forma mantienen a Galiza em su histórico papel de exportador de mano de obra barata a través de la emigración, y de materias primas, leche, pesca,…. a lo que hay que añadir los proyectos de megaminería que atraviesan el territorio gallego, como las de cobre em Touro, hasta 800 licencias de minas, com el impacto medioambiental que van a tener.
La lucha constante del pueblo gallego contra estas tendencias, como fue Nunca Mais o las movilizaciones de hace unos años de los ganaderos gallegos, que tuvieron tomadas Santiago y Lugo durante 15 dias, se unen las huelgas y movilizaciones de los y las trabajadoras.
Ahora asistimos a una verdadera “rebelión” em la sanidad pública gallega (SERGAS), com huelgas y ocupaciones de hospitales em diversas areas, tanto urbanas como rurales, asi como a las luchas de interinos de la administración em fraude de ley, contra el ERE encubierto em toda el estado. Pero lo que há galvanizado la lucha de clases estos últimos meses, há sido la entrada em la lucha de los trabajadores y trabajadoras de Alcoa, Poligal,…, y com ellos todos los de la industria “electrointensiva”, contra la amenaza de destruir miles de puestos de trabajo en la industria.
La dependencia de Galiza de decisiones que se toman em Madrid o Bruselas, unen indisolublemente la lucha por la defensa de los puestos de trabajo (“queremos trabajar y no emigrar”, se grita muy habitualmente) a las luchas del pueblo gallego por el derecho a decidir su futuro, el control sobre las riquezas naturales e industriales, rompiendo los marcos establecidos por el Régimen del 78.
El carácter de la Unión Europea, herramienta de guerra social contra la clase trabajadora sea de la nación que sea, liga los destinos de la clase obrera gallega y el pueblo a la del resto del Estado y de Europa. Los derechos nacionales y sociales de Galiza no tienen cabida dentro de esta Unión, sino en una Europa de los Trabajadores / as y de los pueblos.