El pasado viernes se constituía el Parlamento de Galicia con mayoría absoluta del PP, y una oposición que lanza un vago mensaje de cambio pero acepta en los hechos los marcos constitucionales y la UE. Esta composición hace pensar a muchos que el pueblo gallego es de derechas, que apoya a mafiosos y a los que desmantelan los sectores clave de la economía gallega, privatizan servicios básicos y condenan a la juventud a la emigración. Sin embargo, las cifras dicen que el PP es minoría; solo que gracias a la ley electoral, el 35% de los votos dan el 50% de los diputados.
Por Xulia y Lorenzo, de Galicia
Estas cifras electorales de rechazo a lo actuado por el gobierno se respaldan en la calle con movilizaciones como las de las plantillas del Banco Pastor, Isolux-Corsan, tiendas Blanco o Extel, que luchan contra ERE’s y cierres; a las que se suman la huelga contra la implantación de la LOMCE, contra ALCOA, los desahucios, la negativa a tratar a las víctimas de la hepatitis C y las sentencias de Vigo y Estrasburgo, cuestionando la alta precariedad entre las trabajadoras de la Administración Publica. Contra esta resistencia tendrá que enfrentarse el PP en la nueva legislatura en Galiza.
La UE quiere más recortes sociales y democráticos
La mayoría en Galiza y la investidura de Rajoy en las Cortes Generales garantiza a la Unión Europea gobiernos fieles que sigan aplicando las políticas de recortes, privatizaciones, reformas laborales y destrucción de los servicios públicos a la vez de que la deuda pública de Galiza, que sigue subiendo, se pague religiosamente.
Para seguir con estos planes, además, necesitan limitar seriamente los derechos democráticos, a través de la ley de Partidos, de la ley Mordaza, la reforma de la ley electoral, etc. Los derechos individuales y colectivos, como las libertades básicas de expresión, asociación, los derechos de las mujeres, inmigrantes y refugiadas, no tienen cabida. Ni pensar en el derecho a decidir del pueblo gallego, catalán o vasco.
Nueva legislatura, la misma política hacia la clase obrera
Feijóo declaró hace unos días que iba a gobernar como si no gozase de mayoría absoluta, y que tendería puentes con la oposición. No creemos que el PP quiera o sea capaz de tender puentes con absolutamente nadie que no sean banqueros, narcotraficantes o grandes empresarios para aplicar medidas contrarias a la clase obrera gallega, profundizando la situación de paro y pobreza y donde trabajar ya no es sinónimo de independencia económica y vida digna.
Lo cierto es que con o sin puentes la mayoría absoluta le garantizan la victoria en las votaciones; Por eso, mas que nunca, el único colectivo capaz de hacer frente de verdad a estas políticas somos la gente trabajadora movilizaba.
La Administración Pública es la más grande ETT de Galicia y del Estado
A la situación en la empresa privada se suma la de la Administración Pública y sus trabajadores y trabajadoras. La sentencia del Tribunal Europeo de Luxemburgo, junto con la sentencia del Juzgado de Vigo, hicieron visible lo que era evidente, la masiva precariedad en el llamado empleo público y los contratos en fraude de ley.
Durante años la Administración, con la ayuda de los sindicatos mayoritarios, ha precarizado tanto el empleo con la excusa de “los recortes”, que a día de hoy ni ella misma sabe bien qué tipos de contratos se firman ni cuántos decretos, pactos, acuerdos, etc., existen para «regular» toda esta “eventualidad”. Si añadimos a todas las plantillas de las empresas externalizadas, encontramos que ni siquiera se sabe muy bien el total de trabajadores y trabajadoras que están en esta situación.
Las ofertas de empleo público no cubren las necesidades existentes ni obedecen a planes reales, y si durante estos años de crisis se han podido hacer recortes en los servicios públicos ha sido por toda esta precarización. Por eso decimos que la administración pública es la ETT (Empresa de Trabajo Temporal) más grande de Galicia y del Estado y lo que si está muy claro es que cuanto mas desrregulaciones y privatizaciones tenemos un sevicio de peor calidad y más caro.
Continuar, fortalecer y unificar las luchas en curso
Ellos saben que con mayoría absoluta pueden hacer trampas legales y no van a ceder por una simple negociación que le de aire; son conscientes de que las sentencias golpean directamente en uno de los pilares clave de las políticas de la UE que Feijóo y el PP imponen también en Galiza: el desmantelamiento y saqueo de lo público y su privatización.
Con su mayoría absoluta no van a renunciar a sus políticas, si desde la clase trabajadora y la población no se les impone el cambio.
Para profundizar la movilización debemos enfrentar también a las direcciones sindicales pasivas y conformistas de CCOO y UGT, que han firmado todo lo que les han puesto delante, dividiendo por sector y por empresa. En Galiza, además, nos encontramos con que una de las principales centrales sindicales, la CIG, se subordina a un proyecto político que prefiere hacer alianza con la burguesía de su país antes de que defnder los intereses de la clase obrera.
En resumen, las direcciones sindicales no responden como los trabajadores está esperando: con contundencia y unidad contra las políticas de miseria, hambre y desesperación.
La resistencia y la denuncia en el sector público actual no han sido impulsadas por los sindicatos mayoritarios sino por trabajadores a titulo individual junto a nuevas organizaciones, generalmente surgidas del vacío dejado por los mayoritarios, como SAGAP o PROSAGAL. Ellas decidieron que la «norma» se puede transgredir y organizándose para actuar en consecuencia, han conseguido varias sentencias clave poniendo en entredicho toda esta trama de privatizaciones y recortes “en beneficio de la ciudadanía”. El siguiente paso debe ser reclamar su cumplimiento: que se haga indefinida a la plantilla que está trabajando con contratos encadenados, y se tomen las medidas para cubrir eficientemente las necesidades de la población.
Esto supone pasar a la ofensiva a través del desarrollo de lo que ya se está haciendo, ASAMBLEAS para explicar las consecuencias de las sentencias, para decidir y organizar la lucha en la perspectiva de asambleas unitarias para la aprobación de un calendario de movilizaciónes, que le imponga a la Xunta la aplicación íntegra de las sentencias, dando estabilidad al empleo de miles de personas. Debemos seguir organizando el movimeitno desde abajo hasta derrotar los planes de Xunta.