El pasado 9 de enero, salió publica la condena a siete años de cárcel para el catedrático de la Universidad de Sevilla Santiago Romero además de una indemnización de 110.000€, por acosar y abusar sexualmente de tres compañeras profesoras.
Estos hechos sucedieron entre los años 2006 y 2010 cuando las profesoras, las cuales tuvieron que abandonar su centro de trabajo (la facultad de Ciencias de la Educación), decidieron denunciar los hechos. Hasta ahora el catedrático ha estado al mando del departamento de educación física de la misma facultad con la por supuesto, complicidad de la Universidad de Sevilla que ha respaldado esta decisión pese a la oposición de sindicatos y comité de empresa, y parte de la plantilla de trabajadores de la universidad.
Desde Corriente Roja queremos manifestar nuestro total rechazo a este hecho y a cualquier tipo de abuso y acoso sexual o laboral que se lleve a cabo en el ámbito académico y educativo, y sobre todo, denunciar y pedir responsabilidades a la dirección de la Universidad de Sevilla que consintió y presto apoyo al catedrático sin prestar una mínima medida cautelar contra él.
Por esto, reproducimos y apoyamos la declaración conjunta de la junta de pdi y comité de empresa pdi laboral de la Universidad de Sevilla, condenando los abusos sufridos y la actitud de la universidad en el proceso.
«Queremos manifestar nuestro unánime apoyo a las tres compañeras víctimas de abuso sexual en nuestra Universidad, la condena más enérgica contra los hechos ocurridos y las disculpas por no haber podido evitar, aunque desde la acción sindical y parte del PDI se intentó, el sufrimiento y padecer de estas compañeras de la Facultad de CC.EE en estos últimos años. Su valentía al denunciar los abusos y la acción de la justicia, finalmente ha servido para condenar esta situación que nunca debió ocurrir en nuestra Institución.
El catedrático Santiago Romero ha sido condenado penalmente a 7 años de cárcel y al pago de 110000 euros de indemnizaciones, con la Universidad de Sevilla como responsable civil subsidiaria, por 3 abusos sexuales continuados y un delito de daños psicológicos. Desde que las tres compañeras PDI de la Facultad de Ciencias de la Educación (CCEE) denunciaron a finales de 2010 la situación de acoso laboral y sexual que estaban sufriendo hasta el día de la notificación de la sentencia condenatoria (10 de enero de 2017), los tres Equipos de Gobierno sucesivos de la Universidad de Sevilla han respondido de manera muy deficiente. Por ello, los órganos de representación sindical de forma conjunta y con una clara unidad de acción sindical exigimos responsabilidades a todos los gestores implicados de nuestra Universidad.
En primer lugar, no se tomó ninguna medida hasta que se convocaron dos concentraciones y se hicieron públicos varios comunicados sindicales exigiendo medidas cautelares para evitar que continuaran los abusos en nuestra Universidad, protegiendo así a las denunciantes y a otras personas que pudiesen estar padeciendo la misma situación. Después, cuando se tomaron medidas cautelares no fueron las adecuadas, ya que no se suspendió al abusador de empleo y sueldo (como se exigió reiteradamente desde las denunciantes y los sindicatos), y se trasladó a las valientes compañeras, víctimas de los abusos, a otras universidades. Además, se le concedió un año sabático al abusador y se dividió el Departamento de Educación Física y Deporte (donde se produjeron los abusos) en dos sub-departamentos (A y B), de manera que el abusador siguió manteniendo su posición de poder y campando a sus anchas por nuestra Universidad. Aunque separaron el horario de clases de la compañera víctima que siguió trabajando en nuestra Universidad y el del acosador, en turno de mañana y tarde, esto no impedía, como sucedió en ocasiones, que pudieran encontrarse por los espacios comunes de la Facultad.
Tras la sentencia condenatoria y a la vista de los daños ya causados a las víctimas entendemos necesario que el abusador sea expulsado de la plantilla de PDI de la Universidad de Sevilla.
Desde los órganos sindicales de representación de la plantilla exigimos que la Universidad de Sevilla abra unainvestigación interna, que realice una comisión independiente, para averiguar qué falló a la hora de responder a la denuncia de las compañeras y por qué se produjeron los fallos, para que una vez que se conozca exactamente lo que pasó, se depuren las responsabilidades políticas pertinentes y se tomen las medidas de control interno necesarias para que no vuelva a suceder algo así en nuestra Universidad.
Además, el Rector debe reconocer públicamente que los anteriores rectores entre 2010 y 2016 y sus equipos de Gobierno se equivocaron y no actuaron con la debida diligencia y contundencia.
Por otro lado, desde el actual Decanato de la Facultad de CC.EE y desde la actual dirección del Departamento de Educación Física y Deporte no se ofreció el apoyo necesario a las víctimas e incluso se promovió la defensa del abusador. Por esto exigimos al Rector el cese inmediato del Decano de la Facultad de CC.EE y del Director de dicho departamento. Lamentamos, igualmente, el encubrimiento, el silencio y el apoyo que el abusador ha estado recibiendo durante años de algún PDI de su Facultad, cuando se era consciente de sus prácticas despóticas y abusivas. Así mismo, exigir responsabilidades al Director del Servicio de Prevención, al no recomendar la aplicación de las medidas cautelares necesarias y que haya tenido que ser una sentencia judicial la que haya propiciado la adopción de medidas realmente efectivas.
Aún queda mucho por avanzar en la lucha contra el acoso en nuestra Universidad. En esta línea exigimos que la Universidad realice un homenaje oficial a las tres compañeras denunciantes por su contribución a la igualdad y la lucha contra los abusos y por una Universidad más democrática y justa. Además, es necesariomodificar y mejorar el protocolo anti-acoso y el mecanismo de su aplicación para evitar, en el futuro, una indebida respuesta ante casos de abuso y acoso laboral y sexual en nuestra Universidad.
En esta línea de lucha contra las injusticias en nuestra Universidad exigimos al Rector que reintegre a la carrera de funcionaria en nuestra Universidad a la profesora Encarnación Santamaría, profesora de la Facultad de Medicina, que fue expulsada de nuestra Universidad y de su plaza de funcionaria de forma totalmente irregular, hace ahora más de 9 años, cuando la profesora se encontraba afectada por una crisis de ansiedad y estrés, resultado del ambiente en su puesto de trabajo. A esta profesora no se tardó en expulsarla de la institución y de su condición de funcionaria por una Resolución Rectoral firmada de forma precipitada (72 horas después de que la profesora pidiese un cambio de plaza), y sin razón fundada alguna, como así se ha demostrado en la información jurídica que la afectada, con el apoyo de la Junta de Personal, ha presentado al actual Rector. Sin embargo, al abusador Romero no se le aplicaron medidas cautelares contundentes hasta después de más de seis años de la denuncia de su comportamiento y aún no ha perdido su plaza de funcionario. Esto sí que es asimetría en la forma de actuación de la institución.
Finalmente, animamos a toda persona en la Universidad de Sevilla que piense que ella u otra persona están sufriendo acoso, abusos, vejaciones o arbitrariedades a que denuncie la situación a través de los delegados de prevención de esta Junta de Personal y de este Comité de Empresa.
Contra el Acoso: Tolerancia Cero
Junta de Personal y Comité de Empresa del PDI de la Universidad de Sevilla»