Participe en el día internacional de solidaridad con Alepo y Siria
La “tregua” pactada entre EEUU y Rusia fracasó rotundamente y llegó a su fin el 19 de septiembre, cuando las aviaciones siria y rusa reanudaron los intensos bombardeos sobre la ciudad de Alepo, de manera más concreta y contundente, pero también a otras localidades del país como Hama y algunas zonas de Damasco.
Por Gabriel Huland
Desde entonces más de 300 civiles han muerto solo en Alepo (cifra recogida por el Observatorio Sirio de Derechos Humanos), una verdadera masacre, ya que se tratan, en su enorme mayoría, de civiles desarmados y atrapados bajo escombros, sin acceso a comida ni alimentos básicos. Además, han sido bombardeados aproximadamente 20 camiones que transportaban ayuda humanitaria a zonas sitiadas por el ejército sirio.
El fin de la tregua, rota unilateralmente por el régimen de Bashar al-Assad, aunque sus portavoces afirmen lo contrario; representa el fracaso de la estrategia de EEUU de priorizar la negociación con el régimen sirio como forma más eficaz para terminar el conflicto. Assad nunca ha demostrado ninguna disposición, por más mínima y limitada, de dialogar con los grupos rebeldes. Los EEUU y la UE quieren «reestabilizar» el país para frenar el flujo de refugiados a Europa y derrotar la primavera árabe.
El dictador y genocida sirio, apoyado por Rusia e Irán, está dispuesto a llevar hasta el final su plan de destruir físicamente todos lo grupos que se reivindican de alguna manera de oposición a su gobierno, etiquetándolos a todos de “terroristas”. La cadena televisiva pública de Irán HispanTV ha utilizado el siguiente titular para noticiar los ataques realizados en Alepo: «Rusia y Siria lanzan 55 bombardeos contra terroristas en Alepo«.
La masacre de Alepo desató una ola de indignación e ira a nivel mundial que se traducirá en un día de manifestaciones, concentraciones y vigilias en distintas ciudades del mundo para protestar contra las bombas de Assad y la intervención rusa en el conflicto. (ver enlace: https://www.facebook.com/events/512889452247582/)
Se trata de una iniciativa muy importante desde distintos grupos y activistas que se vienen solidarizando con la lucha del pueblo sirio contra uno de los regímenes más sanguinarios y brutales de la actualidad.
Incertidumbre sobre el futuro de Siria
Bashar al-Assad culpabilizó a la oposición y a los EEUU por la ruptura de la tregua. De hecho, aviones norteamericanos bombardearon una base aérea siria matando a cerca de 60 personas, pero el gobierno de Washington se retrató rápidamente y pidió disculpas formales a Damasco alegando que se había tratado de un error y que sus pilotos la habían confundido con una base del Daesh (el autodenominado Estado Islámico).
La reacción de Rusia y Siria no fue el bombardeo de ninguna base norteamericana, sino el de zonas desmilitarizadas habitadas por civiles. El cinismo y la falta de escrúpulos por parte de Assad y Putin no tienen límites. La población siria está pagando con su sangre la obsesión del gobernante sirio por poder y la inacción de las potencias mundiales ante un verdadero genocidio.
En la opinión de distintos activistas, los bombardeos a Alepo tendrán como consecuencia inmediata el fortalecimiento del grupo Jabhat Fateh al-Sham (antiguo frente al-Nusra, rama de al-Qaida en Siria), unos de los más fuertes y activos en Alepo, una vez que los demás grupos rebeldes se verán obligados a unificarse alrededor suyo para defenderse de la ofensiva terrestre desatada recientemente por el ejército sirio.
La retomada de las confrontaciones debilita vigorosamente a la oposición política siria en el exterior frente a los grupos que actúan sobre el terreno, porque la poca legitimidad de la que gozaban se ve muy trastocada al demostrar su total incapacidad para negociar cualquier tipo de acuerdo diplomático que cese, aunque momentáneamente, la muerte indiscriminada de civiles.
Siria, Rusia, Irán y el Hezbolah se apoyan para seguir matando impunemente en la certeza de que EEUU limitará su acción al pronunciamiento de algunas palabras vacías en los foros internacionales y para los medios de comunicación. El gobierno de Barack Obama se ha convertido en un gran experto en dar discursos ante los medios que luego no tienen ningún efecto práctico.
Durante los pocos días de “paz” en Siria, imágenes de alegría y felicidad nos llegaron desde Alepo, donde la población salió masiva y pacíficamente a las calles para celebrar el Eid al-Adha, la fiesta del cordero. Desgraciadamente, duraron muy poco. Assad no tiene piedad, solo piensa en seguir en el poder, aunque la posibilidad de que venza militarmente a la oposición y reunifique el país es cada día más lejana e improbable.
La campaña internacional de solidaridad con el pueblo sirio y con su revolución sigue en pie. Debemos fortalecerla, participando en las actividades programadas, difundiendo las imágenes que nos llegan desde las ciudades bombardeadas y denunciando los crímenes de guerra de Assad y sus colaboradores.