Durante este pasado mes de marzo el profesorado catalán ha salido durante seis días a las calles en sendas convocatorias de huelga para protestar contra los recortes en educación (aún no se han revertido totalmente los recortes aplicados a partir del curso 2010-2011 , por la fijeza ya del personal interino en fraude de ley y abuso de la temporalidad (la Ley 20/2021 no satisface ni mucho menos las expectativas del colectivo no respeta los derechos del personal interino abusado), por la inmersión lingüística (contra la sentencia que obliga a un 25% de clases en castellano en las aulas catalanes) y contra la imposición unilateral por parte del Consejero de Educación Josep González Cambray de los nuevos decretos de Calendario (adelanto del curso escolar y posible Trabajo de los docentes durante la primera semana de julio obviando las formaciones del profesorado) y Currículum (1º y 3ª de la ESO y 1º de Bachillerato).

Delegación de estudiantes y docentes de Corrent Roig en la huelga de profesorado

Una huelga histórica

Si nos centramos en el paquete de cinco días de huelga convocados de manera unitaria por todos los sindicatos educativas (15, 16, 17, 29 y 30 de marzo), una cosa que no pasaba desde hacía mucho tiempo, el seguimiento ha sido bastante similar todos los días, exceptuando el pico de movilización que supuso el primer día de huelga (30% según el Departamento de Educación y 70% según los sindicatos convocantes). El resto de días bajó pero no significativamente: entre un 10 y un 15% el resto de días según el Departamento de Educación y entre un 45 y un 50% según los sindicatos convocantes. 

Es conveniente destacar un aspecto importante que nos dejan estas movilizaciones, aparte de las ya mencionadas, y es el hecho de la unión entre profesorado y estudiantes en la segunda ronda de huelgas (29 y 30 de marzo) en que el Sindicato de Estudiantes también llamó a los paros en los centros para reivindicar una educación pública de calidad. La unión de toda la comunidad educativa (madres, padres, personal del PAS, estudiantes, profesorado…) es clave en todo escenario de victoria para la educación pública que se pueda plantear a partir de ahora.

¿Cómo están las negociaciones?

Ante estas grandes movilizaciones (entre 10.000 y 30.000 personas en cada movilización según la Guardia Urbana de Barcelona) el Departamento de Educación no se ha movido prácticamente de su planteamiento inicial. Únicamente ha cedido hasta ahora en el restablecimiento de la Filosofía como asignatura optativa en 4º ESO y en el cambio de la valoración del alumnado que no llegue a los objetivos mínimos de enseñanza y aprendizaje (se mantiene el No Conseguido en lugar de En proceso de conseguirlo).

La posible moratoria en el currículum anunciada a bombo y platillo por el Consejero González Cambray durante el segundo día de huelga no es tal, al menos en el Bachillerato, dado que en la reunión con las Direcciones de los centros llevada a cabo el pasado lunes 21 de marzo la propia Consejería se desdijo anunciando que el nuevo currículum de Bachillerato se aplicará sí o sí a partir del próximo curso en todos los centros educativos de Catalunya. 

En el resto de aspectos, ratios, reducción de la jornada lectiva, incremento del personal de atención directa al alumnado, reducción horaria al personal docente mayor de 55 años, reconocimiento del primer estadio a los 6 años, derogación del Decreto de Plantillas, retirada del nuevo calendario escolar, una FP pública y de calidad con equiparación salarial de l@s docentes… no ha habido avances significativos, con lo cual las negociaciones entre el Departamento de Educación y los sindicatos están ahora mismo encalladas.

¿Qué hay que hacer a partir de ahora?

La situación de parálisis que parece querer eternizar el Departamento de Educación para acabar imponiendo sus postulados de manera unilateral y sin contar de manera activa con la comunidad educativa solo se puede solucionar con la implicación activa de todo el colectivo docente que, durante estas semanas, ha demostrado estar a la altura de las circunstancias renovando una vez más su firme compromiso con un modelo de educación pública de calidad que, a día de hoy, se encuentra de forma evidente en claro peligro. 

El único camino posible para revertir los recortes, conseguir la fijeza ya para el personal interino docente en fraude de ley, derogar los decretos de calendario y currículum para su negociación y defender la inmersión lingüística en nuestro país pasa por continuar con la asambleas en los centros para decidir juntes nuestro futuro y el de la educación pública. 

Continuar el camino de la movilización y la presión hacia el Departamento de Educación para conseguir nuestros objetivos. Nuestro futuro y el de las futuras generaciones está hoy en juego y no se aclarará sin lucha y sacrificios.

¿EDUCACIÓN? PÚBLICA Y DE CALIDAD

¿RECORTES? RECTIFICACIÓN DE LOS ÚLTIMOS AÑOS DE CARENCIAS

¿LENGUA? INMERSIÓN, LA ESCUELA EN CATALÁN

¿CURRÍCULUM Y CALENDARIO? ¡NEGOCIACIÓN!