Después de un año y medio de pandemia, este once de septiembre la ANC y Òmnium llaman a recuperar las movilizaciones masivas. La marcha convocada acabará en el Parlamento de Cataluña con la intención de presionar al Gobierno de la Generalitat, el independentismo del cual se limita a proclamas vacías de fin de semana.
Nunca habrá referéndum de autodeterminación bajo el régimen monárquico español
En las próximas semanas se reunirá la “mesa de diálogo” entre el gobierno Sánchez y el gobierno de la Generalitat, en esta ocasión presidido por ERC.
El gobierno de la Generalitat sabe sobradamente que la Monarquía española nunca permitirá ningún referéndum de autodeterminación. Sánchez, dirigente de un partido puntal de la Monarquía, lo ha vuelto a dejar muy claro. También han dicho que la amnistía no tiene cabida en la Constitución e incluso acaban de anunciar el aplazamiento de la modificación de los delitos de rebelión y sedición. Sánchez ni siquiera ha confirmado la asistencia a la reunión de la mesa. Toca preguntarse: ¿y de qué pueden dialogar en estas condiciones?
En busca de una nueva ensambladura dentro de la Monarquía española
Ninguno de los partidos independentistas oficiales está dispuesto a ir más allá de la confrontación verbal con el Estado. Su política real es devolver al redil institucional las reivindicaciones democráticas del pueblo catalán, anulando cualquier desafío al régimen monárquico y abandonando toda vía unilateral.
Las negociaciones de las últimas semanas, después de la concesión de los indultos, van perfilando el camino hacia una “normalización” autonómica. Un camino que deja a un lado la batalla por la amnistía de los más de 3.000 perseguidos y perseguidas políticas.
El gobierno de la Generalitat, al mismo tiempo que renuncia a la lucha por las reivindicaciones nacionales, toma posición en favor de los intereses de la gran patronal. Es el caso de la ampliación del aeropuerto del Prat, una auténtica aberración medioambiental en beneficio de una insignificante minoría de grandes capitalistas. Es también su posición pedigüeña detrás de los llamados “fondos de recuperación” de la UE, en manos de las grandes empresas del Ibex 35. Es, así mismo, su silencio clamoroso ante el brutal robo de las facturas de la luz.
Estamos ante un proceso para construir una nueva “ensambladura” de Cataluña dentro de la Monarquía española. Quién expresa esto más claramente son los Comunes y Podemos, socios del gobierno Sánchez, que dicen que defender el referéndum de autodeterminación es una “tontería” a dejar de lado y que lo único que se podría poner a votación popular es un nuevo pacto competencial dentro de la Constitución.
La CUP está atrapada entre ruegos y lamentos
La CUP sabe perfectamente que ni la mesa de diálogo, ni el apoyo de la llamada comunidad internacional, servirán para ganar la amnistía ni la autodeterminación. Saben, también, que con ERC y JxCAT al frente, la derrota frente al Estado está asegurada.
Si la CUP se está distinguiendo por algo es porque siempre está criticando actuaciones, denunciando incumplimientos del gobierno de la Generalitat y haciendo amenazas ambiguas de dejar de apoyarle parlamentariamente…pero sin ninguna consecuencia. En los hechos, sigue dando cobertura a aquellos que traicionaron la voluntad soberana del pueblo catalán el 1 y el 3 de octubre.
La lealtad de la CUP con el gobierno Aragonés neutraliza cualquier intento de ejercer una oposición de izquierda digna de tal nombre y de erigirse como una fuerza independentista alternativa.
Autodeterminación y amnistía exigen un plan de lucha
La amnistía y la autodeterminación exigen un plan de lucha para movilizar las clases trabajadoras y populares. Unificar a todos los sectores afectados por la represión policial y judicial e integrar en esta lucha a las organizaciones de trabajadores y movimientos sociales. Construir la solidaridad con organizaciones y movimientos del resto del Estado porque la garantía última de victoria es acabar con el régimen monárquico y cambiar radicalmente las reglas de juego.
Hay que retomar un plan de lucha colectivo que ponga en el centro la movilización masiva en Cataluña y solidaria en el resto del Estado en defensa de la amnistía.
Nota: Esta declaración se acabó de escribir antes de que se suspendiera la ampliación del aeropuerto del Prat.