Llamamos a la manifestación del 25 Julio en Compostela
No hay ninguna duda de que estamos delante de un 25-J muy especial. Las condiciones políticas en la UE y la propia crisis política en el Estado Español, dicen que este 25-J se produce en las puertas de un tiempo nuevo.
El año pasado, en estas fechas, escribíamos: “Tras la dimisión de Juan Carlos y el fracaso que obtuvieron en el intento de plebiscitar con un “baño de masas” a Felipe VI, Corriente Roja, (…) considera que hoy más que nunca es preciso avanzar en el camino de la unidad para enfrentar el régimen del 78”.
A lo largo de este año, parecería que estos objetivos han pasado a un segundo plano. Nada más lejos de la realidad, la profunda crisis del régimen no solo se mantiene, si no que se profundiza. La tomadura de pelo que fue el referéndum griego, en el que al NO de la población respondieron con el SÍ del acuerdo, ponen un punto y aparte en una de las instituciones fundamentales de soporte del régimen español, la Unión Europea. Demuestra blanco sobre negro que la democracia y la soberanía no existen en los diccionarios de los dirigentes europeos, desde Merkel hasta Rajoy.
Frente a esta recurrente crisis, desde las mas diversas fuerzas se está proponiendo la apertura de un Proceso Constituyente. Cualquier proceso constituyente que realmente quiera arreglar los problemas sociales generados por la crisis del capitalismo, tiene que partir del reconocimiento abierto y claro de que la clase trabajadora y los pueblos no cogemos en esta Unión Europa, inhabitable para la “gente decente”, ni en este régimen, que además de todas las contrarreformas laborales, privatizaciones y desmantelamientos, viene de dar una puntilla a los derechos democráticos esenciales con la ley Mordaza.
Pero también estamos delante de un 25 de Julio muy especial, porque en septiembre Cataluña vota en unas elecciones plebiscitarias su futuro en “España”, y en noviembre, también se produce un plebiscito entre el “bunker” en defensa de la Constitución, PP/Ciudadanos, las fuerzas que plantean una reforma de la Constitución para no cambiar nada (PSOE) y los que de manera clara o ambigua, hablan de un cambio de régimen.
Para Corrente Vermella (CV) lo que tiene que unir a las fuerzas sociales y políticas es “enfrentar el régimen”, en el camino de su ruptura; y es esto lo que tiene que ordenar todos los aspectos de la lucha política, desde la más concreta de las luchas sociales hasta las candidaturas de unidad popular, hacia la apertura de un proceso Constituyente que garantice el siguiente plan contra la crisis:
1.- que derogue todas las medidas del PPSOE contra la clase trabajadora y los pueblos.
2.- que garantice el ejercicio efectivo del derecho a la autodeterminación de Galicia, y el resto de las naciones, en el cuadro de una Federación de Repúblicas.
3.- que renacionalice/nacionalice los servicios públicos privatizados, bajo control de los trabajadores/as y las asociaciones de usuarios/as.
4.- que nacionalice la banca y las empresas estratégicas (electricidad, transporte, agua, farmacéuticas…) bajo control obrero.
5.- que no pague la deuda publica española, creada por imposición del artículo 104 del Tratado de Maastricht.
6.- que garantice la igualdad real de género y raza, garantizando los derechos individuales de las mujeres a un aborto libre y gratuito, en la Seguridad Social, y derechos políticos y sociales para todos y todas.
7.- que derogue toda la legislación represiva (ley de partidos, mordaza,…) y decrete la amnistía para todas las personas acusadas o condenadas por luchar en la defensa de la clase trabajadora y el pueblo.
8.- que apoye el pueblo griego en su lucha contra el acuerdo humillante, y llame a la ruptura con la UE de todos aquellos pueblos afectados por el austericidio de la Comisión Europea/BCE/FMI.
9.- que apueste abiertamente por otra Europa, la de los Trabajadores/as y los pueblos.
Para CV conquistar la ruptura con el Régimen no supone necesariamente la apertura de un sólo proceso constituyente, exigiendo a las naciones la “espera” a los demás,… Si alguna nación comienza su proceso constituyente es sumamente progresivo, pues debilita al régimen. Pero sólo con la unidad de la clase trabajadora gallega, catalana, vasca, española e incluso europea, se puede garantizar llegar el final de nuestra lucha, la supresión de la explotación y la opresión de todo tipo.
El régimen no dará nada gratuito, la aprobación de la Ley Mordaza es el blindaje de sus instituciones en crisis, por ello, no son suficientes las candidaturas para las instituciones; sólo con la lucha unitaria e independiente de la clase trabajadora y los pueblo conquistaremos la ansiada Ruptura con el Régimen del 78.