El día 8 de abril es el Día Internacional del Pueblo Gitano, fecha en la cual se conmemora a aquellas gitanas y gitanos que siempre han luchado por el reconocimiento de sus derechos. Se reconoce el día 8 de abril porque es cuando se celebró el Primer Congreso Mundial romaní/gitano celebrado en Londres en 1971 en el que se fundó la bandera y el himno gitano.
Esta bandera está formada por dos colores; azul y verde, haciendo alusión al azul del cielo y al verde del campo. Con una rueda roja en el centro simbolizando la libertad. El himno gitano (Gelem, gelem) recuerda a éstos, víctimas del nazismo.
El pueblo gitano tiene sus orígenes en la India y, a pesar de que hace más de quinientos años que se instauraron en Europa, sigue siendo un pueblo reprimido y perseguido, tanto por los estados como por la ciudadanía.
Durante toda la historia el pueblo gitano ha sido perseguido sin descanso, pero hay dos sucesos históricos en los que se cometieron verdaderas masacres.
Uno de ellos es La Gran Redada en España. Tuvo lugar la noche del 30 al 31 de julio de 1749. Esa noche fueron arrestadas todas las personas de etnia gitana sin diferencia de edad. Se calcula entre diez y doce mil el número de víctimas (datos extraídos del libro La Gran Redada de gitanos: España, la prisión general de gitanos en 1749 de Antonio Gómez Alfaro, Madrid 1993). El objetivo de esta redada no era otro que la extinción de todas las gitanas y gitanos del Reino de España. Separaron a las familias y obligaron a las mujeres a casas de misericordias y a los hombres a trabajos forzosos.
Otro de los sucesos fue durante el nazismo. El genocidio del pueblo gitano fue denominado samudaripén y porraymós. Todos conocemos como El Tercer Reich hizo sufrir a los judíos, pero no se habla de la masacre que hizo contra el Pueblo Gitano. Los hombres fueron condenados a trabajos forzosos en los campos de concentración mientras que a las mujeres y a las niñas se les esterilizaba tanto dentro de los campos de concentración como en los hospitales, muchas de ellas murieron a consecuencia de esta práctica, con el único propósito de exterminar toda una comunidad. Se considera que el número de víctimas fue unas 100.000 personas, dato que seguramente se multiplican, dado a los pocos estudios históricos que hay sobre el Pueblo Gitano.
El Estado español también tiene su papel en esta persecución y discriminación contra el pueblo gitano. El franquismo persiguió a todo aquel que no comulgara con el régimen pero, además de la represión política, el pueblo gitano también vivió la social. El régimen de Franco se encargó de difundir la ideología de que los y las gitanas eran portadores de enfermedades infecciosas como el tifus, con el único propósito de hacerles sentir como una categoría humana inferior al resto. Así, medios de comunicación franquistas e Iglesia mano a mano se encargaron de presentarles como sucios, vagos y promiscuos, frente a la castidad, el culto al trabajo y la limpieza de la que se vanagloriaba Franco. Incluso la Ley establecía hacer un seguimiento de los miembros de esta etnia. Orden del 14 de mayo de 1942, artículo 4º (que no se derogaría hasta 1978):
Artículo 4.º Se vigilará escrupulosamente a los gitanos, cuidando mucho de reconocer todos los documentos que tengan, confrontar sus señas particulares, observar sus trajes, averiguar su modo de vivir y cuanto conduzca a formar una idea exacta de sus movimientos y ocupaciones, indagando el punto a que se dirigen en sus viajes y el objeto de ellos.
Sería injusto representar el pueblo gitano únicamente como un sujeto pasivo víctima de los diferentes gobiernos, estados y guerras. Por ello, creemos imprescindible reivindicar su papel durante la Guerra Civil española, aunque dispongamos de tan escasa documentación y tenga claros tintes racistas. En palabras de Helios Gómez, un gitano sevillano revolucionario y artista que se comprometió con la causa socialista y la revolución:
En Sevilla, los gitanos de la Cava, de Pagés del Corro y del Puerto Cameronero se estuvieron diez días batiendo deseperadamente contra Queipo de Llano. En Barcelona, los gitanos de Sans (sic), la barriada de mayor significación proletaria fueron los primeros que se movilizaron y […] cortaron el paso en la plaza de España a las fuerzas del cuartel de Pedralbes. Luego he visto a los gitanos batirse como héroes en el frente de Aragón, en Bujaraloz y en Pina. Gitanos vinieron con la columna Bayo a Mallorca y desembarcaron en Puerto Cristo, y allí, en una centuria del Partido Socialista Unificado de Cataluña, había gitanos que pelearon como leones en un parapeto que se llamó de la Muerte. Y ahora mismo, en una columna de Caballería que se está formando, los primeros inscritos son gitanos. Yo te digo que de esta guerra civil que alumbrará tantas cosas magníficas ha de salir también en España la reinvindicación de los gitanos, su integración total a la vida civil.
El pueblo gitano es un ejemplo histórico de resistencia en todo el planeta, pero aún queda un largo recorrido de lucha contra la estigmatización y el racismo. Esta lucha está intrínsicamente ligada a la lucha contra la precariedad y la pobreza, pues a quienes afecta más profundamente siempre es a los colectivos más vulnerables y perseguidos, como el pueblo gitano.
Por ello, la organización es imprescindible. Hay que romper con la ideología antigitanista que se arraiga en la ideología dominante y se pone al servicio de la ideología del Estado español como cárcel de pueblos y nos divide y separa de nuestros hermanos y hermanas de clase. Es necesario un giro antirracista en las instituciones que salga de un movimiento masivo, organizado y en las calles.
Nos solidarizamos con la lucha del pueblo gitano y apoyamos sus demandas antirracistas, de memoria histórica y de exigencia contra el borrado de la cultura e idioma gitanos.