El 15 de enero miles de personas salimos en Andalucía y en más de 50 ciudades del Estado bajo el lema: «Ni un paso atrás en igualdad. Nuestros derechos no se negocian». Una movilización masiva que fue el preludio del 8M. La masiva asistencia reflejó el miedo a que la ultraderecha entrase en las instituciones, a la vez que la rabia contra su discurso machista y lleno de mentiras. Dicen que existen muchas denuncias falsas por violencia machista, cuando de un millón y medio no llegan al 0,00007%. Que mueren muchos hombres por violencia doméstica, cuando entre 2008 y 2019 la cifra fue de 67, frente a 554 mujeres. O que muchos de los asesinos son inmigrantes, cuando en el segundo trimeste de 2018 el 71,7% eran de nacionalidad española (Datos del CGPJ).
Algunas voces recriminan a PP y C´s pactar con Vox en vez de aislarlos. Para nosotras no es ninguna sorpresa este acuerdo, ya que las diferencias entre PP, Ciudadanos y Vox son sólo de grado. Juanma Moreno ya avisó que gobernará «sin complejos y sin cordones sanitarios». Las estrategias de la derecha en todo el mundo es intentar descargar sobre los oprimidos la culpa de la brutal guerra social que la burguesía está aplicando sobre el conjunto de la clase trabajadora, para dividirla y debilitarla. En lo que hace a las políticas de mujer, el PP recortó a nivel estatal durante años las partidas presupuestarias contra la violencia machista y la desigualdad y nunca consideró el aborto como un derecho. C´s, ha intentado ponerse de perfil en las negociaciones con Vox, cuando es de su mano que entra en el gobierno, siempre estuvo en contra de cualquier medida de discriminación positiva hacia las mujeres. Y defiende la mercantilización de las mujeres con el negocio de los vientres de alquiler como el de la prostitución.
¡Ninguna unidad con quienes con sus políticas, pavimentaron el triunfo electoral de la derecha!
P. Sánchez avisó que «estará vigilante» con las medidas que apliquen y el PSOE andaluz participó en la protesta el día de la investidura. Se rasgan las vestiduras con que la derecha gobierne para hacernos olvidar a qué obedece el resultado electoral que lo ha hecho posible. Años de gobierno del PSOE en Andalucía son prueba suficiente de su gestión y las consecuencias para las trabajadoras. ¿Qué hizo el gobierno de Susana Diaz para proteger a las mujeres? ¿Qué para acabar con la precariedad de las trabajadoras de la ayuda a domicilio de la Dependencia, las del 061 o 112, la de las monitoras de integración social o limpiadoras? Fue su gobierno quien terminó desalentando a la clase trabajadora y promoviendo el voto a la derecha como castigo a su nula gestion.
En cuanto al gobierno de Sánchez, los PGE que pretende aprobar, incluyen algunas «medidas feministas» del Pacto con Podemos, muy por detrás de las reivindicaciones que levantamos en las calles. Pero su financiación se apoya en unas inciertas previsiones de ingresos y está constreñida a sus compromisos económicos con la UE. Sí se incluye una deducción en el impuesto de sociedades por incorporar mujeres en consejos de administración de empresas o bonificaciones para aquellas que contraten víctimas de violencia machista, de nuevo se beneficia a la patronal con la excusa de la igualdad, que para este gobierno se traduce fundamentalmente en que una minoría de mujeres «rompa el techo de cristal».
Por un 8M de huelga general , por los derechos de las mujeres
Cuanto más avanza la lucha de la mujeres, más presión hay para reconducirla al redil institucional. Teresa Rodriguez rechazaba la Ley de igualdad del PSOE como «feminismo de moqueta», pero sin descartar volver a darle la Junta «para impedir que gobernase la derecha».Vox es ahora la excusa perfecta para volver a convencernos de que estamos en una lucha «por la democracia» y justificar bloques parlamentarios con el PSOE.
Solo desde la movilización las mujeres podremos derrotar el intento de dar marcha atrás en nuestros derechos y avanzar en aquellos que aún no tenemos. Y en la lucha contra la brecha salarial y en pensiones, o para que el Estado se responsabilice del trabajo de cuidados, esas reivindicaciones tienen que ser defendidas por el conjunto de la clase obrera.
Desde CR llamamos a las trabajadoras a organizarnos desde ya en nuestros barrios y centros de trabajo o estudio de forma asamblearia. La tarea es lograr que el próximo 8M vuelva a ser un día no sólo de movilizaciones sino también de paros y de huelga general. Exigimos a los sindicatos mayoritarios que esten a la altura de las demandas, dando cobertura legal a un paro de 24h