Home Chile Declaración del MIT frente al proceso chileno: ¡Fuera Piñera asesino!

Declaración del MIT frente al proceso chileno: ¡Fuera Piñera asesino!

¡Por un Gobierno obrero y popular!¡Asambleas populares y obreras que organicen la autodefensa! Piñera tiene que caer por la fuerza de la movilización. Ninguna confianza en el proceso de Acusación Constitucional 

Llevamos más de 10 días de movilización, con métodos combativos y de autodefensa exigiendo un cambio real y la renuncia de Piñera. En ese camino hemos logrado triunfos parciales, pero debemos ir por más.

Luego de la marcha del 25 de octubre logramos sacar a los milicos de la calle  y hacer caer a Chadwick, lo que esperábamos desde el asesinato del Comunero Camilo Catrillanca, también el gobierno se vio obligado a cambiar una parte del gabinete. Piñera hizo un llamado a volver a la “normalidad”, pero supimos que no podemos volver a la “normalidad” cuando las propuestas del gobierno nos siguen manteniendo en el endeudamiento, con crisis en la salud y sueldos que no alcanzan. Peor aún, cuando hemos visto una veintena de asesinados, más de 50 querellas por torturas, denuncias por violaciones sexuales cometidas por FFEE, una veintena de desaparecidos y más de 3500 detenidos en el marco de las protestas, entre ellos David Veloso Codocedo, un soldado que se negó a reprimir  al pueblo trabajador. Además, el gobierno le pidió la renuncia a la jefa del laboratorio del Servicio Médico Legal, en el marco de la investigación de los asesinados durante el Estado de Emergencia. Acá se demuestra nuevamente que esta “democracia” e instituciones son solo serviles a los empresarios y sus intereses.

Por todo esto, Piñera tiene que caer por vía de la protesta y nuestra fuerza, tal como lo hicieron los argentinos con de la Rúa en 2001. Luego de nuestra valentía e incansable lucha, no podemos delegar esa tarea a un parlamento corrupto y a las instituciones de los empresarios con la Acusación Constitucional que propone el Partido Comunista (PC) y el Frente Amplio (FA), una acusación que se hace siguiendo el camino de los mismos artículos de la Constitución del 80, impuesta a punta de sangre por la dictadura. Si confiamos esa tarea y esperamos a que estas instituciones hagan ese trabajo, volveremos al callejón sin salida de siempre: promesas que se llevan al parlamento y quedan descansando eternamente.

Pero aún así, si el parlamento con diputados y senado aprobara la destitución de Piñera, vendría a asumir el nuevo Ministro de Interior: Blumel, como Vicepresidente de la República, con el objetivo de convocar a nuevas elecciones con un plazo máximo de 120 días. Unas elecciones con las mismas reglas de las instituciones empresariales, donde hemos visto que tras 30 años de elecciones “democráticas” luego de la dictadura, nuestra situación sigue empeorando, porque hay un problema más profundo, que es el sistema económico y social capitalista.

Así, lo que hace el PC y FA con esa propuesta, es querer validar ante nosotros un conjunto de instituciones que sabemos están putrefactas y financiadas por empresarios hasta la médula. Para comenzar a cambiar las cosas de fondo, Piñera debe caer por nuestra presión en las calles.

¡Abajo la Constitución de la dictadura! 

En las asambleas y en las calles debemos levantar esta demanda junto con la de Fuera Piñera. Debemos echar abajo el legado de Pinochet que nos impone: un Código Laboral empresarial represivo, que fomenta el subcontrato e impide la organización de los trabajadores; Un sistema de AFPs que ha sido directamente un robo a nuestros sueldos y miseria cuando jubilamos; una educación totalmente privatizada que tiene a estudiantes endeudados; leyes represivas como la Ley de Seguridad Interior del Estado o la Ley Antiterrorista; leyes que favorecen a las empresas forestales y usurpan las tierras al pueblo mapuche como el decreto 701; la privatización del agua y sanitarias, entre otros aspectos.

La Cámara de Diputados cifró en 2.223 millones de dólares la pérdida patrimonial del Estado por el último paquete de privatizaciones de la dictadura entre 1985 y 1989, privatizaciones validadas por esta Constitución dictatorial. Uno de los casos más graves fue la CAP, pues se entregó en 105 millones de dólares un patrimonio que era de 811 millones.

Todo está ordenado y escrito en esta Constitución del 80, por eso la debemos echar abajo por completo.

¡La Asamblea Constituyente, bajo gobierno e instituciones empresariales e imperialistas, es una trampa!

Al calor de las marchas ha surgido la demanda por una Asamblea Constituyente, es que estamos hartos de la actual Constitución, y desde ese clamor, varios partidos políticos tradicionales se han colgado, para tratar de maquillar algunas cosas mientras lo fundamental siga a su favor:

  • Algunos sectores empresariales proponen una Asamblea Constituyente (AC) como salida final a la crisis del país. Los empresarios tuvieron un Cónclave en la Sofofa y un sector mencionó esta alternativa como una salida a la crisis, para luego ir a un “gobierno de ultraizquierda” (refiriéndose al FA-PC), obviamente esto lo aceptarían como plan “z” mientras todas sus instituciones y el corazón del capitalismo se mantengan en pie, o sea se cortarían el dedo para no perder la mano.
  • Desde la ex concertación también se escuchan propuestas con respecto a una nueva constitución: el plebiscito constituyente, que es casi seguir con el proceso de cambio de Constitución iniciado bajo el anterior gobierno de Bachelet, que no era en sí una AC.
  • Otros partidos como el FA y el PC, plantean una Asamblea Constituyente que instale demandas a través de cabildos, pero apelando al diálogo con el gobierno y empresarios, sin tocar sus instituciones como el parlamento -entre otras-.Es decir, también una especie de híbrido entre intereses de la gente en las calles y de los empresarios, intereses que son contrapuestos. Incluso, como pasó previo a la AC, también proponen un plebiscito constitucional (para consultar si la gente quiere o no una nueva Constitución, algo similar al plebiscito por las AFP que quedó en, nada hasta ahora) que siga las pautas de esta misma Constitución del 80 para ser llevado a cabo.
  • Y en la otra ala, están organizaciones más de izquierda como el Partido de Trabajadores Revolucionario (PTR) o Anticapitalistas en Red (UIT-CI). Proponen la Asamblea Constituyente libre y soberana basada en poder popular, como una “salida de emergencia” ante la crisis (PTR), asumiendo que no se resuelve con ello el problema de fondo, ya que el problema de fondo es el sistema capitalista.

Pese a las distintas variantes de las propuestas de Asamblea Constituyente, lo que tienen en común es que ninguna deja claro bajo las condiciones reales actuales: ¿cómo garantizamos que la AC votada sea cumplida si los empresarios siguen en el poder? si luego de esta rebelión aún no podemos acabar con las AFPs, ¿cómo bajo este mismo método de lucha o con pacifismo como pide el FA y PC lograremos una AC que eche abajo no solo las AFPs sino que además renacionalice los recursos naturales? ¿cómo garantizamos que se cumplan estas exigencias más allá del papel de la ley si no enfrentamos con todo no solo al empresariado e instituciones nacionales, sino también a los internacionales dueños de las minas y de las AFPs?

Con todos estos días de rebelión hemos conseguido solo migajas del gobierno, y para peor, los gastos en las medidas económicas que proponen serán sin tocar los intereses de empresarios y sí con platas del Estado, es decir de los mismos impuestos que nosotros pagamos: así fue con el subsidio para aumentar el sueldo mínimo, con propuesta de subsidio a grandes cadenas de farmacias para bajar precios de medicamentos y con el aumento del pilar solidario para las pensiones. Por la situación actual, hubo un nuevo aumento de 600 millones de dólares en el gasto público para 2020, pero de esos, la gran mayoría (440 millones de dólares) era un reajuste dentro de las mismas platas del Estado (dineros nuestros), y los otros 160 millones de dólares vendrían del impuesto a personas con más altos ingresos. A partir de ésto, economistas ya alertan que este aumento traería un déficit fiscal efectivo de más del 2% del PIB, y ese déficit lo querrán cubrir a partir de más recortes o endeudamientos con grandes empresas. Así, los intereses de los poderosos no serán tocados. Eso, con toda la rebelión, saqueos, barricadas, cortes de ruta, etc…entonces ¿cómo proponen que bajo estas condiciones se conquiste y se respete por el empresariado una AC que ponga todas nuestras demandas sobre la mesa?

La realidad demuestra que la única garantía de echar abajo la constitución del 80, y de garantizar que se cumplan demandas como el fin de las AFPs o renacionalización de los recursos naturales, es si los trabajadores y sectores populares se toman el poder mediante una revolución socialista. Para eso debemos dar pasos importantes, como sumar a un sector de las FFAA (los hijos de la clase trabajadora) a nuestra lucha, y así debilitar el aparato represivo de los empresarios.

Hablar de una AC, antes de que los obreros y pobladores se tomen el poder, mientras sigamos estando bajo un gobierno e instituciones empresariales o pactando con ellos como propone el FA y el PC, no es más que ilusión, una trampa. Se podrá pactar una Constitución muy linda en el papel, podemos desgastarnos en escribirla, pero de ahí a que se respete si los empresarios siguen al mando, es algo muy distinto.

Por eso desde el MIT nos negamos a una AC bajo este sistema capitalista, porque para renacionalizar el cobre sin indemnización a transnacionales los obreros tendrían que expropiar las minas sacando a los patrones, ahí no hay cabida para pactos porque los empresarios no querrán perder sus privilegios. La única manera de garantizar una Asamblea Constituyente o medidas que sean de lleno al beneficio de las y los trabajadores, es si nos tomamos el poder y conquistamos un Gobierno Obrero y Popular. Pero este poder obrero y popular debe avanzar a ser a nivel internacional, o si no los empresarios transnacionales para ahogarnos avanzarán en medidas de bloqueo o incluso intervención militar. Por eso necesitamos una revolución socialista en Chile y el mundo.

Por el derecho a la autodefensa del pueblo trabajador, el llamado al “pacifismo” del FA y PC es criminal

La prensa empresarial discute mucho sobre los métodos violentos de las protestas, pero no les conviene decir que la verdadera violencia viene de los milicos que estuvieron en las calles, o la continua represión de las FFEE, las torturas, las detenciones focalizadas de dirigentes en sus casas, propias de tiempos de dictadura. Los carteles en las marchas dejan claro que violencia es que gente se muera esperando en listas de espera por la crisis en la salud, que ancianos se suiciden por pensiones miserables, y otros males que son consecuencia del sistema capitalista. En ese marco, de represión y nulas respuestas, los trabajadores, pobladores y juventud, tenemos derecho a defendernos.

Los partidos políticos tradicionales desde la ultraderecha de Kast hasta el PC con Camila Vallejo o el Frente Amplio -con declaraciones de Boric, Jackson y Beatriz Sánchez-, condenan que siga la rabia en las protestas, que las masas sigan combatiendo mediante barricadas, cortes de calle, saqueos a grandes empresas, entre otros actos de violencia. Hacen eso en lugar de entender que estos actos explosivos se deben a que la gente mucho tiempo estuvo aguantando la bronca y los abusos, y ya se hartó de cientos de marchas pacíficas sin resultados. Entendemos esas explosiones violentas, pero se deben organizar sin que esas acciones vayan en contra de nuestra clase trabajadora, y de forma que sean efectivas para poner en cuestión a este sistema.  En ese marco, este llamado al pacifismo del FA y PC, cuando el gobierno reprime, solo desarma a los manifestantes y nos pone a la deriva de un gobierno asesino, una política que por más buenas intenciones que tenga, termina siendo criminal.

¡Por más obreros en la lucha! ¡Asambleas Populares y obreras para preparar la Huelga General y la autodefensa! 

La movilización partió con la valiente juventud a la cabeza, se sumó después el conjunto de la población, sectores populares y trabajadores. Luego, el movimiento obrero empezó a entrar en escena: los mineros de La Escondida y los portuarios anunciaron que retomarán el Paro, habrá una asamblea de pescadores industriales en el Sur, y también fue tomada una salmonera en el marco de la lucha nacional.

Estos pasos del movimiento obrero son muy importantes para el apoyo de la lucha popular, hoy varios luchan en sus barrios con sus. Familias. Sin embargo sabemos que cuesta mucho organizarse en los lugares de trabajo, porque hay mucha persecución en las fábricas y empresas a los que se organizan, muchos obreros salen a las protestas y enfrentan la represión sin miedo, pero temen a organizarse o preparar un Paro dentro de la pega,  por las posibles represalias. Esta persecución se ve en la hipocresía de Luksic, que por un lado propone sueldo básico a sus trabajadores de 500 mil pesos, pero por otro los impide organizarse y tener el derecho democrático a Huelga. Y para hacer el amén a esta persecución empresarial, hay varias dirigencias sindicales que se niegan a organizar la movilización, ya sea porque tienen pactos con la empresa o por el temor a que haya represalias.

Necesitamos romper la barrera de ese temor, porque en esta lucha pone todo en cuestión, la mejor forma de garantizar que hayan menos represalias es que el conjunto de obreros en Asambleas vote huelga, mientras más sean, mejor, y que se exija que la movilización no se baje hasta garantizar que no hayan despidos u otra represalia. Para organizar eso hay que presionar a los dirigentes sindicales, cambiarlos si es necesario, o formar comités de lucha. La única manera de garantizar una Huelga General es que los sectores obreros se sumen paralizando la producción, solo así pondremos en jaque los intereses económicos de los empresarios y su gobierno.

Si el movimiento obrero se pone a la cabeza, los métodos de lucha y autodefensa pueden mejorar cualitativamente, un ejemplo es lo que se vio en Antofagasta cuando un camión tolva puso material contundente en el camino para montar una barricada.

En ese camino, debemos seguir impulsando asambleas populares y obreras, sin representantes del empresariado, con el objetivo de definir los pasos a seguir en la movilización. Estas asambleas también deben organizar métodos de autodefensa como hacer comités de vigilancia en las poblaciones, comités de choque o defensa, comités que en conjunto con organizaciones de DDHH investiguen los casos de torturas y asesinatos porque no confiamos en las instituciones empresariales, etc. Ya se conocen formas, por ejemplo, de neutralizar bombas lacrimógenas, realizar barricadas efectivas, la tarea ahora es que sea organizado, y que el movimiento obrero ponga también sus métodos de defensa.

Que estas asambleas desarrollen mecanismos de autoorganización que se enfrenten al poder de gobierno, que sean ellas quienes realmente decidan qué tipo de sociedad necesitamos, qué medidas, qué tareas hacer, prácticamente lo que hoy hacen instituciones empresariales como el parlamento, debe ser hecho por los trabajadores y la población organizada. Esas asambleas deben avanzar en tener una coordinación nacional, y que así empecemos a demostrar que los trabajadores, pobladores y juventud, mediante mucha organización, podemos autogobernarnos, sí podemos definir qué se fabrica y que no, y cómo se fabrica, sí podemos definir qué sueldo necesitamos, etc.

Hoy existe la Mesa de Unidad Nacional y están llamando a conformar cabildos, podríamos pensar que es lo más cercano a esta propuesta. Pero esta mesa de Unidad Nacional tiene limitaciones y contradicciones que se deben superar: principalmente está compuesta por  la CUT, dirigentes del sector público y otras entidades como CONFECh, Coordinadora 8M, entre otras, un elemento importante es que falta incorporar de lleno al movimiento obrero; segundo, es que no han planteado una política de cabildos-asambleas de la clase trabajadora sin representantes de las autoridades de los empresarios y sus instituciones, por ejemplo, en Independencia (Santiago) el Cabildo fue convocado por el propio Alcalde. Entonces dentro de estos espacios convocados por la Mesa de Unidad Social (MUS), debemos disputar su carácter y contenido, en el sentido de avanzar en la autoorganización y ensayo de autogobierno de las y los trabajadores y sectores populares. Y donde no haya MUS, llamar a la constitución de Asambleas populares y obreras con independencia de clase.

Lo que está en cuestión con esta rebelión es el sistema capitalista en su fase imperialista

Lo que se ha puesto en cuestión tras esta rebelión chilena, no es solo uno que otro cambio o ley, porque son varias y diversas nuestras exigencias. En ese marco algunos sectores empresariales plantean que con un par de medidas se arregla la situación, otros sectores, como el Frente Amplio y el PC dicen que el problema es el neoliberalismo, es decir solo la fase capitalista desde que se impuso la dictadura de Pinochet con el modelo económico traído por los Chicago Boys.

Pero lo que acá estamos cuestionando cientos de miles, no es una que otra ley o problema: es la crisis de la salud, las pensiones de miseria mientras las AFPs se roban nuestros dineros para hacer negocios en el extranjero, las alzas constantes en servicios básicos, los sueldos que no alcanzan, la propuesta irrisoria del Gobierno sobre salas cunas, la Constitución de la dictadura, el acuerdo Transpacífico TPP que quitará más soberanía a Chile al permitir que las empresas transnacionales puedan demandar al Estado si ve que sus negocios no cumplen sus expectativas acá (por ejemplo si quisiéramos eliminar las AFPs, éstas podrían demandar al Estado de Chile por comprometer sus negocios) y, por último, está en cuestión el mismo Presidente y todos los que nos gobiernan. Es decir el sistema capitalista imperialista de conjunto está cuestionado en Chile, la fase neoliberal del capitalismo chileno impuesto por la dictadura fracasó. Pero el capitalismo humanizado previo a la dictadura de Pinochet, por ejemplo bajo el gobierno de la UP también demostró tener sus límites (desarrollaremos esto más abajo), hoy los chilenos cuestionan abiertamente el rechazo por las instituciones empresariales por más facetas democráticas que tengan (como el parlamento).

Por eso el problema tampoco es solo la fase neoliberal post dictadura como dice el FA y PC, por eso la situación no se resuelve con unas simples migajas que ofrece el gobierno y proponen los partidos tradicionales. Entonces es el funcionamiento del sistema capitalista y la discusión de quiénes están al poder lo que hoy estamos cuestionando cientos de miles de chilenos.

Esa profundidad de nuestras demandas se ejemplifica con la exigencia por el fin de las AFPs, donde no solo está en cuestión las pensiones de miseria, sino el mecanismo por el cual nos imponen estas bajas pensiones: del 10% que cotizamos los chilenos, las AFPs no solo lo administran, sino que roban gran parte de nuestra plata para invertir en negocios tanto en Chile como en el extranjero, además las AFPs le pasan nuestra plata a los bancos con una tasa anual con la que obtienen una rentabilidad del 4%, luego esos mismos bancos nos “prestan” ¡nuestra propia plata! a los trabajadores con unas tasas de intereses más caras. Un verdadero robo en el cual estamos atrapados los trabajadores. Además, de las 6 AFPs que concentran todo el negocio, 3 tienen dueños estadounidenses, otra un dueño de Brasil, otra de Colombia y la última es de dueño chileno (AFP modelo). Esto último, demuestra la magnitud de nuestra lucha por eliminar las AFPs: no es solo una pelea contra Piñera, no es solo contra los empresarios chilenos, sino que nos enfrentamos a intereses empresariales de distintos países, especialmente de Estados Unidos. Esos empresarios, extranjeros y chilenos, en los últimos 25 años han recibido por concepto de cotizaciones 90 billones de dólares, y en la misma cantidad de tiempo solo han devuelto por concepto de pensiones 30 billones de dólares, es decir 2/3 de nuestras cotizaciones las roban estos magnates.

También se ejemplifica en la bronca por los sueldos que no alcanzan para fin de mes: del poco sueldo que las familias trabajadoras ganan, cerca del 40% de ese presupuesto familiar se destinan a mercados de los cuales son dueños los 5 grupos económicos más grandes de Chile (Luksic; Paulmann; hermanos Matte Larraín; Angelini; Sebastián Piñera.). Estos mismos 5 grupos que concentran monopolios, son los que se roban nuestro trabajo pagando sueldos insuficientes en sus empresas, para que después esa misma plata del sueldo la tengamos que gastar en sus mismos negocios en el retail o cadenas de supermercados. Otro círculo vicioso que mantiene una concentración de la riqueza en pocas manos, mientras nosotros quedamos amarrados, vemos como se tiran el botín de nuestras riquezas entre sus manos.

Otro ejemplo, es la bronca por el endeudamiento por estudiar, lo que tiene total relación con el modo de funcionamiento capitalista al servicio de banqueros: A Causa del crédito con aval del Estado (CAE), entre 2006 y 2011, los bancos prestaron a estudiantes 443.700 millones de pesos, y luego vendieron con sobreprecio parte de esos créditos al Estado, y el Estado con nuestras platas (de impuestos, entre otros) les pagó por ellos 591.900 millones de pesos. Es decir robaron nuestra plata para regalársela a los banqueros, eso esconde el CAE. Los bancos analizan los antecedentes de los estudiantes, se quedan con los más seguros pagadores y le revenden al Fisco, con sobreprecio, la cartera de deudores más insolvente. Al Estado le hubiera resultado más barato pagar el arancel de referencia a los estudiantes, en vez de endeudarlos a 20 años plazo con la banca.

Chile es un país rico en minerales y recursos naturales, podríamos financiar importantes necesidades sociales (salud, educación o vivienda), sin embargo los empresarios extranjeros de las transnacionales se llevan todas esas riquezas que los trabajadores producimos a sus bolsillos. Un ejemplo son las transnacionales del cobre como BHP Billiton o Anglo American. El Cobre es la riqueza de Chile, sin embargo poco de eso queda en nuestros bolsillos para nuestras necesidades. Acá, al igual que con las AFPs, la lucha por recuperar los recursos naturales se transforma en una pelea no solo contra los empresarios chilenos, sino contra grandes empresarios extranjeros y sus instituciones internacionales como el Fondo Monetario Internacional, especialmente de EEUU y Europa.

Entonces aunque nuestras demandas puedan parecer muy simples, lo que de fondo se cuestiona es toda esta relación, entre las empresas como las AFPs, los bancos, las fábricas, y los capitalistas de países más ricos, están siendo cuestionadas de conjunto. Es la forma de funcionamiento del conjunto de la sociedad, que no cambiará profundamente con una u otra reformita.

LA UNICA GARANTIA DE CAMBIAR DE RAÍZ LAS COSAS ES CON UNA REVOLUCIÓN SOCIALISTA INSTAUREMOS UN GOBIERNO OBRERO Y POPULAR 

La única forma de garantizar que se echen abajo todas las medidas de la Constitución del 80, es si los obreros y sectores populares se toman el poder mediante una revolución socialista. No hay vía pacífica para esta tarea. Porque es claro, solo para acabar con las AFPs nos ha costado decenas de marchas pacíficas más esta rebelión y aún no lo logramos, porque hay intereses empresariales que los gobiernos e instituciones defienden hasta la médula: es sabido que más de 40 Ministros y autoridades de Gobiernos tanto de ex- Concertación y derecha han estado involucrados en el negocio de las AFPs siendo parte de los directorios de éstas ¿creemos acaso que ellos mismos las van a sacar?

Necesitamos sacar a los empresarios del poder, y eso significa destruir toda su institucionalidad corrupta y reemplazarla por una al servicio de los trabajadores y sectores populares. Hoy los empresarios están en el poder mediante distintos canales: financiamiento legal (ley de aportes reservados) e ilegal de campañas electorales y política en general; puerta giratoria para hombres de confianza entre el sector público (teniendo cargos de gobierno) y privado (siendo parte de directorio de empresas); influencia obvia en partidos políticos y centros de estudio, medios de comunicación, etc. Todo para escribir las reglas que les favorezcan.

El mejor ejemplo es el caso de la UP

Cambiar todo esto y quitarles sus privilegios es algo que ellos no permitirán fácil ni pacíficamente. En Chile tenemos el mejor ejemplo: La Unidad Popular bajo el gobierno de Allende, planteó una vía pacífica al socialismo, una vía confiando en la institucionalidad empresarial, es decir en el parlamento, en sus Fuerzas Armadas, en sus Ministerios, etc. Los trabajadores venían de fuertes luchas y huelgas desde antes de la UP, esta movilización, fue el precedente para que en el gobierno de la UP se avanzara en muchos derechos sociales y conquistas para la gran mayoría, pero este avance cuestionó los intereses empresariales y así, estos sectores respondieron con un mercado negro, cerrando cadenas de negocio para generar caos y desabastecimiento, y finalmente, con un golpe de Estado que instauró una dictadura militar que mató y torturó a miles de trabajadores/as. La experiencia de la UP nos deja como aprendizaje que no podemos confiar en cambios a nuestro beneficio por las instituciones de los empresarios o apelando al diálogo con ellos. Por el contrario, los trabajadores si queremos garantizar que se cumplan nuestras demandas, necesitamos expropiar por la fuerza las empresas como lo hicieron los cordones industriales; necesitamos  apelar a los sectores razos de las FFAA que se sumen a nuestra lucha; organizar la autodefensa armada; y por sobre todo, necesitamos hacernos del poder mediante una revolución socialista. No podemos delegar a otros intelectuales o académicos esa tarea de reemplazarnos en estas actuales instituciones, ellos pueden ser buenos aliados, pero los trabajadores necesitamos instaurar nuestras propias formas de democracia y autogobierno obrero y popular.

NECESITAMOS UN PARTIDO PARA ORGANIZAR LA REVOLUCIÓN SOCIALISTA ¡CONSTRUYAMOS EL MIT! 

Para que los trabajadores, pobladores y juventud tengamos un proyecto claro de sociedad y cómo conquistarlo, necesitamos organizarnos, tomar las experiencias anteriores de lucha, y disputar contra todos los otros partidos que nos dicen que dentro de este sistema capitalista podemos mejorar las cosas, que dentro de estas instituciones empresariales podremos lograr cambios profundos. Los empresarios se organizan en sus partidos (derecha o ex concertación) e instituciones: Fondo Monetario Internacional, SOFOFA en Chile, etc, los trabajadores necesitamos nuestra propia organización internacionalista, que esté preparada para enfrentar a los empresarios. Desde el MIT estamos construyendo esa alternativa siendo parte de la Liga Internacional de Trabajadores Cuarta Internacional LIT-CI, ¡te invitamos a construir este proyecto de lucha revolucionaria internacionalista con nosotros/as!

Construyamos un partido que proponga las siguientes tareas frente a la situación chilena:

  • HUELGA GENERAL HASTA QUE CAIGA PIÑERA
  • JUICIO Y CASTIGO POR LOS ASESINATOS, TORTURAS Y VIOLACIONES A DDHH
  • POR COMISIONES INDEPENDIENTES DE LA CLASE TRABAJADORA Y DE DERECHOS HUMANOS QUE INVESTIGUEN LOS CASOS,¡ NO CONFIAMOS EN LAS INSTITUCIONES EMPRESARIALES!
  • LIBERTAD INMEDIATA A TODOS LOS PRESOS POR LUCHAR, LIBERTAD A DAVID VELOSO, SOLDADO PRESO POR NEGARSE A REPRIMIR A SU PUEBLO
  • LIBERTAD PARA ORGANIZACIÓN Y LUCHA EN LUGARES DE TRABAJO
  • ABAJO LA CONSTITUCIÓN DEL 80
  • FIN A LAS AFP AHORA
  • RENACIONALIZACIÓN DEL COBRE Y RECURSOS NATURALES BAJO CONTROL OBRERO
  • NO AL TPP
  • DESMILITARIZACIÓN DEL WALLMAPU, AUTODETERMINACIÓN DEL PUEBLO MAPUCHE
  • FUERA ESTE PARLAMENTO EMPRESARIAL.
  • POR ORGANIZACIONES DE LOS TRABAJADORES CON DEMOCRACIA OBRERA EN REEMPLAZO DE ESTA DEMOCRACIA EMPRESARIAL
  • ASAMBLEAS POPULARES Y OBRERAS PARA LA AUTOORGANIZACIÓN Y PREPARAR LA AUTODEFENSA.
  • SOLDADOS DE BASE,¡ÚNANSE A LUCHAR EN DEFENSA DE SU CLASE!
  • POR UN GOBIERNO OBRERO Y POPULAR

 

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