Los/as trabajadores/as de todo el mundo han salido a las calles un año más para conmemorar el 1º de Mayo “Día Internacional de la Clase Obrera”. Y en prácticamente todos los lugares las manifestaciones estuvieron marcadas por la lucha por unos salarios dignos, contra el recorte de las pensiones, contra las medidas represivas de los diferentes gobiernos, la libertad de los presos y por la lucha del movimiento de mujeres, en el caso concreto del Estado español, por el repudio a la infame sentencia de “La Manada”. En este sentido, los ecos del pasado 8M se hicieron notar en las diferentes convocatorias tanto en sus pancartas, consignas y cantos. También estuvieron presentes las reivindicaciones de la Coordinadoras y Mareas en Defensa del Sistema Público de Pensiones, la lucha de Amazon,  de Las Kellys, Konecta, jornaler@s de La Vega, Surfruit y los profesores interinos entre otros.

La burocracia de CCOO y UGT se esmeró en intentar incorporar a las mujeres y a los/as pensionistas a sus manifestaciones, pero sus propios datos indican que las manifestaciones fueron menos numerosas que el año anterior. Los discursos de sus Secretarios Generales en la manifestación de Madrid no añaden un ápice de novedad a las propuestas de siempre «estamos dispuestos a negociar» y si no es así «conflicto social garantizado» (Unai Sordo).

En Madrid, la manifestación convocada por el Bloque de Clase y Combativo (CGT, CO.BAS, AST, Solidaridad Obrera, SAS, SUSH y CSC) bajo los lemas “Contra el Paro, la Precariedad y la Represión. Por la Igualdad, las Pensiones Dignas. Lucha Obrera en Unidad”, ha congregado (a pesar del enorme puente festivo), a un importante número de manifestantes, colectivos y organizaciones políticas  y ha demostrado un año más su enorme combatividad.  Las consignas en defensa de las pensiones, contra la precariedad y los recortes, contra el gobierno y la corrupción, en particular  el “caso Cifuentes”, contra el machismo y la vergonzosa sentencia de la Manada, han acaparado gran parte del recorrido. La manifestación que partió a las 12,00 horas de la Plaza de Legazpi culminó en la explanada del Museo Reina Sofía donde tomaron la palabra los diferentes colectivos en lucha. Un representante de la Coordinadora en Defensa de Las Pensiones, Las Kellys denunciado la precariedad laboral y la explotación en los hoteles y los/as trabajadores/as de Amazon, una de las luchas obrera con mayor visibilidad en los últimos meses y que el pasado 21 y 22 de marzo secundaron una huelga de 48 horas contra el gigante del comercio electrónico.

El sindicato Comisiones de Base (Co.bas), participó un año más con un cortejo donde la combatividad y el ánimo de lucha fueron de nuevo sus señas de identidad. Una vez finalizada la Manifestación tuvo lugar una Comida Popular de confraternización en el CSE (Centro Social de Entrevias), donde al buen ambiente reinante se sumó, dentro de un Día Internacional de lucha como es el 1º de Mayo,  las intervenciones de apoyo  a Sebastián Romero, Gael Quirantes y la lucha de los/as trabajadores/as del Aeropuerto.

En Cataluña Corrent Roig estuvimos presentes en la manifestación comarcal del Vallès por la mañana. Por la tarde, participamos enla manifestación unitaria convocada por la Marxa de la Dignitat con movimientos sociales como las Mareas pensionistas la PAH, el movimiento feminista, el movimiento antiracista, Marea Básica, etc. y con el sindicalismo alternativo (Co.bas, IAC…)  y organizaciones políticas (CRT, LI, Corriente Roja…). En un momento de agudización de la represión y la precariedad, la manifestación recorrió las calles de Barcelona bajo el lema «Contra la precariedad, trabajo y pensiones dignas; contra la represión libertad presos y presas», donde tuvimos la ocasión de participar de la agitación general de la manifestación y estuvimos codo con codo con las trabajadoras del SAD (servicio de atención domiciliaria), actualmente en lucha contra su precariedad laboral. Lo más coreado fueron consignas que remarcaban que «lo llaman democracia y no lo es», «libertad detenidos por luchar», «no fue abuso, es violación» y, por supuesto quedó claro que o se está del lado de la patronal o se está con la clase obrera.

En Andalucía, celebramos el Primero de Mayo en dos tiempos, apoyando la convocatoria del sindicato Co.bas. A primera hora de la mañana marchamos a la fábrica Surfruit, en pleno conflicto por despidos y acoso laboral. Allí reclamamos e la reincorporación de las compañeras despedidas y el fin del acoso laboral que se está aplicando contra la plantilla que se rebela ante las condiciones de explotación. Posteriormente el protagonismo fue de las jornaleras de Agrícolas Espino, hace poco encausadas penalmente. Marchamos desde dos puntos de salida distintos hacia el juzgado de Carmona, donde quieren castigar a las trabajadoras, a pesar de que la irregularidad la cometió el empresario al no pagar los seguros sociales. Este caso es otro ejemplo de cómo la justicia no es ciega, sino tuerta. Siempre mira a los de abajo mientras que cada día se destapan casos de corrupción y los incumplimientos del convenio en el campo es masivo. También participaron teleoperadores, pensionistas, estudiantes y mujeres en lucha.

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