Pese a la pandemia y su gestión represiva por parte del gobierno, que en estos dos años actuó al dictado de la UE para defender los intereses de la banca y la patronal y no la vida, las trabajadoras estuvimos al frente en nuestros barrios, en la calle o en los tajos. Para exigir el refuerzo de los Servicios Públicos y la estabilidad laboral de quienes trabajan en ellos. Poniendo el cuerpo para parar desahucios y exigir el derecho a vivienda digna. Plantando cara a las agresiones sexuales. Organizando la solidaridad para atajar la pobreza que el IMV (Ingreso Mínimo Vital) no eliminó. En la defensa de nuestra clase frente a los ataques de la ultraderecha…. ¡y en muchas otras luchas!
Este año, el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, se celebra recién salid@s de la sexta ola de una pandemia que persiste, por la negligencia de los gobiernos y su negativa a liberalizar las patentes. Y con una nueva Reforma Laboral, que la Ministra de Trabajo vende como una conquista histórica, pero que sabemos perpetuará nuestra precariedad.
Este 8M volvemos a las calles….
Para denunciar el incumplimiento de Yolanda Díaz y exigir la derogación de esta y todas las Reformas Laborales. También el ERE en la Administración Pública, que mandará al paro a miles de empleadas públicas en abuso de temporalidad que estuvieron en primera línea contra la Covid ¡Basta de paro, pobreza y brecha salarial!
Para denunciar la violencia institucional y exigir a este gobierno presupuesto para la Ley del solo SÍ es SÍ, combatir las violencias machistas, racistas y LGBTI-Fóbicas y la aprobación YA de una Ley Trans integral. Rechazamos el feminismo transexcluyente. ¡Lo que divide a las mujeres es la clase social, no su identidad de género u orientación sexual! Rechazamos la prostitución y los vientres de alquiler que son violencia contra la mujer.
Salimos también para celebrar la victoria de las mujeres y niñas colombianas que conquistaron el aborto legal. Pero seguimos reclamando su despenalización, aquí y en todo el mundo y que sea libre y gratuito para todas en la Sanidad Pública.
Y, por supuesto, saldremos a denunciar y combatir el discurso de odio, racista, machista, populista y demagogo de la derecha y ultraderecha. Si avanzaron electoralmente y la ultraderecha está hoy envalentonada, es por culpa de este gobierno y sus políticas, sus medidas insuficientes, sus promesas incumplidas y sus vacilaciones. Como dijimos tantas veces, ¡no es con discursos ni desde los sillones que se combate a la derecha!
Frente a una Huelga de cuidados o laboral/estudiantil, sólo de mujeres y decretada por una minoría, reivindicamos la organización del conjunto de la clase trabajadora para construir desde abajo una jornada estatal de lucha, con las mujeres al frente y paros, allí donde se decida. ¡Resignificar y banalizar la Huelga, sólo sirve para anularla, como herramienta de lucha!
La pandemia demostró que no habrá igualdad sin enfrentar el capitalismo, que se apoya en la explotación, en la violencia, la desigualdad y en las distintas formas de opresión. Desde Corriente Roja, reafirmamos nuestra posición de combatir todas las opresiones desde un programa y una estrategia revolucionaria, para unir a la clase y organizarla para tirar al basurero de la historia este sistema caduco en crisis permanente. Y, sobre sus ruinas, construir una sociedad socialista, opuesta por el vértice a lo que hizo el estalinismo.