Reproducimos a continuación el comunicado de nuestros y nuestras compañeras del PSTU de Brasil (sección brasileña de la Liga Internacional de los Trabajadores-cuarta internacional) sobre el ataque golpista que se ha ejecutado los pasados días en el país. Manifestamos también nuestra solidaridad internacionalista con las compañeras y luchadoras que están enfrentando esta situación en Brasil.
Es necesario responder a la altura frente a la invasión del Congreso Nacional, el Supremo Tribunal Federal (STF) y el Palacio del Planalto por parte de bolsonaristas de extrema derecha este domingo.
Se trata de una verdadera acción golpista, de enorme gravedad, perpetrada con la connivencia de las fuerzas de seguridad, tanto policiales como de las Fuerzas Armadas, además del gobierno del Distrito Federal. No solo omisión, sino apoyo abierto del gobierno de Ibaneis y su secretario de Seguridad, el exministro de Justicia de Bolsonaro, Anderson Torres.
Este Capitolio brasileño expone el carácter golpista del bolsonarismo y del terrorismo de extrema derecha, que se sienten cada vez más a voluntad para actuar frente a la postura conciliadora del gobierno de Lula, de su Ministro de Defensa, José Múcio, y también del Ministro de Justicia, Flávio Dino.
La invasión de Brasilia y de las sedes de los tres poderes este domingo, así como la preparación para la invasión de refinerías de petróleo en la próxima madrugada, se dieron en la cara de las instituciones y del nuevo gobierno, con el beneplácito del Ejército, en cuyos cuarteles generales acampan hace meses.
La policía, que no duda en reprimir manifestaciones de trabajador@s y del pueblo pobre, además de la juventud negra de la periferia, prácticamente escoltó a los bolsonaristas para invadir las sedes de los tres poderes del Estado.
Resultado de una política de conciliación
La invasión de Brasilia es resultado de una escalada que creció por la connivencia de las fuerzas de seguridad frente a las movilizaciones de la ultraderecha. Esto fue absolutamente evidente en el gobierno de Bolsonaro, y continúa, como podemos ver en lo absurdo que es el hecho de que Anderson Torres, el exministro de Bolsonaro que intentó boicotear las Elecciones, ocupe la cartera de Seguridad Pública del DF.
Y esto de alguna manera continúa en el gobierno actual, como demuestra la vergonzosa postura del ministro de Defensa del gobierno de Lula, José Múcio, nombre vinculado al bolsonarismo, y que califica las acciones golpistas como “democráticas”, negándose a tomar cualquier medida para contenerlas. A esto conduce la política de conciliación de clases que caracteriza al Frente amplio encabezado por Lula-Alckmin.
Por eso el PSTU no deposita ninguna confianza en el gobierno de Lula-Alckmin de frente amplio con la burguesía. De la misma forma que un gobierno así es incapaz de vencer los males que aquejan la vida de la clase trabajadora, es también incapaz de enfrentar efectivamente el golpismo de la extrema derecha bolsonarista.
Movilización de clase para derrotar a la extrema derecha
La realidad es que la acción de este domingo demuestra categóricamente que no se puede tener ninguna confianza en las instituciones del Estado que allí están y sus fuerzas de represión para combatir el golpismo. Por lo tanto, la intervención federal decretada en la Seguridad Pública del DF no es suficiente. Sigue dejando en manos de las instituciones que están ahí. No resolverá ni contendrá de este modo a la ultraderecha.
Por eso, l@s trabajador@s no pueden confiar ni esperar de estas instituciones el enfrentamiento a la ultraderecha y del bolsonarismo. Al contrario, deben confiar en sus propias fuerzas, en su organización y movilización –tarea fundamental en este momento–, porque las acciones de la ultraderecha, el golpe que quieren dar, es, precisamente, contra l@s trabajador@s, para atacar aún más los derechos del pueblo y destruir aún más nuestro país.
Debemos exigir del gobierno y de las instituciones responsables, la investigación y sanción ejemplar a tod@s l@s involucrad@s en este acto golpista, desde Bolsonaro y su familia, pasando por parlamentarios de extrema derecha, el gobernador del DF, Ibaneis Rocha, hasta los grandes empresarios que financiaron los campamentos en cuarteles generales del Ejército, y pagaron por la caravana golpista de este domingo. Debemos exigir nada menos que el arresto y la confiscación de los bienes de estos golpistas.
El PSTU defiende, sin embargo, que es necesario movilizar a la clase trabajadora, tomar las calles y organizar la autodefensa para enfrentar y derrotar efectivamente a la extrema derecha golpista.
Las direcciones de las organizaciones de la clase trabajadora, de los partidos de izquierda y de las centrales sindicales, todas las organizaciones que compusieron el frente Fora Bolsonaro, tienen la responsabilidad de ponerse al frente de esta lucha, llamando a la movilización y organizando la autodefensa contra la extrema derecha.
Defendemos la realización de un Día nacional de lucha contra la extrema derecha y el golpismo y en defensa de las libertades democráticas, a ser organizada por organizaciones de la clase trabajadora y de los movimientos sociales y populares.