En la madrugada del seis de noviembre, en La Obrera se reunían alrededor de medio millar de personas a la puerta para defender el Centro Social ante el inminente aviso de desahucio. Finalmente, el desahucio se consiguió parar gracias a la cantidad de personas que fuimos a la puerta, y que desde las cinco de la mañana, con agotamiento pero con determinación, teníamos un objetivo común: que L’Obrera se quedase en el barrio. Esta ha sido una primera victoria ante la empresa constructora NEDAX, actual propietaria del inmueble.
Por: Corrent Roig
Desde Corrent Roig participamos durante toda la jornada de defensa junto con la multitud de militantes de otras organizaciones, entre ellas las compañeras del Movimiento Socialista, las activistas de las asociaciones de vecinos/as de la ciudad, militantes de otros CSO de Catalunya y también del resto del Estado español, delegados sindicales de diferentes empresas del Vallès y de Catalunya como nuestros compañeros de co.bas de la empresa Azko Novel (Titanlux), las compañeras de la CRIDA (de las cuales había regidores/as de Sabadell), movimientos sociales como la PAH y muchos vecinos y vecinas del Eixample, donde se encuentra el Centro Social.
Esta involucración del conjunto de organizaciones políticas y sociales de la ciudad, así como del conjunto del barrio en la lucha, fue clave para llenar la concentración, con más de 500 personas, y fue la razón por la cual no se presentaron ni la comitiva judicial, ni los Mossos d’Esquadra.
Tal como decíamos hace un año: Levantar la bandera de “L’Obrera se queda en el barrio” tiene que ser un grito contra la precariedad de la juventud que nos vemos sin espacios propios y gratuitos de ocio y deporte; contra las políticas que criminalizan la okupación pero benefician a los grandes especuladores en medio de una crisis brutal de la vivienda; contra la privatización de los Servicios Públicos; y, en definitiva, un grito por la defensa de los espacios populares al servicio y autogestionados por la clase obrera y la juventud.
Por eso, esta primera batalla ganada no solo supone una victoria para La Obrera, sino para el conjunto de la clase trabajadora y popular y sus organizaciones.
Desgraciadamente, la realidad nos continúa golpeando. El mismo 6 de noviembre, desalojaron a un joven en situación de vulnerabilidad de la emblemática casa Orsola de Barcelona. Se movilizaron alrededor de más de 20 furgones y 140 policías para desahuciar a un joven equipado con un saco de dormir y una mochila. Un caso más de abuso policial y de la constante barbarie que vivimos dentro del sistema capitalista en favor de la especulación y los intereses de los fondos buitres y la Banca.
La lucha social contra la especulación, por una vivienda y espacios dignos y públicos, continúa, y ahora no podemos bajar la guardia, porque sabemos que los ataques a L’Obrera no pararán. Por eso necesitamos continuar implicando a la clase obrera y popular en esta batalla. Tenemos que llegar a todos los rincones de Sabadell, y abrir las puertas de L’Obrera ahora más que nunca implicando a todo el mundo en la defensa del espacio. Esta será la mejor forma de continuar masificando las próximas convocatorias y ganar esta guerra.
Los ataques a L’Obrera son una expresión más del salvaje sistema capitalista en que vivimos, que está al servicio de los intereses de una minoría parasitaria a expensas de la vida de la gran mayoría, de la clase trabajadora y los sectores más empobrecidos. El conjunto de la clase trabajadora y popular, y sus organizaciones, tenemos que continuar defendiendo los espacios autogestionados como L’Obrera que cuestionan desde la raíz la lógica de la propiedad privada, y la ponen al servicio de la mayoría.
¡En los próximos meses L’Obrera te necesita más que nunca! Participa de las asambleas, de las charlas, de las actividades semanales, y además organízate a tu barrio, clase, o puesto de trabajo, porque construir un fuerte movimiento social en Sabadell es también fortalecer L’Obrera y su defensa.
Hemos demostrado que la consigna “L’Obrera se queda en el barrio” es más posible que nunca. ¡Sigamos luchando para que sea una realidad!
Imagen: L’Obrera (@l_obrera) via https://twitter.com/l_obrera/status/1721413419172065379/photo/1