Mientras cerrábamos esta edición, ocurrían las elecciones en los Estados Unidos. El hecho es que ni Trump ni Biden reflejan exactamente la situación de clase y raza en los Estados Unidos y en el mundo. En América Latina, vivimos una revolución en Chile, que impuso la concesión de una Asamblea Constituyente, y en Bolivia las movilizaciones de masas derrotaron el golpe y sostuvieron un proceso electoral que consolidó esa derrota. Las elecciones son expresiones distorsionadas de la correlación y la lucha entre las clases, aunque incidan en ellas.
Las elecciones en el Brasil ocurren teniendo como telón de fondo la mayor crisis económica del capitalismo desde los años 1930, combinada con la pandemia. En el país, eso está agravado por un gobierno reaccionario, ultraliberal, entreguista y profundamente antiobrero.
Estas elecciones sin embargo, son diferentes de las de 2018. No están repitiendo aquella polarización. Para comenzar, el bolsonarismo está fragmentado, no consigue siquiera legalizar su partido. El propio Bolsonaro tuvo que arrojarse a los brazos del Centrón [partidos de centro].
Por otra parte, la izquierda de conciliación de clases (PT, PCdoB y PSOL) y las alas burguesas que les eran más próximas, como PSB y PDT, también se fragmentaron. Y el PT, que era hegemónico en ese Frente, parece haber perdido la hegemonía.
El PSOL, por su parte, crece en varias capitales, ocupando un vacío dejado por el PT. Pero no consigue ser un fenómeno a lo “Podemos” (España) o “Syriza” (Grecia), incluso porque, sin un programa diferente, no consigue andar sin estar a la sombra del PT. Ejemplo de eso es el hecho de que el PSOL se alía al PT en veinte ciudades, y de que el PT se alió al PSL de Bolsonaro en otras 145 ciudades.
En las elecciones no podemos quedar rehenes del mal menor. Por lógica, se precisa hacer una campaña y construir un proyecto que ayude a la clase trabajadora a avanzar en su conciencia, movilización y organización.
Si no sirve para eso, el voto es inútil
¿O alguien cree que un gobierno del PSDB, DEM, PP va a hacer diferencia? ¿O que con otro, con Haddad, Flávio Dino, etc., la vida va a cambiar? Cuando Boulos va a la famosa Avenida Faria Lima a conversar amigablemente con capitalistas en la Asociación Comercial de San Pablo, a prometer “no perseguir empresarios” y gobernar para todos, está haciendo, a su modo, su “Carta al Mercado Financiero”, como hizo Lula, jurándole a la burguesía mantener el orden y administrar bien el capitalismo.
Por eso, voto útil es en el PSTU, en la 16. Se trata de un voto que fortalece la organización, la movilización y la conciencia de clase obrera y de la clase trabajadora, para cambiar el sistema.
El 15, vote 16. Vote y ayude a ganar votos para los candidatos y candidatas del PSTU. Ayude a fortalecer las luchas de la clase trabajadora y un proyecto socialista y revolucionario para nuestro país. Ayúdenos a difundir nuestros materiales por las redes sociales y listas de whatsapp. Acceda a nuestro sitio y vea nuestras candidaturas en las ciudades.
Artículo publicado en www.pstu.org.br
Traducción: Natalia Estrada.
https://www.youtube.com/watch?v=5_Xkh6Usda8