¡Preparar la Huelga General en defensa de las jubilaciones, de los derechos laborales y del empleo!
El resultado del primer turno de las elecciones demuestra una vez más la enorme insatisfacción de la población con los gobiernos y los políticos que son los responsables por el desempleo, la miseria la violencia y la corrupción que asolan el país.
En el segundo turno, sea Jair Bolsonaro o Fernando Haddad del PT, si son electos, atacarán nuestros derechos y condiciones de vida para favorecer a los banqueros y grandes empresarios que los financian y apoyan.
Por lo tanto, nosotros, de la clase trabajadora debemos ser oposición desde el primer día al gobierno de cualquiera de los dos que sea electo, y estar preparados para luchar en defensa de la jubilación, del aguinaldo, del empleo, de la tierra, de los derechos de los oprimidos.
Nosotros del PSTU, entonces, decimos de antemano que seremos oposición al futuro gobierno, sea este el de Bolsonaro o el de Haddad, y sus aliados. Ninguno de los dos va a gobernar para nuestra clase, para los de abajo. Los dos van a gobernar para los banqueros.
Vamos a votar contra Bolsonaro, por la 13, sin ningún apoyo político a Haddad
Jair Bolsonaro defiende un proyecto de dictadura para nuestro país. Defiende la tortura y la dictadura militar que existió en el Brasil luego del golpe militar de 1964 y que duró 21 años, que puso fin a la elección directa para Presidente, al derecho de huelga y de manifestación, a la libertad de expresión, de organización sindical y política. Para defender los intereses de los grandes empresarios y de los bancos, la dictadura detenía, torturaba y llegaba a asesinar a los que no concordaban, a los que osaban hacer oposición. Así explotaban al pueblo, y el trabajador no podía reclamar por nada. Es eso lo que Bolsonaro y su vice, Mourão, dicen que van a hacer en el país “si fuera necesario”.
El candidato del PSL dijo que “va a acabar con todo el activismo” en el Brasil. ¿Saben qué quiere decir eso? Que los indígenas no van a poder reclamar sus tierras, que los negros no van a poder luchar contra el racismo y la discriminación. Que las mujeres serán prohibidas de luchar por sus derechos y por igualdad. Que los trabajadores quedarán sin sindicatos e impedidos de luchar y hacer huelga. Que su gobierno va a implementar una dura represión contra las luchas. Que los capataces de los latifundistas, asesinos como los que mataron a Marielle, y la propia PM estarán liberados para matar. Todo eso sin hablar de que él es diputado hace ya 30 años y es tan corrupto como los demás políticos que dominan Brasilia.
Sabemos que muchos obreros y trabajadores votaron por Bolsonaro no porque estén de acuerdo con estas barbaridades. Votaron por él porque están indignados con todo lo que está ahí, con el desempleo, con la corrupción generalizada, con el quite de derechos, y también con el PT. Hay muchos trabajadores que votaban por el PT y que hoy se sienten traicionados, y con toda razón. No solo por los escándalos de corrupción. Recordemos que Dilma, en las elecciones de 2014 prometió no quitar derechos “ni aunque la vaca tosa”, y enseguida después de ser electa, puso a un banquero en el Ministerio de Hacienda y confiscó el Plan de Integración Social (PIS) y el seguro de desempleo de la clase obrera. Votaron por Bolsonaro, mucho más para dar un voto castigo al PT que por apoyar o incluso conocer las propuestas de Jair Bolsonaro.
Nosotros sentimos la misma indignación, nosotros también queremos cambiar todo lo que está ahí. Y decimos más: si Haddad llega al gobierno, él sí va a atacar nuestros derechos, como hizo el gobierno de Dilma. Va a seguir la misma cartilla de los gobiernos anteriores del PT, aliado a los banqueros, grandes empresarios y buena parte de esa banda política que habita el Congreso Nacional.
Pero, incluso así, votar por Bolsonaro es dar varios tiros en nuestro propio pie, en el pie de toda la clase trabajadora. Primero, porque él va a atacar nuestros derechos, va a hacer la reforma de la Previsión de Temer, tal vez hasta peor. Va a profundizar todavía más la reforma laboral, incluso acabando con el aguinaldo. Y va a seguir privatizando el patrimonio púbico.
Segundo, porque Bolsonaro, frente a la lucha de los trabajadores por la defensa de nuestros derechos, no solo va a reprimir nuestra lucha como hicieron y harán otros gobiernos, incluidos los del PT. Él amenaza poner a los militares en las calles e imponer una dictadura que impida al trabajador luchar, defender sus derechos y sus intereses. Amenaza acabar con toda libertad de organización y manifestación en nuestro país.
No podemos facilitar que Bolsonaro, una vez en el gobierno, tenga fuerza para hacer todo eso. No tiene sentido dar a él y a su vice la posibilidad de quitar nuestros derechos de organización, de huelga, de manifestación y de expresión. Por eso, ningún obrero, ningún trabajador debe votar por Jair Bolsonaro. Por eso, incluso sin dar ninguna confianza o apoyo político al PT, debemos votar 13 (Haddad) en el segundo turno.
Precisamos estar preparados para la lucha desde ya
Nosotros confiamos en la capacidad de lucha de la clase trabajadora y del pueblo pobre de nuestro país. Hicimos una enorme huelga general en 2017 que impidió la reforma de la Previsión de Temer. Si hubiésemos seguido con la lucha en aquel momento podríamos haber impedido también la reforma laboral e, incluso, derrocado a Temer. Lamentablemente, la dirección de partidos como el PT y Solidariedade, y la cúpula de las grandes centrales sindicales desarticularon y tiraron para atrás la lucha. Eso precisa cambiar.
Precisamos prepararnos desde ya para la lucha en defensa de nuestros derechos, sea cual fuere el candidato electo en el segundo turno. Precisamos estar listos para enfrentar y derrotar a Bolsonaro y su autoritarismo en las calles. Nuestra clase cuando está unida y organizada es más fuerte que todos ellos y puede derrotarlos.
Foto: Sérgio Koei
Un llamado a la centrales, sindicatos y movimientos: Vamos a preparar la Huelga General
Tanto Jair Bolsonaro como Fernando Haddad ya se comprometieron con el “mercado” en hacer la reforma y atacar nuestras jubilaciones, para continuar pagando la mal llamada Deuda Pública, que no es más que un robo de recursos públicos para los bancos.
Lo que puede derrotar, de hecho, el autoritarismo de Jair Bolsonaro, y también derrotar los ataques a nuestros derechos y organizaciones, es la movilización unificada de la clase trabajadora y del movimiento popular. Nosotros, que construimos toda la riqueza que existe, podemos parar el país, mostrar nuestra fuerza y vencer.
Es necesario construir la unidad para luchar. Construir un Frente Único para defender la jubilación, impedir que quiten nuestros derechos, exigir empleos. Así como el Frente Único es necesario para derrotar, en las calles, el autoritarismo de Bolsonaro y sus seguidores, y de la cúpula militar que lo apoya.
Vamos a preparar ya las condiciones para una nueva Huelga General.
#EleNão!
¡Contra el racismo, el machismo, la LGBTfobia, la xenofobia y la explotación!
No vamos a aceptar el genocidio o encarcelamiento en masa de nuestra juventud pobre y negra de las periferias. No podemos tolerar el feminicidio y el altísimo grado de violencia que se ha abatido sobre las mujeres en nuestro país, o que las mujeres trabajadoras ganen menos que los hombres, no tengan ni guarderías para dejar a los hijos, y todavía tengan que oír que hijos criados por madres solteras y abuelas son desajustados. No podemos tolerar que los nordestinos sean llamados vagos y que las LGBTs sean insultadas por Bolsonaro y por los coordinadores de su campaña.
DICTADURA NUNCA MÁS
Brasil precisa de una rebelión obrera y popular y de un proyecto socialista.
En la lucha vamos a organizar a nuestra clase por abajo, para hacer una Rebelión en este país y construir un gobierno obrero y popular, de los de abajo, para gobernar con Consejos Populares, con democracia obrera.
Artículo publicado en www.pstu.org.br
Traducción: Natalia Estrada.