¡Ni Dilma ni Temer! ¡Elecciones generales ya!
La televisión no dio trascendencia a dos hechos muy importantes y diferentes que ocurrieron la semana pasada en Brasil. En São José dos Campos (SP), metalúrgicos de la General Motors (GM), de la Embraer [aviones], de la Hitachi y de diversas otras fábricas realizaron asambleas, paralizaron sus actividades, atrasaron la entrada y la producción, y realizaron manifestaciones exigiendo “Fuera todos ellos” y “¡Elecciones generales ya!”.
Editorial Opinião Socialista n.° 514
El Sindicato de los Metalúrgicos de São José dos Campos y Región, afiliado a la CSP-Conlutas, convocó la actividad. No obstante, paralizar fábricas por demandas políticas contra la patronal y sus partidos, como el PSDB, y también contra el gobierno del PT y toda la burocracia sindical del país es algo verdaderamente inédito.
El 23 de marzo, otro hecho inédito en el movimiento obrero brasileño fue la enorme silbatina a la dirección del Sindicato de los Metalúrgicos del ABC durante una asamblea masiva en la Volkswagen, cuando el presidente del sindicato defendió a Dilma.
Esos dos acontecimientos demostraron que la clase obrera rompió con el gobierno del PT y no está dispuesta, de nuevo, a comprar la cantilena del mal menor.
La clase trabajadora no quiere que Dilma se quede. Tampoco quiere que Michel Temer (PMDB) asuma. No quiere a uno ni a otro. Y está llena de razón. Son dos lados de la misma moneda.
Las paralizaciones de São José dos Campos y los silbidos de los metalúrgicos de la Volks del ABC indican que la clase trabajadora tiene todas las condiciones de parar el Brasil en una gran huelga general y sacar a Dilma, Temer, Cunha, el Congreso de embusteros, e imponer la convocatoria a ¡elecciones generales ya!
Una huelga general sacaría a Dilma, pero también impediría que Michel Temer asumiese. Hoy hay condiciones de hacer eso, pues hay disposición de lucha por parte de los trabajadores. El pueblo tienen que poder decidir quién va a ser presidente, gobernador, alcalde, etc. Al final, ¿qué democracia es esta que hace al pueblo soportar gobiernos que no quiere o que no eligió?
Sabemos que la verdadera democracia no está garantizada ni con elecciones. Democracia de verdad exigiría que el dinero no interfiriese en las elecciones. Pero querer imponer un presidente no electo como Michel Temer… ya es demás.
La CUT y la CTB deberían romper con el gobierno, pasarse para el lado de los trabajadores y sumarse a la protesta de la CSP-Conlutas de construir una huelga general. La Fuerza Sindical también debería romper con Temer y salir a la huelga general.
También el PSOL y el MTST precisan romper de hecho con el gobierno. De poco sirve ir a las calles contra el ajuste fiscal y caer en la armadilla de un supuesto golpe que, concretamente, significa el apoyo a que “se quede Dilma”.
La huelga general es el camino para derrotar también el ajuste fiscal que Dilma, Temer, el Congreso, la FIESP [Federación de Industrias del Estado de San Pablo], los banqueros, el PSDB y todos los capitalistas defienden. También abre camino para que la clase obrera se organice en comités de lucha en las fábricas. Para que el pueblo pobre y la juventud negra organicen comités populares en las periferias. Para que los estudiantes construyan comités en las escuelas. Para que la mayoría del pueblo ocupe las calles y saque a todos ellos y garantice empleo, salud, educación, vivienda, saneamiento básico, expropiación de los bienes y prisión de corruptos y corruptores.
Vamos a construir nuevas herramientas de lucha a la altura de los desafíos que están planteados para la clase trabajadora. Es preciso hacer tener vez y voz a aquello que nos representa. Esa es la importancia del 1° de abril, Día Nacional de Lucha. Vamos a reforzar el campo de la clase trabajadora que está siendo construido junto a la CSP-Conlutas y el Espacio Unidad de Acción.
Traducción: Natalia Estrada.