¡POR UNA DEPENDENCIA DIGNA, PÚBLICA Y DE CALIDAD!

Por: L. R.

Como profesional que trabaja desde 2007 en el Servicio de Atención y Valoración de la Dependencia de Andalucía, considero totalmente justas y legítimas, las reivindicaciones de las compañeras del Servicio de Ayuda a Domicilio (SAD) en Sevilla, que llevan días acampadas frente al Ayuntamiento, para que éste atienda su demanda de municipalizar el servicio y que deje de estar en manos de las empresas privadas que hacen negocio con él, a costa de su precariedad laboral.

En todo el Estado, las profesionales del SAD, llevan años exigiendo que se atiendan sus reivindicaciones laborales. Reivindicaciones que son necesarias para el desempeño correcto y en condiciones seguras, de esta importante labor profesional, como son la evaluación de los riesgos laborales en su puesto de trabajo o el reconocimiento de sus enfermedades profesionales. Demandas tan básicas, que da vergüenza que a estas alturas y después de tantos años de existencia del servicio, tengan que seguir peleando por ellas.

El SAD es uno de los principales servicios del Catálogo de prestaciones y Servicios que se ofrecen a las personas en situación de Dependencia, desde la creación de la Ley estatal en 2007. Unas ayudas para las que a menudo personas mayores y dependientes tienen que esperar meses o incluso años. Y eso con suerte….

A 30 de abril de 2023, un total de 147.000 personas eran beneficiarias del Servicio de Ayuda a Domicilio en Andalucía, lo que supone el 45% del servicio a nivel estatal y un 54% de las personas beneficiarias del Servicio de dependencia de Andalucía. (Diario Sur)

El Servicio de Ayuda a Domicilio se financia con las aportaciones de la Administración General del Estado, de la Comunidad Autónoma de Andalucía y de las personas usuarias. Por su parte la Comunidad autónoma financia a las corporaciones locales para que garanticen el servicio, cuya gestión cada vez más ayuntamientos de cualquier signo político, ponen en manos de multinacionales. El resultado de ello es que todas las administraciones terminan desentendiéndose de las condiciones laborales en que este servicio es prestado.

Según Ismael Sánchez, concejal de IU en la localidad, “es el momento de cambiar de modelo porque no podemos seguir licitando el servicio a empresas privadas”. Y en ese sentido, anunció la intención de su grupo municipal, de presentar una moción el próximo 25 de abril en el Consistorio, instando a la municipalización del servicio.

Estamos de acuerdo. Pero van a tener que explicárselo a las trabajadoras, porque en Sevilla capital defienden que este servicio vuelva a manos públicas, mientras que en Alcalá del Río, donde gobiernan, están empeñados en privatizarlo. ¡No vale defender la municipalización y denunciar la privatización de lo público únicamente cuando se está en la oposición!

Las trabajadoras del SAD de Alcalá del Río en Sevilla, no entienden por qué el equipo de Gobierno de IU que pretende externalizar (privatizar) el SAD en esa localidad, les dice que: “hemos preguntado a los pueblos que tienen externalizado el servicio y nos dicen que el servicio funciona perfectamente, que está muy bien, que no hay ningún problema”.

 La triste realidad de la Dependencia que llevamos años viendo quienes trabajamos dentro de ella, es que mientras muchas personas mueren antes de poder optar a las ayudas que la Ley estatal y las distintas leyes andaluzas les reconocen (en el papel), empresas multiservicios como CLECE SACYR, DOMUS, MACROSAD… y tantas otras multinacionales del sector de los cuidados, que llevan igualmente tareas de mantenimiento, limpieza, restauración, jardinería, logística interna o seguridad en nuestras ciudades y pueblos, se lucran cada vez más, con la atención a las personas en situación de dependencia.

Lo que está en juego y por lo que están peleando las trabajadoras al exigir la municipalización del servicio, por tanto, es por una Dependencia pública y de calidad. Una Dependencia que al igual que la Educación o la Sanidad pública, se desangra y se sigue deteriorando por falta de recursos de todo tipo.

A diferencia de una minoría social cada vez más pequeña, que puede llevar a sus hijos e hijas a colegios privados, pagar por una atención domiciliaria, hacerse atender en la sanidad privada o costear de forma íntegra lo que cuesta una plaza en una residencia o centro de día, para la gran mayoría de las familias andaluzas, esto es simplemente imposible ¡No podemos resignarnos ni permitir que, en aras de los beneficios de unos pocos, se sigan desmantelando los Servicios Públicos!

La lucha de estas compañeras es, además, una lucha profundamente feminista, ya que, no por casualidad, su labor profesional al igual que la de otros empleos del sector de los cuidados que durante la pandemia fueron considerados servicios esenciales, es desempeñada casi en un 97%, por mujeres, muchas de ellas migrantes. En esta sociedad estructuralmente machista, los trabajos feminizados están peor pagados y/o ofrecen peores condiciones laborales.

Las compañeras del SAD en todo el Estado están protagonizando movilizaciones ejemplares que hay que rodear de apoyo, ayudando a su coordinación y unificación. Las luchas contra la privatización en unos ayuntamientos y por la remunicipalización en otros, son la misma, independientemente del color del gobierno que esté a la cabeza ¡Gobierne quien gobierne, los servicios públicos se defienden!

En el centro de sus exigencias, es preciso colocar al gobierno estatal del PSOE-SUMAR, autodenominado “feminista y progresista”, que es también responsable, para que derogue todas aquellas leyes que abren la puerta a la privatización, en el ámbito de la Dependencia, la Sanidad, la Educación y otros tantos servicios públicos.

 ¡Remunicipalización del SAD en todo el Estado, YA!

¡Basta de recortes y privatización!