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Acuerdo de gobierno: el racismo institucional continúa

«El próximo Gobierno va a defender los derechos humanos y la dignidad de todos los que, huyendo de pobreza y guerras, han venido a trabajar con nosotros», declaró Pablo Iglesias en el segundo debate de investidura.

Estas palabras suenan a gloria comparadas con las propuestas de Vox sobre inmigración. Esta ultraderecha rancia y retrógrada dedica todo un capítulo de su programa a proponer medidas de retirada de derechos a la población migrante, minutos y minutos de los debates electorales para difundir mentiras y ladrar estadísticas falsas para que aumenten sus votos de odio anti-inmigrantes y que sus representantes digan barbaridades.

Desde Corriente Roja respetamos que muchas compañeras y compañeros hayáis votado a UP o al PSOE con la intención de defendernos, a las y los inmigrantes, convencidas de que así se hace frente al racismo diciendo a la derecha y ultraderecha que ¡no pasarán!

Desgraciadamente, el racismo y la xenofobia pasaron hace décadas con la aplicación de la Ley de Extranjería (1985), la apertura de los CIES (ya había 6 CIES abiertos en 1988), la reconstrucción de la valla entre Ceuta y Marruecos (1996), la instalación de las concertinas o “cuchillas en las vallas” (2004) y los cupos de detenciones a inmigrantes sin papeles en las comisarías (2009) gracias a los antecesores del actual presidente del gobierno: Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero. En definitiva, gracias al PSOE.

El año de legislatura de Pedro Sánchez tampoco ha sido un camino de rosas para las y los inmigrantes. La acogida superficial del Aquarius solo fue un oasis/instrumento electoral en el desierto de las más de 500 muertes (asesinatos) migrantes que han intentado llegar a las costas españolas durante el 2019; el doble de devoluciones bajo el gobierno del PSOE que la del año anterior presidido por Mariano Rajoy; la prohibición de atracar en puertos españoles a los barcos de salvamento marítimo; la bienvenida a los más de 10.000 nuevos efectivos que ofrece Frontex cuando el gobierno necesite reforzar frontera ofrecidos por la UE; el asesinato de Mame Mbaye; los CIES que siguen abiertos; el hacinamiento y abandono de los menores no acompañados y los solicitantes de asilo durmiendo en la verja del Samur Social sin plaza de acogida para dormir.

El acuerdo del gobierno de Unidas Podemos y el PSOE: del dicho al hecho…

Recogido en un epígrafe del último capítulo del acuerdo de gobierno, el gobierno de coalición promete:

1. Promover la implementación del Pacto Global para las migraciones y el Pacto Mundial sobre los Refugiados de la ONU

2. Dedicar una especial atención al desarrollo sostenible de los países de origen y tránsito para facilitar una inmigración legal y segura.

3. Dotar el Fondo estatal de integración.

4. La elaboración de una nueva Ley de Asilo y la atención de aquell@s migrantes que llegan a nuestro país en situaciones de alta vulnerabilidad.

Sin embargo, nos preguntamos:

¿Por qué no hay ni una mención a derogar la Ley de Extranjería que hace que puedas ser pres@ en un CIE y devuelto forzosamente a tu país de origen en cualquier momento si no cuentas con la autorización de residencia? ¿Ley que te fuerza a sobrevivir sin derecho a trabajar en la más extrema vulnerabilidad si quieres conseguir “los papeles” durante tres años? ¿Por qué no hay ni una mención al cierre de los CIES que sí estaba en el programa electoral de Unidas Podemos? ¿Quitarán las concertinas? ¿El gobierno dejará que el Open Arms u ONGs se dediquen al rescate de personas en el mediterráneo y atraquen en puertos españoles? ¿Se abrirán plazas de acogida para l@s migrantes y solicitantes de asilo que estén en situación de calle?

La falta de medidas no sólo pone en evidencia la falta de interés por parte del gobierno en combatir el racismo institucional, sino que evade proteger nuestras vidas, continúa encerrándonos como presos y presas por migrar, nos sigue devolviendo forzosamente a nuestros países de origen y nos deja morir en el mediterráneo, en la valla, durmiendo en la calle o en la más absoluta precariedad.

Los silencios en el debate electoral de los líderes de la supuesta izquierda, ahora gobierno, frente a las mentiras de Abascal, anunciaban que la ofensiva contra l@s inmigrantes por parte del Gobierno eran por omisión en los dichos y por continuidad del racismo institucional de los anteriores “gobiernos progresistas” en los hechos.

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