1/ El día 8 de junio el Parlament catalán, con los votos de la CUP, rechazó el proyecto de presupuestos para 2016 presentado por el Vicepresident Junqueras en nombre del govern de Junts pel Sí (JxS).
2/ La enmienda a la totalidad de la CUP estaba más que justificada ante unos presupuestos sumisos a la UE y al Tribunal Constitucional, prisioneros del pago de una deuda insostenible que crece cada año, perpetuadores de los recortes y privatizaciones y, una vez más, intervenidos por Rajoy-Montoro a través del FLA.
3/ El argumento de Junqueras de que estábamos ante “los presupuestos más sociales de la Generalitat” es pura propaganda: ¿qué son 285 millones de incremento de gasto social ante la grave situación que viven tantas familias trabajadoras, ante unos recortes de más de 5.300 millones desde 2010, ante los 7000 millones que se destinan al servicio de la deuda?
4/ Nos congratulamos de la decisión de la CUP de mantener la enmienda a la totalidad, a pesar de las considerables presiones a que ha sido sometida para que la retirara. Las condiciones de la CUP para votar a favor del presupuesto eran de mínimos, bien lejos de cualquier «extremismo anticapitalista»: retornar a la fiscalidad autonómica de la época del tripartito (PSC-ERC-ICV) y hacer gestos de desobediencia, como por ejemplo no reconocer el tope de déficit marcado por Rajoy-Montoro o consignar como ingresos presupuestarios los impuestos anulados por el Tribunal Constitucional. A pesar de esto, fueron rechazadas por el gobierno de JxS
5/ La negativa de Convergencia y de Esquerra a asumir las condiciones planteadas por la CUP reflejan la esencia de su política, que expresaron con mucha claridad en el encuentro del Círculo de Empresarios de Sitges: Puigdemont dejando claro que él nunca se enfrentará a la legalidad española y Junqueras declarando que siempre respetará las directrices y normas europeas.
6/ A raíz de la enmienda a la totalidad de la CUP, la derecha nacionalista, encabezada por el President Puigdemont, ha salido en tropel, con el apoyo de todo su aparato mediático, a un ataque furibundo contra la CUP, en el que no han faltado colaboradores como el exdiputado de la CUP, Antonio Baños. Llama la atención que sea CDC quién denuncie a la CUP por romper el compromiso de estabilidad cuando son ellos (y ERC) quién redactaron el recurso de Mesa del Parlament que definió la declaración soberanista del 9N como una «mera declaración de voluntad» sin efectos jurídicos. En cuanto a ERC, observa con complacencia el enfrentamiento CDC-CUP, tratando de sacar tajada electoral.
7/ El President Puigdemont ha dado por roto el pacto de estabilidad parlamentaria firmado con la CUP y ha anunciado que se someterá a una cuestión de confianza parlamentaria el próximo mes de Septiembre, después de la Diada. Con esto tratan de poner a la CUP entre la espada y la pared y de ganar tiempo, a la espera del posible espacio negociador que pudiera abrirse con el próximo gobierno español.
8/ Con la enmienda a la totalidad la CUP se ha dividido por la mitad. El sector liderado por Poble Lliure se ha manifestado públicamente en contra de la enmienda y la diputada Mireia Boya mostraba su plena confianza en Puigdemont » hoy y en cuatro meses».
9/ Creemos que la CUP ha ser consecuente con la lucha por la República catalana, excluyendo estrategias conjuntas con la burguesía catalana y sus partidos, que nunca romperán ni con la legalidad española ni con los dictados de la UE y la Troika. Ahora la CUP amenaza entrar en otro proceso agónico, como cuando se planteó el dilema de “Mas o Marzo”. La CUP no debe acoplarse a aquello que sea asumible por Esquerra y Convergencia, sino defender con firmeza la convocatoria de un referéndum unilateral de autodeterminación, sin pedir ningún permiso al Estado. Es también ante esto que Colau y Podemos deben pronunciarse, en lugar de dejar el derecho a decidir en manos de mayorías imposibles en las Cortes españolas.