A continuación reproducimos el comunicado del sindicato co.bas sobre el conflicto del campo.
No al desmantelamiento del sector agrario
En estos días hemos presenciado una multitud de cortes en nuestras ciudades, provocadas por la irrupción del sector agrario ante la negociación del acuerdo de libre comercio entre UE y Mercosur. Este acuerdo, así como los que ya están vigentes con Marruecos o Sudáfrica, es un capítulo más en la política de la UE por liberalizar el sector y desmantelar la agricultura en los países de la UE.
Detrás de estos acuerdos se esconden los intereses de las grandes superficies y comercializadoras, que prefieren importar productos de peor calidad (sin regulaciones fitosanitarios) y más baratos, que abonar un precio justo por los mismos.
En el estado español contamos con un precedente claro con la mal llamada “reconversión industrial” a partir de la integración en la UE, lo que significó una política restrictiva de la producción y que hizo estragos en el sector. Sin embargo, gracias a las subvenciones “ayudas de la PAC” fue como los grandes terratenientes aceptaron la política de cupos y el desmantelamiento del campo, en detrimento de los pequeños agricultores.
Sin embargo, el rechazo al tratado de libre comercio de Agricultura UE- MERCOSUR no significa acuerdo con la salida que proponen las organizaciones patronales como ASAJA. Esta asociación que representan a los grandes terratenientes, al igual que ocurrió con la reconversión industrial, busca renegociar su encaje y un mayor precio a cambio de aceptar el nuevo dictado, en detrimento del sector y de los pequeños productores.
Solidaridad con los pequeños agricultores frente los grandes explotaciones y terratenientes de la UE
El desmantelamiento del sector agrario no afecta igual a todos, mientras en los últimos 15 años (2005-2020) desaparecieron casi 4 de cada 10 explotaciones pequeñas (un 37%), un dato aportado por el INE revela que las explotaciones de más de 100 hectáreas han aumentado en los últimos 20 años, pasando de suponer el 54% de toda la tierra agrícola al 58%. Los grandes fondos de inversiones también han encontrado en la adquisición de tierras y en las subvenciones de la PAC un paraíso fiscal donde colocar sus activos con gran dosis de rentabilidad, sin la exigibilidad de trabajar la tierra. Este es el caso del banco británico HSBC con la compra de 400 hectáreas de Extremadura, o como Fiera capital de Canada, la cual ha comprado 8 mil hectáreas en el territorio estatal.
Además, los pequeños sufren cada año la política extorsionadora de precios a través de los intermediarios mandatados por empresa del sector y comercializadoras, vulnerando la ley de la cadena alimentaria.
Esta desigualdad se expresa igualmente en el reparto de las ayudas de la PAC (desvinculada de la producción), donde el gobierno de Sánchez- Yolanda Díaz siguen destinando gran parte de las subvenciones a los grandes terratenientes y fondos de inversión en detrimento de los pequeños sin exigirles que produzcan y trabajen la tierra. De hecho, en 2019 en el pago básico de la PAC solo 0, 34€ de perceptores, que controlan el 8,6% de la superficie y reciben el 10,5% de los pagos.
Sin embargo, a pesar de esta dura realidad, las direcciones patronales que representa a los pequeños agricultores y ganaderos son incapaces de sacudirse el yugo de las grandes explotaciones, representadas por ASAJA, plegándose a los intereses de esta, e incapaz de levantar un programa que satisfaga sus propios intereses.
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Por una salida para los de abajo frente a los terratenientes de la UE
La única salida para el pequeño agricultor, y así evitar su desaparición física, pasa por romper su alianza con los grandes, ya que ellos ni antes con la reconvención industrial, ni ahora, van a luchar consecuentemente contra el desmantelamiento y la liberalización del sector, sino todo lo contrario, obtener más y mejores condiciones, en detrimento de los pequeños.
Para revertir esta situación y garantizar la supervivencia, el único camino para los pequeños no es otro que establecer una alianza con los jornaler@s a partir del respeto a las condiciones laborales-salariales y acuerdos medioambientales, y la puesta en marcha de un plan de emergencia para el sector.
Un plan que exija un reparto equitativo de la ayuda de la PAC, priorizando al pequeño frente al grande; un criterio igualitario en el reparto de las aguas; acabar con la cadena de intermediarios y negocio de las comercializadoras; basta de ayudas a quienes no producen, ni trabajan la tierra; expropiación de los latifundios baldíos en manos de los duques, infantes, marqueses y los nuevos fondos de inversiones; regularización de los trabajadores inmigrantes sin papeles.
No al Tratado de libre Comercio UE- Mercosur
Dicho acuerdo representa no solo una amenaza al sector agrario, sino también para la propia soberanía alimentaria de los pueblos de Europa. Este tratado evidencia una vez más que en la Europa del capital priman más los intereses imperialistas de un puñado de potencias, que el bienestar de la población, y sobre todo de los millones de familias trabajadoras que van a sufrir estas consecuencias.
Y es a cambio a de este acuerdo, los imperialismos europeos (Alemania y Francia) podrán exportar igualmente sus bienes y mercancías sin necesidad de pagar aranceles a los países que integran el Mercosur, relegándolos a colonias nuevamente exportadoras de materias primas.
En este escenario el gobierno de Sánchez se ha mostrado fiel a la doctrina de la Europa del capital al ratificar el acuerdo, dando un espaldarazo al sector, comprometiendo gravemente la soberanía alimentaria, así como encorsetándonos aún más en un país basado en el sector servicio.
Organicemos los de abajo una verdadera resistencia contra el desmantelamiento de la UE y los terratenientes
Desde cobas apoyamos la lucha del sector contra el tratado de la UE- Mercosur. Del mismo modo, rechazamos la salida en favor de los grandes terratenientes, que atenta contra el medio ambiente y contra los derechos de los trabajadores.
Es por eso que hacemos un llamamiento a las organizaciones de los pequeños agricultores a que rompan con ASAJA, para buscar una alianza con los que verdaderamente trabajan con sus manos el campo: los jornaler@s y sus organizaciones.
Desde Cobas estamos convencido que esta alianza de los de abajo y pobres del campo contra los de arriba es la única salida para evitar la desaparición del pequeño agricultor y ganadero y el desmantelamiento del sector.