¡Ada Colau, ahora es cuando tienes que cumplir las promesas de transparencia y justicia social!
Los trabajadores y trabajadoras de Metro mantienen la huelga el 22 y 24. Y también los autobuseros el 23 y 25. Coincidiendo con el Mobile World Congress (MWC).
Los trabajadores y trabajadoras luchan contra la precarizació de los contratos y el externalización de servicios, así como para recuperar sus salarios, congelados desde 2010, mientras los directivos no han tenido inconveniente en incrementárselos, en el caso del Metro más de un 14%. Por eso, exigen también transparencia: que se haga público qué cobran los directivos. Los autobuseros exigen igualmente el fin de “la intervención sindical” de la empresa en favor de los sindicatos oficialistas (CCOO, UGT y SI) y rechazan la política de privatización del tranvía que Ada Colau perpetúa.
Mientras el gobierno de la Generalitat impone unilateralmente un incremento descarado de los servicios mínimos (del 50% al 65% en las horas punta), la alcaldesa Ada Colau culpabiliza a los trabajadores por ejercer su derecho de huelga. Inicialmente planteó a los trabajadores/as del metro que no habría negociación si no desconvocaban la huelga. Ahora trata de enfrentar a los los usuarios con los trabajadores, diciendo que los paros son “desproporcionados” y que ceder a las demandas sindicales significaría empeorar el servicio, aumentar tarifas o subir impuestos. Difunde sueldos de los trabajadores del Metro que los sindicatos desmienten y se niega, en cambio, a revelar los sueldos de los directivos, tal como pedía en su época de activista.
A raíz de la huelga, la empresa ha hecho concesiones parciales como por ejemplo un incremento salarial del 1%, pero se resiste a poner fin a la precariedad contractual y condiciona los acuerdos a la firma final del convenio.
¡Solidaridad con la huelga de Metro y autobuses!