Desde principios de año, una oleada de huelgas con epicentro en Francia, se ha extendido por varios países de Europa con movilizaciones y protestas contra la inflación, el recorte en salarios y en pensiones o contra el desmantelamiento de lo público. Las huelgas sanitarias, han sido también un elemento común después de la pandemia.

Luego de que el Consejo Constitucional francés validara lo esencial de la Reforma de las pensiones de Macrón, las movilizaciones en Francia culminaron en una protesta masiva el 1º de Mayo, pese a que la política de las direcciones sindicales, ha sido llamar a medidas aisladas, que desgastan la lucha.

En el Estado español, las movilizaciones del 1º de Mayo convocadas por la burocracia sindical, han sido directamente de apoyo al gobierno, que alardea de tener la inflación más baja de Europa y de haber logrado la paz social, con la inestimable ayuda de las direcciones de CCOO y UGT. 

Desde el sindicalismo combativo y las organizaciones que lo apoyamos en cambio, hemos intentado construir con humildad pero con tesón y firmeza, un día internacional de lucha contra los salarios de miseria y la precariedad y contra la Reforma Laboral y de las pensiones de este gobierno de coalición. También de solidaridad internacionalista, con la clase trabajadora francesa en lucha y la heroica resistencia obrera ucraniana. 

En el marco de una enorme inestabilidad financiera, política y social, el 28 de mayo, tendremos Elecciones Municipales. Y Autonómicas menos en Cataluña, Euskadi, Galicia y Andalucía. Y de nuevo, el PSOE, su socio UP, y el resto de organizaciones que dicen llamarse de la «izquierda progresista», volverán a pedirnos el voto, para frenar el avance de la derecha y la ultraderecha.

Pero la realidad es que hoy nos encontramos con que allí donde esa izquierda progresista ha gobernado y  especialmente  UP en el gobierno central de coalición en estos tres años,  ha sido cómplice cuando no directamente artífice, de la enésima Reforma Laboral en favor de la patronal. Han permitido que siga el drama de los desahucios, las devoluciones en caliente y la política criminal de fronteras, el ataque a los derechos democráticos más básicos, el mantenimiento de todo el legado represivo de los gobiernos anteriores y el desmantelamiento y privatización de lo público, acelerado tras la pandemia. 

Al tiempo que culpan a la inflación y la guerra, de la bajada en los salarios, han votado un   aumento desorbitado del gasto militar, que no es para armar a la resistencia ucraniana como predican los gobiernos europeos, sino al servicio de sus planes imperialistas y los de la OTAN, a los que el gobierno de Sánchez se ha entregado de cuerpo entero. Lo que nos han dado con la mano izquierda nos lo han quitado con la mano derecha.

Es precisamente en sus medidas insuficientes o en su incumplimiento con lo prometido, donde hay que buscar las causas de que la derecha y la extrema derecha haga pie en algunos barrios obreros, se crezca y gane auditorio. 

En clave estatal, el pasado 2 de abril tuvo lugar la puesta de largo de “Sumar”, el nuevo proyecto político de Yolanda Díaz, que aspira a ser paraguas de la izquierda institucional en las próximas generales. Y en que dejó claro su pretensión de renovar gobierno de coalición con el PSOE, cuyas políticas en estos tres años reivindica. En eso, su estrategia es idéntica a  Podemos.

Por nuestra parte, seguimos afirmando que no hay programa de cambio real, que no empiece por proponer medidas desde los intereses de l@s explotad@s y oprimid@s. Y por tirar al cubo de la basura, este régimen de herederos coronados que no hemos elegido y es hoy el principal instrumento de dominio de la oligarquía del Ibex 35. 

Y aún sabiendo que poner un pie en las instituciones no es garantía de nada e incluso llegar al gobierno, es exactamente eso, ¡llegar al gobierno y no al poder!, no renunciamos a participar en las Elecciones, allí donde pudimos concretar una candidatura obrera, instando a poner los cargos, al servicio de las luchas y de atender las necesidades sociales y la emergencia climática. Y donde no fue posible, participamos igualmente para denunciar las reglas de juego amañadas de este sistema electoral y presentar un programa revolucionario, en defensa de nuestra clase.

A explicar todo esto es a lo que dedicamos estas páginas, desde las que llamamos a  organizarnos antes y después de las Elecciones y a derrotar, primero en las urnas mediante el voto y después en las calles, a todos los gobiernos de la burguesía, la Banca, la Troika y la UE, ¡se llamen como se llamen!.