Hay fuerza para más
En la manifestación de ayer en Boiro por un convenio digno se demostró algo que los firmantes del preacuerdo en Madrid no pueden ocultar: había fuerza para más de lo que firmaron. Hagan un esfuerzo de imaginación y visualicen la imagen de la plaza si CIG y UGT no hubieran desconvocado la manifestación con la firma del preacuerdo. CCOO en solitario, y con la confusión generada por esa firma, convocó a más de mil trabajadoras y trabajadores.
En la concentración/cacerolada del 4 de febrero, tras las jornadas de huelga, con la plaza atestada de gente, se exigieron de manera unánime los tres puntos centrales de reivindicación; uno, por un salario digno; dos, cierre de la brecha de género, y tres, rechazo del cuarto turno.
¿Qué firmaron en Madrid el pasado jueves 17?
Según la propia CIG:
1.- La subida de sueldos será de un 6,5% en 2021; en 2022 la subida inicial será del 1%, pero al final de año se aplicará la cláusula de revisión salarial con base en el IPC real y se cobrarán también los atrasos, cantidades que se consolidarán en tablas; finalmente, para 2023 y 2024 se fija un incremento salarial inicial del 1,5% en cada uno de los dos años, aplicándose también la cláusula de revisión y el cobro de los atrasos.
2.- La necesaria eliminación de la brecha salarial por razón de género, para lo cual se acordó también un incremento salarial adicional del 0,3% por cada año de vigencia del convenio para las categorías del grupo 5, ocupadas mayoritariamente por mujeres.
3.- Evitar que las empresas pudieran modificar la jornada laboral de las actuales trabajadoras, para lo cual se estableció un turno de fines de semana y festivos, con contratación indefinida y exclusiva a cargo de la empresa, garantizado el salario que corresponda por tablas y por categoría.
Además, las personas que trabajen en este turno ingresarán un plus de 35 euros por cada sábado y de 65 euros por cada domingo y festivo y tendrán preferencia a la hora de cubrir las vacantes de tiempo indefinido y con jornada de lunes a viernes que haya en las empresas que pongan en marcha este cuarto turno.
Esto es lo que dice la propia CIG en su comunicado oficial, y veamos la realidad:
1.- Sobre la subida salarial, establecer un 6.5% no es garantizar la mejora de los salarios, sino evitar la pérdida de poder adquisitivo, pues eso fue lo que subió el IPC este año. Por lo tanto comidos por servidos, no mejora salarial que es distinto.
En segundo lugar, firmar un 1% para el próximo año y después una cláusula de revisión salarial es la falsedad que se introdujo en los Pactos de la Moncloa en el 77, cuando se estableció que las negociaciones salariales se harían sobre «inflación pasada», no la prevista.
En datos; los precios no esperan doce meses a subir, lo hacen mes a mes, y mientras no se aplique la cláusula de revisión salarial a finales de año significa que las trabajadoras y trabajadores pierden poder adquisitivo, haciéndoles un «préstamo» a las empresas de la parte de sus salarios que no suben. En estas condiciones es una falacia que se mantenga el poder adquisitivo; la única manera es negociar sobre la inflación prevista (el gobierno hace previsiones) y revisiones salariales trimestrales o semestrales.
Estamos en una situación en la que la inflación está desbocada y fuera de control en los elementos fundamentales de la «canasta familiar» (electricidad, combustibles, alimentación, vivienda), y no se resuelve con esperar un año a ver si devuelven o no (cláusulas de revisión salarial) el dinero adelantado por las trabajadoras y trabajadores a las empresas.
2.- Decir que se avanza en la ruptura de la brecha salarial porque establece una subida adicional del 0.3% para las mujeres es mentir descaradamente: una simple regla de tres resuelve el problema, habrá que esperar algunas décadas para conseguirlo.
Así que vender como avance lo que es papel mojado es como cuando Yolanda Díaz y las cúpulas de CCOO y UGT dicen que la nueva Reforma Laboral es progresiva porque, como dicen Paulo Carril (secretario general de la CIG), «en aspectos presentados como novedosos de esta Reforma, referidos a la precariedad, a la subcontratación y a la temporalidad (…) no se crea ni se asegura ningún derecho, ya que no se cierra la puerta a que las empresas sigan haciendo abuso de la temporalidad y de la subcontratación”.
La CIG de la Conserva, para justificar su firma del preacuerdo utiliza la misma lógica que las cúpulas de CCOO y UGT, así como la Ministra Díaz, para explicar lo que es un retroceso, la Reforma Laboral pactada hace un mes.
3.- El rechazo del cuarto turno era uno de los caballos de batalla de la lucha de la Conserva, y volvemos a la misma «lógica», «yolandista» para justificar la firma. El acuerdo no garantiza que las empresas no vayan a imponer la modificación sustancial de las condiciones de trabajo, obligando a las trabajadoras y trabajadores a ampliar su jornada los fines de semana
Para eso está la Reforma Laboral firmada por las cúpulas de CCOO y UGT, al «primar el convenio de sector-estatal sobre el de la empresa solo en materia salarial, mientras que confirma el convenio de empresa para regular todas las demás condiciones laborales, un marco en el que la patronal normalmente tiene más capacidad para imponer condiciones” (Comunicado de la CIG sobre la Reforma Laboral).
O sea, en los hechos la CIG firmó en el convenio de la Conserva lo que rechaza en la Reforma Laboral. Alguien va a tener que dar muchas explicaciones, pues están desautorizando su posición oficial; porque al igual que la CEOE está contenta con la Reforma Laboral, la patronal de la Conserva está feliz con el preacuerdo firmado.
Porque más allá del contenido firmado, que no anuncia un convenio «histórico», salvo que admitamos la lógica de Yolanda Díaz, de presentar como una victoria lo que no lo es, tiene efectos profundos entre las trabajadoras y trabajadores, al dividir un sector que tenía por delante jornadas de lucha dura, la manifestación de ayer y las huelgas de Marzo.
El preacuerdo desmoviliza a la gente cuando todo indicaba que había mucha fuerza en la lucha; así lo demostraban las huelgas y manifestaciones pasadas, que esas sí fueron «históricas». Había, y hay fuerza para mucho más, para negociar al alza y no a la baja como se hizo.
Por eso en la mente de muchos y muchas surge una pregunta difícil de responder; ¿Por qué se firmó el preacuerdo dos días antes de la manifestación prevista para ayer 19? ¿Por qué no se esperó al resultado de la manifestación? ¿Les entró miedo con la amenaza del «cierre patronal», y no saber cómo responder a algo que es manifiestamente ilegal?.
De la UGT se podía esperar, ya en la reunión del 2 de febrero estaba dispuesta a firmar lo que ahora se firmó; por eso, no es a ellos a los que se les va a pedir cuentas, se sabía que querían hacerlo y lo hicieron. Sin embargo, ¿Por qué la CIG que en la reunión del 2 se levantó de la mesa junto con CCOO?
Son ellos los que tienen que dar explicaciones de por qué en Madrid firmaron lo contrario de lo que defendían en Galicia, traicionando además uno de sus principios sindicales, la defensa del «marco nacional de las relaciones laborales». Un sector donde el 80% de sus trabajadoras y trabajadores son gallegas, ¿Por qué tiene que negociar a 600 km, en Madrid?.
Obviamente, la patronal tiene miedo a que la negociación sea bajo la presión de las propias trabajadoras, y por eso siempre se reúne en hoteles de lujo o a muchos kms de distancia. No obstante, l@s sindicalistas que negocian deben tener claro que su fuerza no es ni por su inteligencia ni por sus conocimientos, sino que viene de la fuerza de la clase trabajadora movilizada. Podrán imponerse a la patronal si las trabajadoras y trabajadores están en la calle, con toda su fuerza y determinación.
¿Y ahora qué? La lucha continúa
Primero, los firmantes del preacuerdo deberán explicar por qué firmaron el preacuerdo cuando había fuerza para haber negociado al alza, y no esconderse, como hicieron ayer, que no se presentaron en la manifestación de Boiro. Ellos saben que firmaron lo que no debían firmar: llamado mala conciencia y si quieren resolverla que se retiren del preacuerdo; rectificar es de sabios.
Segundo, hay un plazo de un mes para ratificar el preacuerdo; en las asambleas es necesario recordarles a los firmantes que el sector sigue luchando por salarios dignos, contra la brecha de género y contra el cuarto turno; y votar masivamente en contra de la ratificación del preacuerdo.
Y tercero, la lucha continúa, en esas asambleas hay que discutir y votar un plan de movilizaciones (huelgas y manifestaciones) que recoja el espíritu de las hechas a comienzos del mes de febrero.
En este sentido, a pesar de lo firmado es preciso la organización autónoma de las trabajadoras y trabajadores que rechacen el preacuerdo, por encima de las siglas sindicales, que avancen en el camino de la unidad para conquistar un convenio digno y verdaderamente «histórico».
Porque si bien CCOO en la Conserva fue la única organización que mantuvo la dignidad de rechazar el preacuerdo, su cúpula estatal es firmante de la Reforma Laboral que establece los límites que UGT y CIG firmaron en ella. Por eso, CCOO de la Conserva tiene que ser coherente y rechazar una Reforma Laboral que es parte del problema y no de la solución.
Las trabajadoras y los trabajadores de la Conserva, por encima de las siglas
DIGAMOS NO AL PREACUERDO
Loita do sector da conserva
Hai forza para mais
Na manifestación de onte en Boiro por un convenio digno demonstrouse algo que os asinantes do preacordo en Madrid non poden ocultar: había forza para mais do que asinaron. Fagan un esforzo de imaxinación e visualicen a imaxe da praza se CIG e UXT non desconvocaran a manifestación coa firma do preacordo, CCOO en solitario, e coa confusión xerada por esa firma, convocou mais de mil de traballadoras e traballadores.
Na concentración/cacerolada do 4 de febreiro, tras as xornadas de folga, coa plaza ateigada de xente, berrouse unanimente os tres puntos centrais de reivindicación; un, por un salario digno, dous, peche da fenda de xenero e tres, rexeitamento da cuarta quenda.
O qué asinaron en Madrid o pasado xoves 17 en Madrid?
Segundo a propria CIG:
1.- A suba de soldos será dun 6,5% en 2021; en 2022 a suba inicial será do 1%, mais a final de ano aplicarase a cláusula de revisión salarial en base ao IPC real e cobraranse tamén os atrasos, cantidades que se consolidarán en táboas; finalmente, para 2023 e 2024 fíxase un incremento salarial inicial do 1,5% en cada un dos dous anos, aplicándose tamén a cláusula de revisión e o cobro de atrasos.
2.- Na necesaria eliminación da fenda salarial por razón de xénero, para o que se acordou tamén un incremento salarial adicional do 0,3% por cada ano de vixencia do convenio para as categorías do grupo 5, ocupadas maioritariamente por mulleres.
3.- Evitar que as empresas puidesen modificar a xornada laboral das actuais persoas traballadoras, para o que se estableceu unha quenda de fins de semana e festivos, con contratación indefinida e exclusiva a cargo da empresa, garantido o salario que corresponda por táboas e por categoría.
Ademais, as persoas que traballen nesta quenda ingresarán un plus de 35 euros por cada sábado e de 65 euros por cada domingo e festivo e terán preferencia á hora de cubrir as vacantes de tempo indefinido e con xornada de luns a venres que haxa nas empresas que poñan en marcha esta cuarta quenda.
Esto é o que din a propria CIG no seu comunicado oficial, e vexamos a realidade.
1.- Sobre a suba salarial, establecer un 6.5% é garantir non a mellora dos salarios, senon evitar a perda de poder adquistivo, pois iso foi o que subiu o IPC este ano. Comidos por servidos, non mellora salarial que é distinto.
En segundo lugar, asinar un 1% para o proximo ano e despois unha clausula de revisón salarial é a falsidade que se introduciu nos Pactos de Moncloa no 77, cando se estableceu que as negociacións salariais faríanse sobre “inflación pasada”, non a prevista.
En datos; os prezos non esperan doce meses a subir, fanno mes o mes, e mentras non se aplique a clausula de revisión salarial a finais de ano significa que as traballadoras e traballadores perden poder adquisitivo, facendolles un “prestamo” ás empresas da parte dos seus salarios que non suben. Nestas condicións é unha falacia que se manteña o poder adquistivo; a unica maneira é negociar sobre a inflación prevista (o goberno fai previsións) e revisión salariais trimestrais ou semestrais.
Estamos nunhas condicións na que a inflación esta desbocada e fora de control nos eidos fundamentais da “canasta familiar” (electricidade, combustibles, alimentación, vivenda), e non se resolve con esperar 1 anos a ver se devolven ou non (clausulas de revisión salarial) o diñeiro adiantado polos traballadores e traballadores ás empresas.
2.- Dicer que avanzase na ruptura da fenda salarial porque establecese unha suba adicional do 0.3% para as mulleres é mentir descaradamente: unha simple regla de tres resolve o problema, haberá que esperar algumha decadas para conseguilo.
Asi que vender como avance o que é papel mollado é como cando Iolanda Diaz e as cupulas de CCOO e UXT din que a nova reforma laboral é progresiva porque, como din Paulo Carril (segredario xeral da CIG), “que en aspectos presentados como novidosos desta reforma, referidos á precariedade, á subcontratación e á temporalidade (…) non se crea nin se asegura ningún dereito, xa que non se pecha a porta a que as empresas sigan facendo abuso da temporalidade e da subcontratación”.
A CIG da conserva, para xustificar a sua sinatura do preacordo utiliza a mesma loxica que as cupulas de CCOO e UXT, asi como a ministra Diaz, para xustificar o que é un retroceso, a reforma laboral pactada ha un mes.
3.- A cuarta queda era un dos cabalos de batalla da loita da conserva, voltamos á mesma loxica “iolandista” para xustificar a firma. O acordo non garante que as empresas non vaian impoñer a modificación sustancial de condicións de traballo, obrigando as traballadoras e traballadores á ampliar a sua xornada aos fins de semana
Para iso está a reforma laboral asinada polas cupulas de CCOO e UXT, ao “primar o convenio de sector-estatal sobre o de empresa só en materia salarial, mentres que confirma o convenio de empresa para regular todas as demais condicións laborais, un marco no que a patronal normalmente ten máis capacidade para impoñer condicións” (Comunicado da CIG sobre a reforma laboral).
Ou sexa, nos feitos a CIG asinou no convenio da Conserva o que rexeita da reforma laboral. Alguén vai ter que dar moitas explicacións, pois están desautorizando a sua posición oficial; porque do mesmo xeito que a CEOE está contenta coa Reforma Laboral, a patronal da conserva está feliz co preacordo asinado.
Porque máis alo do contido dasinado, que non anuncia un convenio “histórico”, salvo que admitamos a loxica de Iolanda Diaz, de presentar como unha vitoria o que non ó é, ten efetos profundos entre as traballadoras e traballadores, ao dividir un sector que tiña por diante xornadas de loita dura, a manifestación de onte e as folgas de Marzo.
O preacordo desmobiliza á xente cando todo indicaba que habia moita forza na loita; así o demonstraban as folgas e manifestacións pasadas, que esas si foron “históricas”. Había, e hai forza pra moito mais, para negociar á alza e non á baixa como se fixo.
Por iso na mente de moitos e moitas xurde umha pregunta dificil de respostar; porque asinouse o preacordo dous días antes da manifestación prevista para onte 19? Porque non se esperou ao resultado da manifestación? Entroulles medo coa ameaza do “peche patronal”, e non saber como respostar a algo que é manifestamente ilegal?.
Da UXT podese esperar, xa na reunión do 2 de febreiro estaba disposta a asinar o que agora asinouse; poren, non é a eles aos que se lles vai pedir contas, sabiase que querían facelo e fixeronno. Mas, porque a CIG?, que na reunión do 2 levantouse da mesa xunto con CCOO?
Son eles os que teñen que dar explicacións de porqué en Madrid asinaron o contrario do que defendían na Galiza, traizoando ademáis un dos seus principios sindicais, a defensa do “marco nacional das relacións laborais”. Un sector onde o 80% das suas traballadoras e traballadores son galegas, porque ten que negociar a 600 km, en Madrid.
Obviamente, a patronal ten medo a que a negociación sexa baixo a presión das proprias traballadoras, e por iso sempre faina en hoteis de luxo ou a km de distancia. Mas os sindicalistas deber ter claro que a sua forza non é pola sua intelixencia nin coñecementos, senon que ven da forza da clase traballadora mobilizada. Poderán impoñerse á patronal se as traballadoras e traballadores están na rua, con toda a sua forza.
E agora qué? A loita continua
O primeiro, os asinantes do preacordo deberán explicar porqué asinaron o preacordo cando había forza para ter negociado á alza, e non esconderse, como fixeron onte, que non se presentaron na manifestación de Boiro. Eles saben que asinaron o que no debían asinar: chamase mala conciencia e se queren resolvela que se retiren do preacordo; rectificar é de sabios.
O segundo, ha un prazo dun mes para ratificar preacordo; nas asembleas é necesario recordarlles áos asinantes que o sector segue loitando por salarios dignos, contra a fenda de xenero e contra o cuarto turno; e votar masivamente en contra da ratificación do preacordo.
E terceiro, a loita continúa, nesas asembleas hai que discutir e votar un plan de mobilizacións (folgas e manifestacións) que recolla o espiritu das feitas a comezos do mes de febreiro.
Neste sentido, a pesar do asinado é preciso a organización autónoma das traballadoras e traballadores que rexeiten o preacordo, por cima das siglas sindicais, que avancen no camiño a unidade para conquistar un convenio digno e verdadeiramente “histórico”.
Porque se ben CCOO na Conserva foi a unica organización que mantivo a dignidade de rexeitar o preacordo, a sua cupula estatal é asinante da Reforma Laboral que establece os limites que UXT e CIG asinaron nele. Por iso, CCOO da Conserva ten que ser coherente e rexeitar umha reforma laboral que é parte do problema e non da solución.