Reproducimos la declaración de los pensionistas indignados de Rivas, con el apoyo de Rivas Puede, del Sindicato de Comisiones de Base (Co.Bas), de UPLA-La Unión, Corriente Roja y Pensionistas de Móstoles:
La Empresa Municipal de la Vivienda (EMV) de Rivas ha publicado las bases del concurso abierto para la puesta en marcha del proyecto “Cohabita Rivas”.
El proyecto, en el que ya venía insistiendo Izquierda Unida desde hace mucho tiempo, se presenta como “una alternativa a las residencias de personas mayores”. Se trata, dicen los promotores, “de la implantación de comunidades sénior de alojamientos colaborativos (cohousing)… que se comprometen a financiar la construcción, mantenimiento y la explotación de los edificios dotacionales y sus instalaciones, apoyadas por créditos hipotecarios”.
En Madrid y en todo el Estado español, la pandemia ha puesto sobre la mesa el drama de las Residencias de mayores, el negocio que hay detrás de ellas y el papel de los poderes públicos (gobierne quien gobierne) que lo permiten. Más aún ponen las Residencia públicas en manos de la gestión privada (apenas un 14% de las Residencias públicas son de gestión pública).
Si de lo que se trata es de un sistema de residencia, más “colaborativo y autogestionado que promueva la autonomía personal y un modelo de atención integral” ¿por qué no se hace todo eso en una Residencia Pública de gestión pública, donde residentes, trabajador@s y familiares gestionen de verdad la marcha de la Residencia? La propuesta del Gobierno Municipal, vía la EMV, no es un avance en el camino de más y mejores Residencias públicas de mayores sino un paso más en el camino de la privatización de las Residencias, así sea con un discurso “posmoderno” y “progresista”.
Es un paso más en la privatización del suelo adjudicando parcelas, así sea “sólo” por 75 años. Alienta el negocio de las Residencias y todo lo que lo rodea, desde el de los bancos con sus hipotecas, hasta el de la explotación de negocios “dotacionales”. Está dirigido a personas con un determinado nivel económico dejando excluidas a las personas de nivel de renta bajo. Un Ayuntamiento “progresista” alienta así las diferencias de clase al tiempo que prospera el clientelismo.
Respetando el derecho de cualquier persona a asociarse con quien crea conveniente y formar cooperativas o cualquier otro tipo de asociación siempre en forma privada, reafirmamos que la alternativa para toda la población y en especial para los de menos recursos, es una RESIDENCIA PÚBLICA Y DE CALIDAD, dotada del personal presencial necesario; de cuidados y servicios a los residentes: Atención psicológica, Fisioterapia, Alimentación y Derechos; de gestión pública (participación de residentes, trabajador@s y familiares)…, entre otras, tal y como se reclama desde los múltiples colectivos ciudadanos, preocupados por la dignidad de las personas de edad avanzada.
El Gobierno municipal tiene dos caminos: uno es ponerse al frente de la exigencia al Gobierno de Ayuso y al gobierno central de la construcción de una Residencia pública y de calidad, llamando al pueblo de Rivas a la movilización en apoyo de esta demanda; el otro, es contribuir activamente, como hace con este proyecto, con la privatización de las Residencias. En el primer caso nos tendrá a su lado y en el segundo enfrente.