La juventud estudiantil venimos encabezando, desde hace años, una serie de luchas que tienen que ver directamente con nuestro presente y futuro: la lucha por los derechos de las mujeres, contra el cambio climático o la LOMCE y el 3+2.
La juventud estudiantil de Corriente Roja participamos de estas luchas desde nuestros centros de estudio con el objetivo de organizarnos junto a nuestros compañeros para la construcción de un movimiento estudiantil democrático que pueda decidir, junto al personal educativo, qué clase de educación queremos de cara a la sociedad que queremos construir.
POR UNA EDUCACIÓN PÚBLICA GRATUITA, DE CALIDAD, LAICA E IGUALITARIA QUE REPETE LAS LENGUAS DE CADA TERRITORIO.
Hoy Corriente Roja nos presentamos a las elecciones al Parlamento Europeo con un programa de lucha específico por la Educación Pública.
Desde el inicio de la clamada crisis económica, Bruselas viene imponiendo el recorte en gasto social, traducido como “deuda pública” y asumido con gusto por los diferentes gobiernos, que priorizan inflar de dinero público a la banca europea para su especulación a invertir en nuestra educación o sanidad.
Desde Corriente Roja exigimos revertir los recortes en educación y una inversión anual del 8% del PIB (frente al 4’1% actual) para acabar con la masificación de las aulas, garantizar suficientes docentes y plazas, ayudas al estudio y contar con infraestructuras dignas.
Los recortes en Educación han venido de la mano de reformas y decretos educativos que los respaldan, como la LOMCE, o el 3+2, cuyo objetivo es desmantelar el sistema público educativo, cediendo espacio a la enseñanza privada y elitizando el acceso a la educación superior.
Desde su creación, el movimiento estudiantil resiste a la LOMCE, consiguiendo victorias parciales como la paralización de las reválidas. Esta ley, que divide los centros de secundaria entre centros “de primera” y centros “de segunda” despojando de recursos a los últimos bajo un criterio clasista (en función de resultados académicos) deja a los hijos de los trabajadores sin una educación digna. Desde Corriente Roja exigimos la derogación de esta Ley y sus antecesoras para la creación de una Ley General Educativa elaborada desde los propios centros de estudio a partir del debate de la comunidad educativa en su conjunto.
También exigimos la derogación del Plan Bolonia y el decreto 3+2, cuyo objetivo es la elitización de la Universidad, encareciendo la educación superior a través de su división entre grados y másters. Exigimos la total gratuidad de la educación, en todos sus niveles.
Tampoco podemos olvidarnos de cómo afectan los recortes a los estudiantes más oprimidos: necesitamos recursos para combatir la violencia machista, racista y LGTBIfóbica, dentro y fuera de nuestros centros de estudio. Estos recursos se deben traducir en la implantación dentro del currículum escolar de una asignatura de educación sexual, en valores de igualdad y que respete la diversidad de género y las diferentes orientaciones sexuales, protocolos contra el acoso en los centros educativos y apoyo a la integración al sistema educativo de nuestros compañeros inmigrantes.
Tampoco podemos aceptar una educación pública no laica, por las implicaciones machistas, racistas y LGTBIfóbicas que tiene la presencia de la Iglesia Católica en nuestros centros. Exigimos la derogación de los Acuerdos de la Santa Sede por los que se imparte Religión Católica en los centros públicos y, de nuevo, la LOMCE, que convierte en ponderable en el expediente esta asignatura y financia centros concertados (en su mayoría regentados por la Iglesia).
Además queremos una educación que respete la lengua de cada territorio del estado: catalán, gallego y euskera en las aulas!
NI PRECARIEDAD EN LAS AULAS NI EN EL PUESTO DE TRABAJO.
No sólo la juventud estudiantil de Corriente Roja estamos haciendo campaña para las elecciones al Parlamento Europeo, formamos lista junto a trabajadoras y trabajadores que luchan también contra las reformas laborales, los recortes en servicios públicos, por unas pensiones dignas, contra la violencia racista, LGTBIfóbica y racista, por la igualdad salarial de la mujer.
Hoy más que nunca resulta primordial la unidad-obrero estudiantil en la lucha: los mismos gobiernos que se dedican a recortar el presupuesto educativo, vetando una educación de calidad a los hijos de los trabajadores, son los mismos que imponen las reformas laborales. Estos procesos son dos caras de la misma moneda pues vemos como, gracias al encarecimiento de las tasas universitarias y el recorte en becas, el hijo del trabajador se ve obligado a trabajar en puestos precarizados para poder estudiar. A su vez, aunque podamos conciliar esta situación, cada vez más imposible gracias al Plan Bolonia y el 3+2 por los que la asistencia es obligatoria o semi-obligatoria, tras finalizar nuestros estudios seguimos encontrándonos ante un mercado laboral donde imperan los contratos temporales, las jornadas reducidas y los salarios de miseria.
El estudiantado debemos luchar contra la precariedad en las aulas y los centros de trabajo, tenemos derecho a una educación de calidad y un futuro y presente dignos, es por ello que debemos exigir también la derogación inmediata de las reformas laborales del PP y el PSOE, la subida del SMI a 1200 y prácticas remuneradas en FP y universidades.
Si desde los 16 años ya podemos trabajar y sufrir las consecuencias de la crisis, también debemos tener derecho a opinar sobre ella. Los más jóvenes ya hemos demostrado, luchando, como en las movilizaciones contra el cambio climático, la violencia machista o por el derecho a decidir, que tenemos mucho que decir sobre nuestro futuro. Exigimos el derecho al voto a los 16 años y la derogación inmediata de la Ley Mordaza que castiga a la juventud combativa por luchar.
Las medidas de nuestro programa para la juventud fueron (y siguen siendo) levantadas por el movimiento estudiantil y la juventud trabajadora como reivindicaciones frente a la emergencia social que enfrentamos las y los jóvenes. Sin embargo, hoy no es posible alcanzar de forma duradera ninguna de ellas sin el impago de la deuda y la ruptura con las instituciones de la UE. Los recursos económicos deben estar al servicio de l@s trabajador@s y la juventud, por eso es necesario crear una Banca Pública sobre la base de nacionalizar los bancos y nacionalizar las grandes empresas estratégicas bajo control de l@s trabajador@s.
Por ello, levantar cualquiera de estas banderas significa enfrentar al gobierno, así como al régimen y sus instituciones. Las medidas de este programa solo pueden ser llevadas a cabo en base a una movilización general y sostenida de l@s trabajador@s y la juventud, a un nuevo 15M, todavía más grande y profundo.
Son medidas que chocan con los privilegios de los capitalistas y los gobiernos e instituciones a su servicio. Son incompatibles con la Unión Europea y parte de la lucha por una Europa de l@s trabajador@s, la juventud y los pueblos.
Para nosotros, el terreno electoral es secundario en relación con la lucha, porque sabemos que la verdadera ruptura, los cambios de verdad, solo
vienen por el camino de la movilización y las huelgas, cuando unificamos las luchas y echamos a los gobiernos de la Troika desde la calle. Pero también es verdad que hay que utilizar todas las armas, por pequeñas que sean las rendijas que nos dejen, para divulgar un programa de lucha por una salida obrera, democrática, socialista e internacionalista.
Nuestr@s candidat@s y nuestro programa pretenden recoger justamente esa lucha. Por eso encabeza la lista Laura Requena, una trabajadora interina de la Administración Pública, una de l@s miles de contratad@s en fraude de Ley que ahora quieren echar a la calle en un gigantesco ERE encubierto. Integramos también a compañer@s de diferentes luchas obreras y populares, como jornaler@s en lucha sindicalistas de otros sectores y activistas estudiantiles que han sido parte destacada de las luchas por la Educación Pública.
¡Construyamos una salida obrera, socialista e internacionalista para la clase trabajadora y la juventud!
¡Por una Europa de l@s trabajador@s, la juventud y los pueblos!