¡LOS 15 MINUTOS DEL BOCADILLO NO SE TOCAN!
LOS DERECHOS NO SE VENDEN, ¡SE DEFIENDEN!
El pasado 12 de Julio se hizo pública la noticia de que CCOO Sevilla había firmado el convenio del campo con ASAJA, traicionando y dando la espalda a las reivindicaciones de los jornaleros/as.
El nuevo convenio que tendrá vigencia hasta 2021, no solo no recupera el poder adquisitivo perdido, sino que la irrisoria subida de 1,25% sigue estando por debajo del IPC real, que la misma CCOO lo cifraba en un 2%. Por tanto, los salarios van a continuar devaluándose y perdiéndose aún más el poder adquisitivo, como ya sucedió en el anterior convenio.
Pero esta pérdida salarial es aún más sangrante tras la entrega de los 15 minutos del bocadillo a la patronal, que dejan de computarse como horario de trabajo, pasando la jornada laboral a 6 horas y media de trabajo efectivo. Gracias al jugoso regalo que CCOO ha hecho a la patronal se va a trabajar gratis un 3,8% más, cantidad que representa los 15 minutos del bocadillo.
Por tanto, el resultado es que en 2021 los salarios en el campo, en relación al aumento de la jornada de trabajo (15 minutos), habrán aumentado solo un 2,2 %, que equivale en el caso de un jornal de 47,71 a una subida en cuatro años de 1,81€, perdiendo un 6,8% en 2021. Cuando lo lógico es que para evitar que los salarios sigan devaluándose y se actualicen conforme al aumento del nivel de vida debería de haber una subida del jornal de un 8%, que equivale a 3,81€, respetando además el cuarto de hora.
CCOO a puertas cerradas y sin asamblea certifica su traición
En el mes de mayo CCOO y UGT decretaron cuatro días de huelga en el campo sevillano, coincidiendo con la campaña del melocotón. Sin embargo, el hecho de que no se organizasen asambleas de trabajadores/as ni se pusieran en común los objetivos y reivindicaciones vislumbraba que la intención de ambas cúpulas sindicales, lejos de organizar la resistencia, pasaba por utilizar el anunciado fracaso para justificar la rendición ante la propuesta de ASAJA. Para sorpresa de las cúpulas sindicales, los jornaleros/as respondieron de manera contundente y mayoritaria a la huelga, que según las fuentes sindicales había tenido un 80% de seguimiento. En comarcas como La Vega presenciamos un seguimiento masivo.
A pesar de esta victoria, las cúpulas se negaron a darle continuidad a la lucha por el convenio digno, desoyendo el sentir mayoritario que quería continuar en las campañas del verdeo y naranja que es donde más incumplimiento existe. De esta manera, bajo un silencio cómplice, se fueron gestando los tambores que vaticinaban una traición como la acontecida en el mes de Julio.
¡Impugnación del convenio ya!
Después de la victoria que representaron los cuatro días de huelga, la firma de un convenio donde se entrega el cuarto de hora del bocadillo y se continúa perdiendo poder adquisitivo, no tiene otra denominación que traición. Mientras se jactan de publicitar que es la hora de recuperar derechos perdidos, la realidad es muy diferente y escandalosa, y aún más teniendo en cuenta los beneficios de la patronal en el campo.
En este escenario UGT no alertó de la traición que se estaba cocinando y por el contrario permitió que se consumara. Con el agua en el cuello y cómplice del convenio de la vergüenza, ahora plantea estudiar la impugnación del convenio. Desde COBAS, le exigimos que deshaga e impugne el convenio, tal como se ha comprometido.
¿Y ahora qué?
Como se ha demostrado en la negociación del último convenio, no podemos seguir dejando en manos de las cúpulas sindicales de CCOO y UGT la responsabilidad de seguir negociando nuestras condiciones de vida. Estos sindicatos dependientes financieramente de la Junta y del gobierno, barren para ASAJA. Es necesario continuar organizando la resistencia desde las cuadrillas por un convenio digno, por el cumplimiento del mismo y contra el fraude patronal, contra la persecución del gobierno a las jornaleras de Agrícola Espino y Baena Franco, contra el requisito de las 35 peonadas.