Aunque algunos tenían dudas y otros tenían claro que no, la gran mayoría tenía mucha confianza en que con el nuevo gobierno de Carmena se iba a dar el cambio que veníamos pidiendo desde las calles a partir del surgimiento del 15M y las mareas. Hoy, tras más de dos años de mandato, podemos decir que el gobierno de Ahora Madrid, está incumpliendo todo su programa, lo que le está causando una pérdida de apoyo popular.
Por Alfredo Jiménez
De programa electoral a listado de sugerencias
A los pocos días de haber asumido el ayuntamiento de Madrid, fuimos testigos directos de como Carmena priorizaba reunirse con los bancos, antes que con los/as desahuciados/as, al tiempo que declaraba públicamente que el programa electoral era una lista de sugerencias, como si los/las trabajadores/as hubiésemos escrito una carta a los reyes magos.
Mientras los refugiados siguen hacinados en los campos de internamiento de la UE, el Ayuntamiento de Madrid no tiene un plan para acogerlos y su política se reduce a poner una pancarta enorme de “Refugees Welcome” y paralelamente usar a la policía municipal para perseguir y sancionar a los manteros, inmigrantes que han tenido que huir de sus países de origen para poder sobrevivir.
En el capítulo de la remunicipalización de los servicios públicos, una reivindicación de los trabajadores y el pueblo, se está actuando al más puro estilo del PP. Cuando las empresas que ofrecen ese servicio público tienen pérdidas, entonces es cuando las remunicipalizan, pero para rescatar a las empresas y no a los trabajadores, como está pasando con el Club Deportivo Moscardó, con los trabajadores de ETT que estaban en Bicimad, con los auxiliares de información o las Escuelas Municipales de Música.
En cuanto a la deuda, hasta los medios de comunicación de la derecha más rancia de este país, aplaude y alaba la gestión de Ahora Madrid, porque se dedican a pagar la deuda de banqueros y empresarios. Lejos quedó aquel «no debemos, no pagamos». No hablemos de la auditoria de la deuda, de la que Sánchez Mato, aseguraba que el 80% era ilegitima. Por el contrario han presentado como uno de sus logros de gobierno haber pagado «religiosamente» los compromisos de la deuda.
Por todo lo dicho, tras dos años de mandato podemos hacer una evaluación contundente y afirmar que poco se diferencia este Ayuntamiento de los que hemos tenido. Intentan guardar la imagen de «progresivos» solidarios y tolerantes, pero solo se queda en eso, imagen y marketing.
El cambio solo es posible desde las calles
Cuando se tiene la convicción y la voluntad política de cambiar el orden establecido, no se puede tener siempre excusas, y excusarse con las leyes de otros. ¿Acaso no existían esas leyes cuando presentaron su programa? ¿No sabían a quienes se enfrentarían? Ahora Madrid lo tiene claro, prefiere cambiar su programa y despreciar a sus votantes antes que enfrentarse a empresarios, banqueros y burócratas sindicales.
Estos dos años de continuidad nos demuestran también que no hay salida dentro del marco de las instituciones y respetando la «legalidad». Nos demuestran también que no son gobiernos del cambio, sino de la continuidad. Su gran «obra pública» ha sido sacar la lucha de las calles para llevarlas al callejón sin salida de las instituciones. Por eso, debemos exigirle al Ayuntamiento que cumpla con sus promesas de remunicipalización y cambio. Si no cumple debemos enfrentarlo en las calles con la movilización, como lo hicimos el 25M, el 8M y el 9M, igual que lo hacemos con los gobiernos del PPSOE o Ciudadanos.