Una manifestación multitudinaria, convocada por «Casa Nostra, Casa Vostra» con el apoyo de más de 200 entidades y organizaciones, ha marchado desde la plaza Urquinaona hasta la Barceloneta, ante el mar en el que sólo el año pasado murieron ahogadas más de 5.000 personas tratando de buscar refugio en Europa.
Por Corrent Roig
Los manifestantes hemos denunciado la política criminal de la UE, que cierra las fronteras a los refugiados y que ni siquiera es capaz de cumplir los compromisos que adoptó hace un año y medio, a pesar de que estuvieran tan alejados de las demandas de refugio. Dijeron que acogerían 125.000 personas entre 25 países. A estas alturas, los acogidos no llegan a 12.000, mientras 55.000 refugiados sobreviven en Grecia en condiciones infrahumanas y sin esperanza.
Hemos denunciado la actuación vergonzosa y criminal del gobierno Rajoy, que se había comprometido a acoger 17.000 personas y sólo ha acogido 744.
También hemos denunciado la hipocresía del gobierno de la Generalitat, que se llena la boca con declaraciones vacías («Cataluña está comprometida con la acogida»), pero no hace nada a alegando que carece de competencias y limitándose a criticar al gobierno de Rajoy porque «no nos deja acoger». No en vano, el periodista Jordi Èvole les dijo durante el macroconcierto solidario que «el problema no es de competencias sino de incompetencia». Y de sumisión y cobardía, añadimos nosotros, porque para acoger hay que desobedecer.
Y sucede algo muy parecido con la Alcaldesa Colau, que otorga en Barcelona el título de «ciudad refugio» y predica por todas partes la solidaridad y la defensa de los derechos humanos, pero no hace nada para desafiar al Estado y a la UE y acoger a los refugiados, alegando -igual que el gobierno de la Generalitat- que carece de competencias.
El sentido la manifestación ha sido muy claro: denuncia de la UE y de Rajoy y exigencia clara al gobierno de la Generalitat y al Ayuntamiento de Barcelona: «Queremos hechos, no palabras: desobedecer y acoger»
Por eso cuesta entender que la consellera Munté y Ada Colau hayan querido apropiarse de la manifestación y se hayan sacado de encima toda responsabilidad. Del mismo modo, tampoco se entiende que la ANC y Òmnium justifiquen la inacción cobarde del gobierno de la Generalitat y se queden tan anchos diciendo que «con la independencia acogeremos». ¿Y mientras tanto?
Corrent Roig pedimos «desobedecer para acoger» y junto con esta exigencia humanitaria básica, queremos dejar constancia que esta batalla va asociada a la continuidad de la lucha contra la dictadura sanguinaria de a el Assad, la gran responsable de la masacre del pueblo sirio y del alud dramático de refugiados, algo que el fascismo jihadista de Estado Islámico no nos debe hacer olvidar. Del mismo modo que no podemos olvidar las responsabilidades de la UE en la continuidad de la dictadura de a el Assad.