El 8 de Marzo viene celebrándose desde hace más de cien años. Pero lo cierto es que el origen de esta fecha es motivo de controversia, porque muchos de los hechos que dieron lugar a ella han sido olvidados, distorsionados o maquillados.
Lo que sí parece claro es que no puede encontrarse en un sólo suceso, sino que la celebración de este día está atravesada por gran cantidad de hechos relacionados con momentos cruciales de la historia del siglo XX como fueron la Primera Guerra Mundial, la lucha internacional por el sufragio femenino, el creciente auge del sindicalismo durante las primeras décadas del siglo XX tanto en Estados Unidos como en Europa y Latinoamérica y con la Revolución Rusa.
El 8 de Marzo nació ligado a la lucha por el voto femenino y por mejores condiciones laborales para las trabajadoras de finales del siglo XIX y comienzos del XX. La revolución industrial, que incorporó a mujeres, niñas y niños a la producción,supuso para ellas el pasó de la servidumbre del hogar que nunca abandonó,a la servidumbre del taller o la fábrica. Las mujeres sufrían largas jornadas laborales sin descanso, salarios a la mitad que los de los hombres y además eran víctimas de acoso sexual por los patrones.
Las mujeres socialistas crean el Día de la Mujer
Los orígenes del Día Internacional de la Mujer están ligados a los partidos socialistas de Estados Unidos y Europa y en particular al protagonismo de las mujeres del Partido Socialista Norteamericano que, desde 1908, instauraron unas jornadas de reflexión y acción denominadas Women’s Day.
El 3 de mayo de 1908, en el teatro Garrick de Chicago,la Federación de Mujeres Socialistas de Chicago, tomó la iniciativa de llamar para un Día de la Mujer,con el objetivo central de hacer campaña por el sufragio femenino. Al año siguiente, el 28 de febrero de 1909, el partido socialista realizó grandes manifestaciones en varias ciudades, para reivindicar el voto femenino.
El 26 y 27 de Agosto de 1910 se realizó en Dinamarca la II Conferencia Internacional de las Mujeres Trabajadoras, organizada por la II Internacional. Clara Zetkin, pionera del movimiento de mujeres socialistas que dedicó toda su vida a organizar a las mujeres trabajadoras, propuso seguir el ejemplo de las americanas y conmemorar el día de la mujer en repudio a las condiciones de opresión en la que se encontraban las mujeres obreras en el mundo y a favor del sufragio femenino sin restricciones. Al mismo tiempo, se vislumbraba la guerra en Europa y las socialistas propusieron que ese día también se hiciera un llamado a la paz.
Para las mujeres socialistas y así lo entendía también Zetkin, la lucha por el voto femenino no era un fin en si mismo sino un paso necesario para la participación política de las mujeres y un modo de unir a la clase en lo que era la lucha estratégica por el socialismo. Ella tenía claro que aun cuando proletarias y burguesas reivindicasen por igual el derecho al voto, sus intereses eran contrarios. Así, según ella: “Las feministas burguesas quieren participar en la vida pública porque esperan con ello apoyar y preservar el actual orden social burgués”, no como las proletarias que exigen el voto ante todo para mejorar la capacidad de combate del proletariado contra el orden capitalista”. Ella veía una relación estrecha entre la “cuestión femenina” y la “cuestión social”.Clara Zetkin sabía que sin la participación política de las mujeres era imposible ganarlas para la causa socialista y que al mismo tiempo solo una revolución capaz de derribar el orden capitalista, sería capaz de poner las bases materiales para la total emancipación de las mujeres.
La tarea de poner a los partidos socialistas al frente de la lucha por el sufragio femenino, no fue fácil. Cuando Zetkin entró en el partido socialista obrero de Alemania, las mujeres incluso tenían prohibida la participación política en ese país. Pero ella y otras mujeres dieron una batalla fuerte en la organización que construían junto con los hombres, para que poco a poco la cuestión de la mujer formase también parte del programa socialista.
Aún cuando en el acuerdo de aquella Conferencia no se fijó un día específico, porque no se conmemoraba ningún hecho histórico, a partir de entonces el Día Internacional de la Mujer Trabajadora comenzó a celebrarse en varios países de Europa .
Paralelamente a la lucha por el voto femenino, las mujeres trabajadoras venían peleando muy fuerte desde finales del SXIX por sus derechos laborales. En marzo de 1857 el sindicato de costureras de la Compañía Textil de Lower East Side, de New York, llevó a cabo una marcha para demandar la reducción de su jornada de trabajo. Allí,por efecto de la represión policial,resultaron heridas y/o muertas algunas trabajadoras.
Diez años después, también en marzo de 1867, se desarrolla la huelga de las planchadoras de cuellos de la pequeña ciudad de Troy, en el estado de New York.
En 1909 se realiza la gran huelga de las obreras de la Compañía de Blusas Triangle, de la ciudad de Nueva York. Este paro, que duró tres meses y que se conoce como la «sublevación de las 20.000» (por el número aproximado de trabajadoras de diversas fábricas que prestaron su apoyo), tuvo una enorme repercusión. Pero la escasez económica las llevó de vuelta a sus fábricas sin conseguir la instalación de salidas de emergencia y la prohibición de mantener cerradas las puertas de la fábrica durante el trabajo, que era una de sus demandas.
El primer día internacional de la mujer, el 19 de marzo de 1911, reunió en toda Europa a cerca de un millón de personas. Seis días después, un incendio destruye buena parte de las instalaciones de la Compañía de Blusas Triangle. Mueren cientos de personas, la mayoría mujeres, de edades que iban desde los 48 a los 14 años y muchas otras quedan heridas. Esta tragedia permitió verificar la pertinencia de sus reivindicaciones y obligó a importantes cambios en normas de seguridad y salud laboral en las fábricas.
8 de marzo de 1917: Antesala de la Revolución de Octubre
El 8 de Marzo de 1917(23 de Febrero en el antiguo calendario ruso), las mujeres obreras salieron a la calle para protestar contra la participación de Rusia en la guerra, la desigualdad en las condiciones laborales y la escasez de alimentos. Las mujeres decidieron convocar a la agitación pública y aquel estallido popular protagonizado por las obreras, puso fin a la dinastía Romanov y dio inicio de forma espontánea a la revolución de Febrero, antesala de la Revolución de Octubre.
La Revolución rusa dio pasos agigantados en los derechos de la mujer, ni siguiera imaginados para las mujeres del resto de Europa. No sólo fueron las primeras en conseguir el derecho al voto sino que el nuevo gobierno obrero y popular que surgió en Octubre, acabó con todo vestigio de desigualdad legal. Llevaron a cabo medidas para conservar y ampliar al máximo el papel de las mujeres en la producción y para su participación política, en igualdad de condiciones. Legalizaron el aborto, intentaron acabar con la esclavitud doméstica de las mujeres y socializar estas tareas poniendo en marcha una red de servicios públicos. También llevaron a cabo una lucha titánica para la protección de la maternidad y la niñez abandonada.
El aislamiento de aquella revolución, la guerra civil y las difíciles condiciones materiales, no permitieron avanzar todo lo deseado. Pero aún así, en los primeros años el gobierno soviético dio a la mujer, lo que ningún otro gobierno del mundo, sentando las bases de nuevas relaciones humanas y entre los sexos, sobre bases económicas y sociales nuevas. Es a partir de entonces cuando en 1921, la Conferencia de Mujeres Comunistas de la recién fundada III Internacional, fijó el 8 de marzo como Día Internacional de la Mujer trabajadora
El abandono o cambio del carácter de esta fecha y su posterior institucionalización
El estalinismo supuso un retroceso enorme para las mujeres. Se prohibió el aborto y se abandonó la idea de que el Estado socializara por completo las tareas domésticas y de cuidados. Durante los años 30, el 8 de Marzo se convirtió en la Unión Soviética en un día para “glorificar la maternidad”. Después de los años 30, el 8 de Marzo dejó de realizarse en muchos países o se le dio un carácter distinto. Dejó de ser un día de lucha y para la reivindicación.
A finales de los años 60 e inicios de los 70, el movimiento feminista buscó retomar la conmemoración de este día. Se tomó la explicación sobre su origen que en 1955 apareció en Francia en el periódico comunista “La Humanité”, donde se decía que este día nació en homenaje a la huelga en una fábrica textil, en 1857, en Nueva York, durante la cual los patrones habrían atrancado las puertas de la fábrica y prendido fuego, con 129 obreras adentro. Otras fuentes situaban ese hecho en un 8 de Marzo de 1908, que era además domingo.
Esta versión se dio por buena durante más de 20 años, hasta que la historiadora canadiense Renée Côte investigó en todos los archivos de Europa, EUA y Canadá y no encontró ninguna pista de aquel incendio. Otras muchas investigadoras llegaron a la misma conclusión de que no existían pruebas documentales sobre el incendio de la fábrica textil en ninguno de esos dos años.
Todas ellas afirman que el mito que sitúa el origen del 8 de Marzo en esas dos fechas,se creó confundiendo y mezclando los datos de otras huelgas, con la intención de ocultar su origen comunista, borrar de la memoria otros acontecimientos y las fechas de los congresos socialistas que determinaron el Día de las Mujeres.
En 1975 la Organización de las Naciones Unidas (ONU) instituyó el 8 de marzo como Día Internacional de la Mujer, quitándole el adjetivo de trabajadora y obviando los acontecimientos del 8 de Marzo de 1917 en Rusia. En 1977 la Unesco declaró el 8 de marzo como homenaje a las obreras muertas en 1857.
Hay que rescatar el carácter socialista y de clase del día 8 de marzo!
Mucho ha llovido desde que en 1910, Clara Zetkin propusiese llevar a cabo en todos los países, el Día Internacional por los derechos de la mujer trabajadora.En muchos países las mujeres conseguimos el voto, la participación política, el divorcio y una minoría se convirtieron en empresarias, banqueras, ministras o presidentas. Pero millones de mujeres en el mundo entero siguen enfrentando el machismo diario, los feminicidios, la sobrecarga de trabajos domésticos y de cuidados, la desigualdad laboral y salarial e incluso la pobreza y miseria extrema. Lo que demuestra que bajo este sistema capitalista corrupto y cada vez más en crisis, no hay igualdad posible. Es por eso que hay una lucha creciente y masiva de las mujeres que se expresó el pasado 8 de Marzo y volverá a hacerlo este año.
Es ahora cuando las enseñanzas de aquel 8 de Marzo de 1917 se vuelven para nosotras, más imprescindibles que nunca. La Revolución rusa empezó por el sector más oprimido y explotado de la clase trabajadora y hoy día vemos también como las mujeres estamos a la cabeza de muchas luchas. Cien años después es clave recuperar el hilo rojo de la historia de aquellas mujeres que se atrevieron a revolucionar el mundo y sus propias vidas y que luchaban por un mundo nuevo sin explotación y opresión del hombre por el hombre y específicamente de la mujer por el hombre. Y que demostraron que sólo es posible empezar a poner los cimientos para terminar con la opresión a las mujeres, mediante una revolución obrera y popular que tenga como objetivo luchar por una sociedad socialista.