El pasado viernes 14 de septiembre se produjo una agresión fascista perpetrada por miembros del colectivo fascista Vanguardia Social Sevilla, cuando había convocada una manifestación a nombre de la plataforma ‘’Pino Montano Grita basta’’ con el lema ‘’¡Todos a la calle en defensa de nuestro barrio!; En contra de los robos, agresiones e inseguridad en el barrio’’, al calor de una serie de casos de delincuencia relacionados con atracos con arma blanca.
Los vecinos y vecinas del barrio de Pino Montano piden un mayor operativo policial en la zona para evitar este tipo de situaciones (robos, atracos…), polarizando la preocupación hacia un cierto tinte xenófobo por la cercanía con el barrio chabolista el Vacie y la presunta implicación de una persona de etnia gitana en uno de los robos con violencia.
Aunque desde el propio barrio a través de un comunicado se hayan desmarcado de actitudes racistas y xenófobas, esto ha supuesto un caldo de cultivo para que grupos organizados de nazis se sumaran a la convocatoria, tal es el caso de Vanguardia Social Sevilla, homólogo de Hogar Social Madrid en la capital andaluza.
Fue este mismo grupo (Vanguardia Social Sevilla) el que protagonizó una brutal y cobarde emboscada desde varios coches a un grupo de antifascistas que se dirigían a la manifestación para hablar con la gente del barrio y repartir panfletos denunciando la participación de estos grupos fascistas en la convocatoria, agrediendo sin escrúpulos a varios compañeros y compañeras (y tal como cuenta Diario de Sevilla ‘’una joven tuvo que ser atendida por los servicios sanitarios, ya que los agresores le clavaron el palo. Otro joven recibió un golpe en el ojo’’), entre los que también se encuentra un militante de Corriente Roja, del que recogemos testimonio sobre lo ocurrido:
‘’Ayer esta escoria recalcitrante nos agredieron a varixs compañerxs antifascistas en Pino Montano al grito de »maricones, y ahora qué». No dudaron en utilizar palos y toda su rabia.
Sí, esta gente, estos tolerantes, respetuosos, dialogantes, civilizados, cívicos… Estos fascistas que campan a sus anchas y difunden sus mensajes de odio y apología de la opresión con total impunidad.
Sí, esos fascistas que van de caza y patean a inmigrantes, musulmanes, gitanxs, personas del colectivo LGTBI, activistas de izquierdas…
Dejad de suavizarles, son fascistas de verdad, nazis, no »españoles solidarios» que organizan recogidas de alimento para los de aquí. Cuidado con su discurso amable de »todo para los españoles», discurso que cala mucho en zonas con delincuencia y barrios obreros y se nutre de la miseria y el desempleo para dividir y enfrentar a los trabajadores.
Son Vanguardia Social Sevilla, hay que empezar a denunciarles y ponerles nombres y apellidos. No dejemos de plantarle cara, porque se ha sacado a Franco, pero el fascismo sigue en las calles y en las instituciones’’.
Queda claro que, con esta agresión, Vanguardia Social Sevilla se destapa y se muestra abiertamente como colectivo nazi, máxime teniendo que ahondan sus orígenes en los viejos conocidos fascistas Respuesta Estudiantil, muchos de ellos integrados en Supporters (grupo ultra del Betis), aunque se intenten mostrar como gente de paz y pretenden lavarse la cara (como en el comunicado de aquí debajo).
Estos individuos presentan un perfil similar a los energúmenos de Democracia Nacional y demás calaña que protagonizan casos de violencia en manifestaciones unionistas paradójicamente ‘’contra la violencia y el odio’’ en Catalunya. No se entiende esta agresión sin la impunidad que tienen los fascistas y su auge en Europa, tanto con Salvini en Italia, como con VOX y Casado en España, Amanecer Dorado en Grecia, Trump en USA, Le Pen en Francia… No es un caso aislado.
Sólo podemos enfrentar esta amenaza real desde el conjunto de la clase obrera, nativa o extranjera, con los oprimidos y las oprimidas, con una mayoría social, organizando el antifascismo desde los barrios, desde los centros de trabajo, los centros de estudio, las empresas, las asambleas…
Cualquier ataque a las libertades democráticas, es un ataque al conjunto de la clase trabajadora, y es deber del conjunto de la clase obrera ponerse a la cabeza de la defensa de la libertad de expresión, de reunión, de asociación…
Todo nuestro apoyo y solidaridad con los compañeros y compañeras agredidos a la vez que repudiamos y rechazamos cualquier tipo de agresión fascista, así como la presencia de organizaciones de la ultraderecha en cualquier espacio. Tampoco tenemos ningún acuerdo con la apreciación y manipulación de Diario de Sevilla al poner prácticamente al mismo nivel a culpables con víctimas, a agresores con agredidos por ser ‘’un grupo de jóvenes con estética de extrema izquierda’’, lo cual roza lo surreal, más cuando son personas que son justamente todo lo contrario a quienes atacaron con violencia: unos antifascistas en lucha contra las opresiones. Es lamentable que estos fascistas alienten la xenofobia y el racismo cuando la raza, cultura o credo son datos totalmente irrelevantes en un atraco, más inri cuando quien más nos roba es de aquí, lleva traje y corbata y va en coche oficial o limusina. Es aún más ridículo que en el cartel de Vanguardia Social apoyando la manifestación del viernes aparezca en una esquina un logo que muestra una navaja tachada como símbolo ‘’contra la violencia callejera’’, con la hipocresía de que son ellos quienes más acostumbrados nos tienen a agresiones con armas. Doble moral.
No somos nosotrxs quienes vamos pegando con palos a gente por la calle por su etnia, orientación sexual, religión…
Aún así, es positivo que aparezca Vanguardia Social Sevilla citado como grupo nazi en un medio de comunicación con cierto impacto en la opinión pública. No queremos fascistas ni fascismo ni en la calle, ni en la música, ni en las instituciones ni en las gradas. Queda mucho por pelear mientras algunxs crean que el problema de cara la participación de Vanguardia Social en cualquier espacio es que sea una organización política, no una organización fascista, como se indica en el tweet de aquí debajo.
No toleramos ninguna agresión fascista y llamamos a todas las organizaciones sindicatos y movimientos a defender unitariamente nuestros espacios así como construir una campaña frente al incipiente crecimiento nazi.
¡A las cosas por su nombre!
¡No nos vamos a callar!
¡Fascismo nunca más!
¡Fuera fascistas de nuestras calles! ¡Nativa o extranjera, la misma clase obrera!
¡Nos tocan a unx, nos tocan a todxs! ¡Ninguna agresión sin respuesta!